Los analgésicos de venta libre se pueden adquirir en cualquier farmacia. Los más comunes son el ibuprofeno, el paracetamol y la aspirina.
Aunque los analgésicos sean fáciles de conseguir, se debe tener precaución al tomarlos.
Los analgésicos de venta libre se pueden adquirir en cualquier farmacia. Los más comunes son el ibuprofeno, el paracetamol y la aspirina.
Aunque los analgésicos sean fáciles de conseguir, se debe tener precaución al tomarlos. Cada persona puede reaccionar de manera diferente y algunos deberían evitar ciertos medicamentos por completo. Un especialista en analgésicos y un farmacéutico pueden brindar recomendaciones personalizadas.
La decisión de tomar analgésicos depende de la persona y su situación particular de dolor. En general, el Dr. Michael Überall, vicepresidente de la Asociación Alemana del Dolor (DGS) y presidente de la Liga Alemana del Dolor, afirma que "cuanto antes se actúe, más efectivas serán las dosis pequeñas". Se recomienda evitar tomar analgésicos si el dolor es tolerable, desaparece con el tiempo o si no se han probado otras formas de alivio, como técnicas de relajación.
Es importante seguir las indicaciones de dosis, frecuencia y duración al tomar analgésicos para evitar efectos secundarios. El dolor es una señal del cuerpo que indica algo que debe ser investigado, no solo la causa en sí.
Tomar un analgésico puede ser una buena opción para aliviar el dolor causado por una cirugía reciente de rodilla o un problema dental. Los analgésicos bloquean los receptores que transmiten la señal de dolor al cerebro, impidiendo que los mensajeros químicos se acoplen a ellos. Esto evita que se sienta el dolor, independientemente de su origen.
El ibuprofeno y la aspirina, aunque eficaces, pueden tener efectos secundarios como alterar la función renal, la producción de moco gástrico, aumentar la presión arterial y desactivar las plaquetas. El paracetamol, en cambio, no tiene estos efectos, pero puede producir un metabolito tóxico en el hígado. En general, el ibuprofeno es la mejor opción por su eficacia y perfil de seguridad, pero si produce efectos secundarios, el paracetamol sería una alternativa más segura, especialmente si se tiene presión arterial alta o se toman anticoagulantes.
Ursula Funke, vicepresidenta de la Cámara Federal Alemana de Farmacéuticos (BAK) y directora de una farmacia en Wiesbaden (Alemania), recomienda paracetamol para la fiebre, pero advierte sobre los posibles daños al hígado. Las mujeres embarazadas deben evitar los analgésicos durante el primer trimestre y tomar solo paracetamol en el tercero, ya que los antiinflamatorios pueden afectar al feto. El paracetamol no es adecuado para el dolor de cabeza por resaca, y a los niños menores de 12 años no se les debe dar aspirina por el riesgo de síndrome de Reye. Para que los analgésicos hagan efecto más rápido, es mejor tomarlos con el estómago vacío.
Si tienes el estómago sensible, Funke recomienda tomar el comprimido con algo de comida y beber mucha agua tibia, ya que el estómago no libera los alimentos y líquidos hacia los intestinos hasta que están a temperatura corporal. Además, recostarse sobre el lado derecho después de tomar el analgésico puede ayudar, ya que el contenido del estómago presionará contra la salida, lo que es una señal de transporte para el estómago.