La mamá de Bautista me había pedido que trabajara con él el hecho de estar muchas horas sentado frente a la computadora, pretendiendo que fuera yo quien le hiciera entender que no era algo bueno para él.
Hablan como si las palabras no tuvieran significado ni sentido alguno. Las emiten así como así, sin pensar ni analizar absolutamente nada; con total descompromiso y desconexión afectiva.
La mamá de Bautista me había pedido que trabajara con él el hecho de estar muchas horas sentado frente a la computadora, pretendiendo que fuera yo quien le hiciera entender que no era algo bueno para él.
Esa tarde, ni bien entró al consultorio, elevando el tono de voz como es su costumbre cada vez que quiere contarme algo que 'tenés que escuchar', Bautista no precisó disparador alguno de mi parte, porque habló espontáneamente.
- Pasé de nivel en el juego de guerra- sonrió, dejando ver sus dientes apretados, en gesto fingido.
- ¿Ah, sí?- pregunté yo- ¿Ese en el que jugás on line con tu amigo Brian?
- Sí, ese- asintió con satisfacción- Lo tuve que matar.
- ¿Tuviste que matarlo?- me alarmé- ¿A quién?
- A mi amigo- me respondió, con absoluta despreocupación.
- ¿Mataste a tu amigo???
- Sí, lo tuve que matar porque me iba a ganar.
Atraje su atención gesticulando con una mano, con el propósito de que me mirara a los ojos
- ¿Mataste a tu amigo, Bautista?- le pregunté, recalcando cada palabra.
- Nooooooooo…. En el juego lo maté.
- Ah, en el juego- repetí- ¿Y por qué lo hiciste?
- Porque me estaba quitando poder y se iba a quedar con todo lo mío…"
Tengan la edad que tengan, es una constante que HABLEN… sin medir las implicancias ni las consecuencias de lo que dicen. Como si las palabras no tuvieran significado ni sentido alguno. Las emiten así como así, sin pensar ni analizar absolutamente nada; con total descompromiso y desconexión afectiva.
Este niño, como demasiados, habla naturalmente en términos de matar, sin concientizar lo que está diciendo o, peor aún, dándose cuenta y sin que le importe. ¿Por qué terminar con el otro? Porque va a ganarle; porque le quita poder y va a quedarse con todo lo suyo. ¿Acaso es claro para el niño que matar a alguien es quitarle la vida… o usan tan despreocupadamente la expresión que la acción acaba siendo simplemente un trámite mediante el cual obtener un beneficio?
Por otra parte, eso de "tuve que", ¿qué significa, realmente? La vida es una cuestión de elecciones y es uno mismo quien decide qué hacer y qué no. ¿Acaso es válido matar a alguien porque nos está ganando? ¿Somos plenamente conscientes de lo que están internalizando los niños como natural y aceptable? ¿Nos damos cuenta, verdaderamente, de lo que este tipo de juegos y sus implicancias van gestando en ellos? ¿Qué está sucediendo con sus almas?...
En este tiempo del año que invita a hacer balances, dediquémonos a reflexionar acerca de nuestro rol como adultos y propongámonos, firmemente, imprimir en la educación de nuestros hijos la enseñanza de que la maldad es ajena a la virtud y que el fin sólo justifica los medios cuando esos medios se enmarcan dentro de la moral y la ética.