Unas 400 mil personas en Argentina padecen artritis reumatoidea, una enfermedad autoinmune que afecta principalmente las articulaciones, produciendo dolor e inflamación articular que a la larga, sin un tratamiento adecuado, puede llegar a impactar en los órganos internos. Según una campaña de 2021 de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) el 92% de las personas diagnosticadas desconocía.
Esta patología afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.
En el Día Mundial de esta patología, El Litoral habló con Gabriela Bortolotto, reumatóloga (MP3216), quien proporcionó una perspectiva detallada sobre esta patología que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. Además, destacó la importancia de la detección temprana, subrayando factores genéticos, ambientales y hormonales como desencadenantes potenciales.
La profesional aclaró que existen numerosos tipos de artritis, pero la reumatoidea es una de las más notables por su impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen, "otros tipos de artritis, pueden ser: artrosis, psoriásica, idiopática juvenil cada una con sus características distintivas".
La artritis reumatoidea es una de las más notables por su impacto en la calidad de vida de las personas.
La reumatóloga explicó que los síntomas comunes incluyen "dolor e hinchazón en articulaciones como manos, pies, codos y rodillas. Otros síntomas característicos son: la rigidez matinal, la fatiga, debilidad muscular, puede haber fiebre y además puede provocar inflamación en otros órganos. Muchas veces los pacientes con artritis reumatoideas vienen derivados del oftalmólogo por una complicación a nivel del ojo o bien derivado del neumonólogo por un problema pulmonar".
Detección temprana
En cuanto al diagnóstico, Bortolotto destacó la importancia de una evaluación exhaustiva que abarca historia clínica, antecedentes familiares y pruebas de laboratorio, como reactantes de fase aguda y marcadores de la enfermedad. Las imágenes, como radiografías y resonancias magnéticas, se utilizan para evaluar el daño que produjo la enfermedad de las articulaciones. "La detección temprana siempre es fundamental para prevenir daños, nos preocupa mucho eso, porque una vez que se dañó la articulación o algún órgano interno es irreversible", resaltó la profesional.
Sin un tratamiento adecuado, puede llegar a impactar en los órganos internos.
Sobre la prevención, aunque no hay una forma definitiva de evitar la artritis reumatoidea, la entrevistada hizo hincapié en la importancia de un estilo de vida saludable, evitar el tabaquismo y la detección temprana en aquellos con antecedentes familiares.
En cuanto a las opciones de tratamiento, lo primero es "controlar la inflamación y preservar la función de las articulaciones. Se destacan las drogas llamadas modificadoras de la enfermedad, terapias no farmacológicas y drogas biológicas diseñadas para inhibir componentes específicos del sistema inmunológico, que son los responsables de la inflamación. Al dirigirse estas drogas a las moléculas ayudan a reducir la inflamación, el daño en las articulaciones y en los órganos internos", remarcó la reumatóloga.
Es importante tener en cuenta que en aquellos pacientes que no reciben el tratamiento adecuado, la enfermedad puede ser devastadora en lo cotidiano y no sólo por el impacto en las articulaciones, sino también en los órganos internos, emocional, en lo laboral, socioeconómico. "Por eso es imprescindible la detección temprana y el tratamiento oportuno. Eso hace que las personas prácticamente entren en remisión de la enfermedad y puedan tener una vida plena similar al del resto de la población", concluyó Bartolotto.