Existen muchas enfermedades autoinmunes y cada una de ellas representa un desafío para los pacientes y los profesionales. El síndrome de Sjögren forma parte de estas afecciones. Para comprender más de qué se trata, desde El Litoral hablamos con una profesional que explicó todo lo que hay que saber sobre esta dolencia.
La reumatóloga Gabriela Bortolotto (MP 3216) expuso que el síndrome de Sjögren es una afección autoinmune crónica que afecta principalmente las glándulas del cuerpo, especialmente las salivales y lagrimales.
Haciendo un poco de historia, la profesional contó que “la enfermedad recibe el nombre en honor al médico sueco Henry Sjögren, quien la describió por primera vez en 1930, dando a conocer que provoca sequedad en ojos y boca, pero también sobre el impacto que puede tener en diversas áreas del organismo”.
Los pacientes experimentan sequedad bucal, lo que puede dificultar hablar, tragar y masticar.
Síntomas y causas
“Dentro de los síntomas más comunes se encuentran la sequedad ocular, irritación, enrojecimiento y visión borrosa. Los pacientes también experimentan sequedad bucal, lo que puede dificultar hablar, tragar y masticar. Aumenta el riesgo de caries y problemas en las encías”, informó Bortolotto, quien además aclaró que existen otras manifestaciones como dolores articulares, hinchazones, dolores musculares y fatiga. También puede afectar órganos internos como los pulmones, el corazón, los riñones, la piel y el sistema nervioso, lo que puede dar lugar a una variedad de síntomas y complicaciones, incluyendo un mayor riesgo de linfomas.
En cuanto a las causas, a pesar de décadas de investigación se desconoce exactamente qué provoca el Síndrome de Sjögren. La entrevistada contó que “puede deberse a una combinación: genéticos, hormonales y alteraciones en el sistema inmunológico, como así también infecciones virales y exposición a toxinas”.
En cuanto a lo genético, Bortolotto sostuvo que “es muy común ver a más de un miembro de la familia con alguna enfermedad autoinmune como la artritis reumatoidea o el lupus. Eso hace que el sistema inmunológico ataque por error las propias células y tejidos”.
Para la piel, se aconseja usar cremas y geles.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico del Síndrome de Sjögren puede ser un desafío debido a la variabilidad de los síntomas y su superposición con otras enfermedades. Por eso los profesionales “se basan en una historia clínica detallada, un examen físico que busca signos como sequedad ocular y bucal, y pruebas de laboratorio que incluyen la medición de la producción de lágrimas y saliva y la detección de anticuerpos específicos”, explicó la reumatóloga.
Por otro lado, la profesional, aclaró que muchas veces se realizan biopsias de las glándulas salivales para encontrar inflamación y células inmunológicas que respaldan el diagnóstico.
A la hora de abordar los tratamientos que existen para afrontar este trastorno, la entrevistada dijo que el mismo va a depender de la gravedad de los síntomas y del área afectada. “Las medidas incluyen el uso de lágrimas artificiales y enjuagues bucales sin alcohol para aliviar la sequedad. En casos más severos, se recurre a medicamentos antiinflamatorios y modificadores de enfermedades, e incluso a drogas biológicas. El manejo del estrés, una nutrición equilibrada y la actividad física son componentes esenciales del tratamiento”.
Se desconoce exactamente qué provoca el Síndrome de Sjögren
Uno de los aspectos fundamentales es “el trabajo con un equipo multidisciplinario que incluye: un reumatólogo, oftalmólogo, odontólogo y a cualquier otro especialista que se vea involucrado por los síntomas. En el caso de sequedad en los ojos se recetan lágrimas artificiales, geles lubricantes o ungüentos, en tanto para la sequedad de la boca se usan enjuagues bucales sin alcohol, comer chicle sin azúcar, lo que también estimula la producción de saliva. Para la piel, se aconseja usar cremas y geles. Una vez que se alivian los síntomas con medidas simples se pueden tener en cuenta otras opciones como humidificadores en el ambiente”, sostuvo la médica.
“Dentro de los medicamentos lo primero que se utilizan son los antiinflamatorios, corticoides y otros que se denominan modificadores de enfermedades. Cuando el paciente no responde o el compromiso es más severo, se recurre a drogas biológicas. Por supuesto una dieta saludable, cambios en el estilo de vida, realizar actividad física de manera regular y manejo del estrés, son fundamentales”, aclaró la reumatóloga.
Es importante resaltar que el estrés puede empeorar los síntomas autoinmunes, por lo cual “se sugieren técnicas de relajación como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la actividad física. Eso ayuda mucho a mejorar la circulación, reducir la inflamación y aumentar la sensación de bienestar”, explicó la profesional.
Para los pacientes con Síndrome de Sjögren, el cuidado de la salud bucal y ocular es fundamental. Se recomienda una higiene bucal rigurosa, que incluye cepillado suave, uso de hilo dental y enjuagues bucales sin alcohol. La hidratación constante y evitar el tabaco y el alcohol también son esenciales. Para el cuidado ocular, se sugiere el uso de lágrimas artificiales y limpieza regular de párpados y pestañas.
Pronóstico a largo plazo
El pronóstico del Síndrome de Sjögren varía de un paciente a otro debido a la heterogeneidad de la enfermedad. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y la gestión de los síntomas, la mayoría de los pacientes puede llevar una vida plena y activa. Aunque no existe una cura definitiva, los avances médicos mejoraron significativamente el pronóstico a largo plazo de los pacientes.
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