El “síndrome del espejo retrovisor” es una metáfora que describe la tendencia de algunos individuos a enfocarse demasiado en eventos pasados, ya sean positivos o negativos, y pasar por alto el presente y el futuro. La psicóloga Karen Basabilbaso (Mat.1679), explicó que este patrón de pensamiento puede tener efectos perjudiciales en la salud emocional y física de las personas.
Este problema se manifiesta de varias maneras. “Por un lado, algunas personas se obsesionan con errores o malas decisiones del pasado, lo que puede impedirles disfrutar del presente y avanzar hacia el futuro. Otros individuos idealizan su pasado, creyendo que todo era mejor en tiempos anteriores. Esta visión distorsionada de la realidad actual puede generar una percepción negativa del presente y afectar la capacidad de tomar decisiones en el aquí y ahora”, manifestó la profesional.
Por otro lado, la psicóloga señaló que “el cerebro juega un papel clave en este fenómeno. Procesa experiencias pasadas y las almacena como recuerdos asociados con emociones positivas o negativas. Cuando una persona se concentra en eventos negativos del pasado, puede activar circuitos neuronales que desencadenan respuestas emocionales perjudiciales en el presente, como ansiedad, depresión o estrés crónico. Esta situación puede tener consecuencias graves en la salud mental y física de una persona”.
Algunas personas se obsesionan con errores o malas decisiones del pasado
Efectos en la salud
El estrés crónico derivado del enfoque excesivo en el pasado puede desencadenar una serie de problemas de salud. Un ejemplo es que “el sistema endocrino puede verse afectado, aumentando los niveles de cortisol y adrenalina en el cuerpo. Estas hormonas están estrechamente relacionadas con el estrés y pueden tener un impacto negativo en varios sistemas corporales, como el inmunológico, debilitándose y haciéndolo más susceptible a enfermedades”, dijo la entrevistada.
Además, “el estrés sostenido en el tiempo puede contribuir a la inflamación crónica de bajo grado, una condición silenciosa pero persistente que puede estar en la base de muchos procesos de enfermedad crónica. Los problemas de sueño, la fatiga y otros síntomas físicos y emocionales pueden empeorar si no se aborda el síndrome del espejo retrovisor”, enfatizó Basabilbaso.
Otros individuos idealizan su pasado, creyendo que todo era mejor en tiempos anteriores
¿Cómo manejarlo?
La psicóloga ofreció algunas estrategias para manejar el síndrome y vivir en el presente. Una de ellas es practicar técnicas de meditación, que pueden ayudar a las personas a centrarse en el aquí y ahora y a desarrollar una mayor conciencia de su entorno. Estas prácticas pueden ser especialmente efectivas para quienes experimentan dificultad para conectarse con el presente y el futuro.
Otra recomendación es conectarse con la naturaleza. Pasar tiempo al aire libre y rodearse de entornos naturales puede tener un efecto calmante en la mente y el cuerpo, permitiendo a las personas alejarse de los pensamientos negativos sobre el pasado y disfrutar del presente.
Para quienes se encuentran atrapados en el ciclo del pasado, Basabilbaso sugirió “considerar la posibilidad de buscar ayuda profesional. La psicoterapia puede ser una herramienta valiosa para analizar los motivos detrás de esta tendencia y desarrollar estrategias para vivir más plenamente en el presente. Identificar y trabajar en los problemas subyacentes que causan la obsesión con el pasado puede conducir a una mayor estabilidad emocional y a una mejor calidad de vida”.
Otra estrategia recomendada por la profesional fue la de observar fotografías de recuerdos positivos. Este ejercicio puede ayudar a procesar eventos agradables del pasado y generar una cascada de emociones positivas en el presente. No obstante, es importante evitar caer en la trampa de idealizar el pasado o vivir constantemente en él. En cambio, integrar buenos recuerdos al presente puede ser una forma de equilibrar la mente y disfrutar del momento actual.
“Tomar conciencia de los efectos negativos que tiene enfocarse de manera excesiva en el pasado y hacer un esfuerzo consciente por vivir en el presente puede marcar una gran diferencia en la salud mental y física de una persona. Al dejar atrás la obsesión con el pasado, los individuos pueden abrirse a nuevas oportunidades y experiencias, y construir un futuro más prometedor”, culminó la profesional.