Se prohibió el uso y venta de una serie de productos médicos y estéticos
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica dispuso la prohibición de productos médicos y medicamentos detectados en un establecimiento de la Ciudad de Buenos Aires, al carecer de autorizaciones sanitarias y representar un riesgo para la salud pública.
Varios de los productos detectados pueden clasificarse como medicamentos o dispositivos médicos de alto riesgo
La medida se dio tras un operativo realizado en un establecimiento de medicina estética en la Ciudad de Buenos Aires, donde se encontraron productos de dudosa procedencia y sin la correspondiente certificación por parte de las autoridades regulatorias.
La disposición, publicada en el Boletín Oficial bajo el número 523/2025, busca proteger a los pacientes y profesionales de la salud, alertando sobre los riesgos asociados al uso de estos productos no registrados.
La medida se dio tras un operativo realizado en un establecimiento de medicina estética
Productos encontrados
El operativo fue realizado por el Departamento de Control de Mercado de la Anmat en conjunto con la Policía de la Ciudad, en el marco de una investigación judicial.
Durante la inspección en el establecimiento denominado “Shui Bin Medicina Estética”, ubicado en la calle Céspedes 2411 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se detectaron numerosos productos irregulares. Entre ellos, se encontraban:
Un equipo Lipo Laser & RF Slimming System, modelo MED-350, de origen chino, sin datos del importador responsable ni autorizaciones sanitarias.
Siete unidades de Sculptra 150 mg/5 ml, falsificadas según confirmó la empresa titular del registro, Galderma Argentina SA.
Medicamentos como gentamicina en ampollas y una crema anestésica de la marca TKTX, ambos sin datos de fabricante o autorización sanitaria.
Hilos tensores y productos para procedimientos estéticos fabricados en Corea y Alemania, también sin registro ni garantía de seguridad.
Muchos de estos productos contenían inscripciones en idiomas extranjeros, como inglés y coreano, y carecían de la información requerida por la normativa argentina, como datos del fabricante, importador y autorizaciones correspondientes.
Las unidades halladas eran falsificaciones, lo que aumenta significativamente los riesgos
Acciones y antecedentes
La Anmat destacó que varios de los productos detectados pueden clasificarse como medicamentos o dispositivos médicos de alto riesgo. Por ejemplo, el producto “Sculptra” está registrado en Argentina como de uso exclusivo para profesionales y tiene una categoría de riesgo IV.
Sin embargo, las unidades halladas eran falsificaciones, lo que aumenta significativamente los riesgos para la salud de los pacientes.
Asimismo, se identificaron productos que declaraban principios activos como lidocaína, prilocaína y epinefrina, pero que no estaban registrados ante la Anmat, violando las normativas locales de fabricación, importación y distribución.
El organismo subrayó que el uso de estos productos no registrados puede causar graves daños a la salud, ya que no se cuenta con garantías sobre su eficacia, calidad o seguridad. Además, en algunos casos se hallaron productos abiertos y usados, lo que agrava aún más los riesgos de contaminación e infecciones.
Medidas adoptadas
En función de los hallazgos, se dispuso lo siguiente:
Prohibición total: Se prohibió el uso, comercialización y distribución de todos los productos identificados durante la inspección, incluyendo dispositivos médicos y medicamentos de origen desconocido o falsificados.
Notificación a las autoridades: Se informó a las autoridades sanitarias provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires para garantizar el cumplimiento de la disposición.
Alertas a profesionales y pacientes: La ANMAT instó a la población a evitar el uso de estos productos y solicitó a los profesionales de la salud que denuncien cualquier sospecha sobre productos médicos irregulares.
Advertencia a la población
La Administración Nacional enfatizó la importancia de adquirir medicamentos y dispositivos médicos exclusivamente en establecimientos habilitados y de proveedores reconocidos. El consumo de productos no registrados o falsificados representa un serio peligro para la salud, ya que podrían contener sustancias tóxicas o no cumplir con los estándares de calidad.
En este sentido, la Anmat destacó que los profesionales de la salud también tienen la responsabilidad de garantizar que los productos utilizados en sus procedimientos cumplan con las normativas vigentes, para proteger a sus pacientes y evitar sanciones legales.
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