1 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
2 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
3 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
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5 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
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7 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
8 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
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15 / 29 El inmueble se erigió en 1819. Allí habitó Estanislao López junto a su familia. El paso del tiempo y el abandono deterioraron el edificio bicentenario, pero tras un gran trabajo en conjunto de restauración, ya luce refaccionado y conserva rasgos característicos de su época dorada. Foto: Fernando Nicola
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