En las últimas décadas, la pediculosis capilar, más comúnmente conocida como infestación por piojos del cuero cabelludo, persiste como un problema recurrente en hogares y escuelas. Esta condición, causada por pequeños parásitos que se alimentan de sangre humana, puede causar molestias y preocupaciones en familias, especialmente en aquellas con niños en edad escolar.
Con el fin de abordar este tema, desde El Litoral hablamos con la dermatóloga Sharon Seiref (Mat.6055), quien nos brindó información sobre la detección, prevención y tratamiento de los piojos.
Detección y transmisión
El primer paso para combatir la pediculosis capilar es la detección temprana. Según Seiref, los padres deben estar atentos a los signos de infestación, como el constante rascado del cuero cabelludo por parte de los niños. “Esta picazón se debe a la saliva y los desechos de los piojos, que pueden causar reacciones alérgicas en el cuero cabelludo y la piel circundante, incluyendo las orejas, el cuello y los brazos. Para confirmar la presencia de piojos, se recomienda revisar minuciosamente el cabello en busca de liendres, que son los huevos”, aseguró la entrevistada.
Los padres deben estar atentos a los signos de infestación, como el constante rascado del cuero cabelludo por parte de los niños.
Las principales características de estos insectos son: miden entre 3 y 4 mm de largo, y tienen tres pares de patas que les permiten adherirse firmemente al pelo. “Las hembras adultas pueden llegar a vivir en la cabeza unos 30 días y colocan aproximadamente 10 huevos por día. Lo hacen bien cerquita del cuero cabelludo, ya que necesitan de altas temperaturas para desarrollarse, crecer y nacer”.
“Las zonas preferidas son la nuca y detrás de las orejas, también solemos verlos en la región que queda ocluida por las colitas o peinados porque mantienen mejor la temperatura. Luego de 7 días nacen y se llaman ninfas que se alimentan también de nuestra sangre, pero aún no pueden poner huevos hasta la adultez que ocurre en otros 7 días. Es decir que en 14 días ya son piojos que comienzan el ciclo nuevamente”, sostuvo la profesional.
Los piojos se transmiten principalmente por contacto cabeza a cabeza, aunque también pueden propagarse a través de objetos personales compartidos, como peines, gorras, toallas y almohadas. Seiref destacó la importancia de “evitar el uso compartido de objetos personales, mantener el cabello atado y revisar regularmente la cabeza en busca de liendres. Además, existen productos naturales y sintéticos que pueden ayudar a disminuir el contagio”.
Por otro lado, la dermatóloga explicó que “si bien nos pueden afectar a cualquier edad y es consulta de todos los días de padres y abuelos que quedan sorprendidos ante el diagnóstico; es más frecuente el contagio en la infancia. En los últimos años, hay estudios que sugieren que al tener el cabello más fino, los piojos tanto adultos como ninfas, se pueden agarrar mejor con sus pinzas de este tipo de cabellos. Otro factor importantísimo es el largo del cabello que hace más frecuente la transmisión entre niñas debido a que culturalmente lo usan más largo”.
Para confirmar la presencia de piojos, se recomienda revisar minuciosamente el cabello.
Tratamiento
En caso de tener piojos, es fundamental tomar medidas rápidas y efectivas para eliminarlos a ellos y las liendres. La entrevistada mencionó varios tratamientos disponibles en el mercado, como “lociones o champús que contienen permetrina al 5%, ivermectina al 1% o derivados de siliconas. Estos productos deben aplicarse según las instrucciones del prospecto y repetirse después de diez días para asegurar la eliminación completa de los parásitos”.
Además, recomendó el uso de peines finos para eliminar las liendres y como complemento indicó baños de crema, ya que es inocuo “colocar cualquier crema enjuague y dejar por varias horas con alguna cofia y luego pasar el peine fino. Esto mata a los piojos por asfixia”.
Con los años se vio una disminución en la efectividad de los diferentes compuestos disponibles debido al uso masivo e indebido de los productos. Por eso, además de los tratamientos convencionales, existen métodos naturales y remedios caseros que pueden ser efectivos para controlar la infestación de piojos.
El proceso de eliminación puede llevar al menos dos semanas.
La especialista de piel sugirió “el uso de aceites esenciales como el hinojo, el eucalipto y el coco, así como cremas de enjuague y vaselina para asfixiar a los piojos y disminuir su movilidad. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar la efectividad de estos métodos en el tratamiento de la pediculosis capilar”.
El proceso de eliminación puede llevar al menos dos semanas, debido al ciclo de vida de los piojos y el riesgo de reinfestación por nuevos contactos. Por lo tanto, Seiref aconsejó “tratar a toda la familia simultáneamente y mantener una vigilancia constante para evitar una nueva infestación. Además, es importante limpiar y desinfectar la ropa de cama, peines y otros objetos personales con agua caliente para prevenir la propagación de los piojos”.
Lo ideal es consultar con el pediatra o dermatólogo, quien recomendará el tratamiento a seguir. En caso de utilizarse cualquier producto, este deberá encontrarse aprobado por la autoridad sanitaria. Se encuentra demostrado que la medida más efectiva para erradicar a los piojos es el uso adecuado del peine fino. Este permite eliminar hasta el 95 % de las liendres que se encuentran adheridas al cabello, sin que sea necesario cortar o tironear el cabello, o lastimar el cuero cabelludo.
En cuanto a las características del peine, los más recomendables son los de acero inoxidable, pues tienen mayor duración y poseen la ventaja de que, para conservarlos debidamente higienizados, es posible hervirlos. También conviene elegir aquellos que, para evitar daños al cuero cabelludo, poseen puntas redondeadas, y aquellos que se presentan microacanalados, permitiendo un mayor arrastre.
En cuanto a los protocolos escolares, cada institución puede tener sus propias políticas, pero en general, se recomienda que los niños asistan con el cabello atado y se tomen medidas adicionales durante actividades como la natación. Si bien la pediculosis no debe ser motivo para discontinuar la asistencia a la escuela, es importante estar atento a posibles signos de complicaciones, como reacciones alérgicas o signos de infección en la piel. En estos casos, se recomienda buscar atención médica adicional.