En el marco del Día Mundial del Riñón, este 14 de marzo, es necesario reflexionar sobre la importancia de la salud renal y las implicaciones de la enfermedad renal crónica (ERC) en Argentina. Según datos provenientes de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud de la Nación, más de cuatro millones de argentinos, aproximadamente 1 de cada 8 habitantes, están afectados por esta condición, lo que representa una prevalencia del 12.7%.
Para comprender mejor esta realidad, Ana Paula Ramírez, nefróloga y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) seccional Santa Fe, en una entrevista con El Litoral habló sobre la complejidad de las enfermedades renales, especialmente en el contexto pediátrico.
"Los riñones desempeñan una función vital en nuestro cuerpo, encargándose de eliminar toxinas, regular los líquidos y los electrolitos, así como mantener la salud de la sangre y el metabolismo fosfocálcico", explicó Ramírez. Además, sostuvo que "en la infancia, nos encontramos con una variedad de causas que van desde anomalías congénitas hasta afecciones adquiridas como el síndrome urémico hemolítico y la esclerosis focal segmentaria."
Los riñones desempeñan una función vital en nuestro cuerpo
Detección temprana y prevención
Entre los padecimientos más comunes en la infancia se encuentran las enfermedades de la vía urinaria, las malformaciones renales y el síndrome urémico hemolítico, este último conocido por sus graves consecuencias en la salud de los niños. La detección temprana es clave para mitigar el impacto de estas enfermedades, y es por ello que la profesional subrayó la importancia de los controles pediátricos regulares.
Para prevenir enfermedades como el síndrome urémico, hemolítico, la doctora ofreció consejos prácticos para la manipulación y preparación segura de alimentos. "Es fundamental cocinar la carne completamente y lavar adecuadamente frutas y verduras para evitar la contaminación bacteriana", explicó. "Además, se deben evitar prácticas como mezclar utensilios de cocina utilizados para cortar carne con aquellos destinados a manipular productos frescos, y es crucial consumir lácteos pasteurizados para reducir el riesgo de infecciones transmitidas por alimentos."
"La detección temprana es esencial para garantizar un tratamiento efectivo y mejorar los resultados a largo plazo", enfatizó la nefróloga. "Los pediatras juegan un papel crucial en la identificación de signos de alerta, como la detención del crecimiento, la poliuria y la polidipsia, que pueden indicar problemas renales subyacentes."
La detección temprana es clave para mitigar el impacto de estas enfermedades.
“Otros signos a los que se debe estar atento es, si el menor orina mucho por la noche, tiene mucha avidez por el agua, se hace pis encima durante el día sobre todo después de haber controlado esfínter. Los síntomas más específicos, se manifiestan de una manera más aguda, como orinar menos, hincharse, orinar con sangre”.
La entrevistada hizo hincapié en que “otras de las afecciones renales que se ve últimamente en pediatría y que antes no se veía tanto, son las litiasis renal que tiene que ver con la falta de toma de líquido y el exceso de comida salada. Los cálculos renales se manifiestan con dolor y pueden presentar sangre al orinar”
En cuanto a la prevención, la profesional destacó la importancia de adoptar hábitos de vida saludables desde una edad temprana. “Una dieta equilibrada, baja en sal y grasas, junto con una ingesta adecuada de líquidos. Los más chicos con el pecho, en el caso de los niños un poco más grandes leche y agua que hasta los 5 años es un litro, un litro doscientos y después entre un litro y medio y dos litros para las personas adultas y adolescentes”
Estos últimos requieren un llamado de atención especial porque “algo que estamos empezando a ver y en adultos jóvenes es las ganas de adquirir musculatura y lo hacen a través de preparados con cargas proteicas. El exceso de proteínas puede ejercer una carga adicional sobre los riñones, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades renales", advirtió Ramírez. "Es crucial que los adolescentes busquen orientación nutricional adecuada y eviten el consumo excesivo de suplementos proteicos."
Opción de tratamiento en adultos
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el uso de la empagliflozina como tratamiento para adultos que sufren de enfermedad renal crónica, independientemente de si padecen o no diabetes.
La enfermedad renal crónica, un problema de salud de creciente preocupación global, está estrechamente vinculada con otras afecciones, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Según estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes, se espera que la prevalencia de la diabetes tipo 2 aumente drásticamente en los próximos años, lo que podría contribuir aún más a la incidencia de la enfermedad renal crónica.
La empagliflozina, un inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), demostró demostrado ser eficaz en la reducción de la glucemia, el riesgo de muerte cardiovascular y la progresión de la enfermedad renal. Su aprobación para el tratamiento de la enfermedad renal crónica complementa sus indicaciones previas para el tratamiento de adultos con diabetes tipo 2 y la insuficiencia cardíaca.
El Dr. Carlos Bonanno, presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología, destacó la importancia de un enfoque integral en el manejo de la enfermedad renal crónica, que incluya el tratamiento de enfermedades concomitantes como la diabetes y la hipertensión arterial. El diagnóstico temprano y la intervención oportuna son fundamentales para prevenir la progresión de la enfermedad y sus complicaciones.