Un estudio reciente llevado a cabo por expertos de la Universidad de Limerick, en Irlanda, reveló por qué el momento óptimo para caminar es justo después de comer.
Caminar es una actividad que no sólo ejercita nuestros músculos, sino que tiene un impacto positivo en nuestra salud a nivel general.
Un estudio reciente llevado a cabo por expertos de la Universidad de Limerick, en Irlanda, reveló por qué el momento óptimo para caminar es justo después de comer.
De acuerdo con el estudio, el simple hecho de levantarse después de las comidas tiene un impacto significativo en nuestra salud.
Y es que, los investigadores encontraron que dejar de estar sentado y levantarse tras cada comida puede reducir la glucosa en un promedio del 9,5%, en comparación con aquellos que permanecen sentados.
Aidan Buffey, coautor del estudio en el Health Research Institute, destaca que este cambio en la postura ya supone mejoras para el organismo, independientemente de si se realiza un paseo adicional.
Los beneficios aumentan considerablemente cuando incorporamos el ejercicio físico -como caminar- a esta rutina. Al caminar después de comer, los niveles de glucosa suben y bajan de manera más gradual, lo que resulta en una estabilidad en los niveles de insulina, facilitando la conversión del azúcar en energía para el cuerpo.
Del mismo modo, el estudio enfatiza la importancia del movimiento intermitente a lo largo del día. Los voluntarios que realizaron pequeños paseos acumularon aproximadamente 28 minutos de actividad física diaria, lo que resultó en una reducción promedio del 17% en los niveles de glucosa en comparación con aquellos que permanecieron sedentarios.
Además, los expertos médicos destacan que las personas físicamente activas durante más de 20 minutos al día reducen en un tercio el riesgo de morir en comparación con las personas inactivas.
Por lo tanto, levantarse después de comer y moverse intermitentemente a lo largo del día puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud y reducir los riesgos asociados con el sedentarismo.
Una vez que comprendemos los beneficios de levantarse y moverse después de las comidas, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones prácticas para implementar este hábito en nuestra rutina diaria. Para ello, te sugerimos algunos consejos simples para incorporar movimiento después de comer:
Levántate y da un breve paseo: Después de cada comida, levántate de la mesa y da un pequeño paseo por tu casa o la oficina. Esto ayudará a activar tu cuerpo y facilitará la digestión.
Realiza ejercicios simples: Además de caminar, considera realizar ejercicios simples como subir escaleras, hacer sentadillas o estiramientos básicos. Estas actividades pueden ayudar a mantener la circulación sanguínea y evitar la sensación de pesadez después de comer.
Establece recordatorios: Si tendés a olvidarte de levantarte después de comer, establece recordatorios en tu teléfono o coloca notas visibles en lugares estratégicos para recordarte la importancia de moverse después de cada comida.
Hacé del movimiento un hábito: Con el tiempo, intentá hacer del movimiento después de comer un hábito arraigado en tu rutina diaria. Cuanto más consistente seas, mayores serán los beneficios para tu salud a largo plazo.
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