La gastroenteritis es una de las causas más frecuentes de diarrea y vómitos en bebés y niños pequeños. Es crucial controlar una de las consecuencias más comunes que es la deshidratación.
Una profesional brindó recomendaciones para que los padres tengan herramientas efectivas y sepan cómo actuar ante esta enfermedad.
La gastroenteritis es una de las causas más frecuentes de diarrea y vómitos en bebés y niños pequeños. Es crucial controlar una de las consecuencias más comunes que es la deshidratación.
Lucila Ortellao, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, en dialogó con El Litoral explicó que la gastroenteritis, “puede ser causada por un virus, bacterias o parásitos. Se manifiesta con vómitos, fiebre y diarrea, siendo más común en niños.
La profesional señaló que las medidas preventivas son fundamentales, especialmente en épocas de calor, donde las bacterias pueden contaminar fácilmente los alimentos.
Ortellao detalló cuales son las características de cada una -virales, bacterianas y parasitarias-. “Las virales, las más comunes, no tienen estacionalidad específica y pueden ocurrir tanto en verano como en invierno. Por otro lado, las bacterianas son más prevalentes en épocas cálidas debido a la contaminación de alimentos, siendo las bacterias Shigella y Salmonella las causantes más frecuentes en niños. Los cuadros bacterianos pueden manifestarse con fiebre, vómitos y diarrea, e incluso con heces sanguinolentas, siendo la Escherichia coli la más temible al asociarse con el síndrome urémico hemolítico”.
La clave para el manejo de la gastroenteritis en niños es prevenir la deshidratación. La Doctora, hizo hincapié en la importancia de asegurar que los niños estén bien hidratados. Sugirió, que los padres controlen la cantidad de pañales mojados, un indicador vital de la hidratación en los más pequeños.
“En los chicos que toman el pecho, lo deben hacer más frecuentemente, no esperar que el niño pida, se debe controlar que moje la misma cantidad de pañales que moja siempre, que salgan bien cargados”, remarcó la profesional.
Para mantener a los niños hidratados, Ortellao sugirió ofrecer, además del pecho o la leche habitual, soluciones de rehidratación oral. “Estas soluciones, disponibles en farmacias, pueden prepararse mezclando un sobre con un litro y medio de agua potable. Para menores de un año, se recomienda ofrecer 50 ml, mientras que para mayores de un año, la cantidad sugerida es de 100 ml. Si un niño no tolera las sales de rehidratación, se le debe ofrecer agua y seguir con su dieta habitual”. La profesional subrayó la importancia de monitorear signos como: con qué frecuencia orina, si tiene lágrimas al llorar y saliva.
Además, la Presidente hizo especial énfasis en la prevención mediante el lavado frecuente de manos. “La transmisión de virus y bacterias ocurre a menudo a través de la contaminación fecal-oral, ya sea por manos sucias o el contacto de materia fecal con la boca. En niños mayores, la higiene después de usar el baño es crucial para evitar la propagación de enfermedades”. También destacó la importancia de mantener alimentos refrigerados adecuadamente, especialmente en climas cálidos, para prevenir infecciones bacterianas asociadas con alimentos contaminados.
En cuanto a los adultos, Ortellao recomendó “lavarse las manos después de cambiar pañales, evitando hacerlo sobre superficies como la mesa. Además, es importante desechar adecuadamente los pañales sucios, no hacerlo en lugares públicos, como parques y plazas”. En cuanto a la alimentación, aconsejó mantener los alimentos bien refrigerados y tener precaución al comprar alimentos preparados fuera de casa. La carne, especialmente en niños, debe estar bien cocida, sin partes rosadas o jugosas.
Por último, la profesional resaltó la importancia de la vacunación como una herramienta crucial en la prevención de la gastroenteritis. En el calendario se encuentra la vacuna contra el rotavirus, administrada a los dos y cuatro meses de edad. Esta juega un papel fundamental en la prevención de gastroenteritis causadas por este virus.