Viernes 17.5.2024
/Última actualización 16:42
La oxitocina es conocida como la “hormona del amor” porque se libera con ciertas acciones relacionadas con los vínculos como besar, abrazar y tener sexo, y su segregación genera sensaciones de felicidad y bienestar. Además, tiene un rol esencial en las contracciones uterinas y en la regulación de la eyaculación. Ahora, un estudio de la Universidad Estatal de Michigan reveló que también podría ser clave en la recuperación cardíaca.
Aitor Aguirre, ingeniero bioquímico que lideró la investigación, contó en Agencia SINC cómo se llevó adelante este estudio que se realizó con cultivos de células humanas y peces cebra. Lo que comprobaron los investigadores es que la oxitocina es capaz de activar la transformación de las células del epicardio en células madre, lo que potencialmente permite la regeneración del tejido cardíaco.
La oxitocina y el corazón están relacionados más allá de lo poético. Credito: Foto de Karolina GrabowskaSegún Aguirre, lo más importante de estos resultados es que algún día podrían utilizarse en terapias para la regeneración del corazón humano. Los cardiomiocitos son las células que no pueden reponerse por sí mismas después de un ataque cardíaco, y lo que haría la oxitocina es estimular a las células del epicardio para que se transformen en células madre y cumplan la función de reemplazo. Además de convertirse en cardiomiocitos, también podrían transformarse en otros tipos de células cardíacas como las vasculares, lo que amplía incluso el potencial regenerativo del corazón.
Los resultados los encontraron de casualidad, cuando el equipo estudiaba mecanismos de regeneración cardíaca. Tras ver que la oxitocina era una molécula que activaba la regeneración de las células del epicardio, se adentraron en otro estudio para comprobarlo, aquel en el cual utilizaron peces cebra y tejidos humanos. En los experimentos, incluso demostraron que al bloquear la oxitocina, disminuía significativamente la regeneración del tejido cardíaco.
Como la oxitocina está relacionada con el placer y los vínculos, se especula con que ciertas actividades podrían ayudar en enfermedades cardíacas e incluso prevenirlas. En este punto, Aguirre explicó que, aunque aún no hay pruebas científicas suficientes que lo respalden, se conoce por experiencia que un enfermo tiene mejor pronóstico si se encuentra en un entorno donde se siente bien.
Los resultados podrían ser útiles para desarrollar a futuro terapias de regeneración cardíaca. Credito: Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash.“Este estudio sugiere que hay más potencial de regeneración en humanos de lo que creemos. En unos años, podríamos estar desarrollando medicamentos que activen estos mecanismos y permitan la regeneración del corazón después de un infarto u otras lesiones cardíacas”, explicó Aguirre para Agencia SINC
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.