Nuestros hábitos diarios pueden tener un impacto significativo en la inflamación corporal. Algunos de ellos logran que tengamos la panza deshinchada.
Pequeños cambios de rutina pueden ser clave para reducir la inflamación y mejorar la salud digestiva y general.
Nuestros hábitos diarios pueden tener un impacto significativo en la inflamación corporal. Algunos de ellos logran que tengamos la panza deshinchada.
Según Sandra Moñino, nutricionista y autora del libro "Adiós a la inflamación", pequeños cambios como evitar el exceso de cocción, controlar los picos de glucosa y comer con calma pueden ser clave para reducir la inflamación y mejorar la salud digestiva y general.
No cocinar los alimentos en exceso
La mayoría cocina los alimentos demasiado, afectando la pérdida de nutrientes esenciales y generando compuestos químicos dañinos como las acrilamidas. Según un artículo de We Life, Sandra Moñino advierte sobre el impacto en la salud de ingredientes como el aceite de oliva y las verduras.
El ayuno intermitente
El ayuno intermitente, especialmente nocturno, activa procesos de limpieza y reparación celular, reduciendo la inflamación y mejorando la salud metabólica. La experta destaca los beneficios del ayuno para la sensibilidad a la insulina y la pérdida de grasa corporal.
Evitar los picos de glucosa
El consumo adecuado de carbohidratos es clave para evitar picos de glucosa. Combinalos con grasas y proteínas de calidad para estabilizar los niveles de azúcar en sangre, reduciendo así la inflamación y la acumulación de grasa corporal.
No beber mucha agua con las comidas
El exceso de agua durante las comidas puede diluir el ácido clorhídrico del estómago, dificultando la digestión y aumentando el riesgo de reflujo. Sandra Moñino recomienda consumir agua media hora antes o una hora después de comer para mantener una digestión saludable y eficiente.
Realizar deporte de fuerza y cardio
El ejercicio regular, incluyendo tanto fuerza como cardio, libera endorfinas que actúan como antiinflamatorios naturales. La experta enfatiza los beneficios del ejercicio para reducir la inflamación, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el cuerpo.
Comer con calma
Masticar lentamente y saborear los alimentos mejora la digestión y la absorción de nutrientes, reduciendo la inflamación. Además, comer despacio favorece la sensación de saciedad y ayuda a controlar la cantidad de alimentos consumidos, según la nutricionista Sandra Moñino.
Mantener los niveles de vitamina D
La deficiencia de vitamina D está asociada con la inflamación. Sandra Moñino recomienda obtener esta vitamina principalmente a través de la exposición solar, clave para regular los ritmos circadianos y apoyar la salud general del organismo.
Disfrutá de un buen descanso
Adoptar hábitos como una alimentación saludable, evitar cenas tardías y gestionar el estrés son fundamentales para un buen descanso. Sandra Moñino destaca la importancia de estos factores para reducir la inflamación y promover el bienestar general.
Realizar descansos metabólicos que el hígado necesita
Comer demasiado frecuentemente puede sobrecargar el hígado, afectando su función de desintoxicación y regulación de glucosa. Moñino explica la importancia de respetar los descansos metabólicos para mantener la salud hepática y general del organismo.
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