– Tipo como que tenemos que hacer tipo un resumen o algo así – me dijo Liz, con una sonrisa.
Como en la era digital la comunicación es más rápida que nunca, los adolescentes buscan formas concisas y efectivas de expresarse entre ellos, simplificando las palabras para comunicarse más rápido.
– Tipo como que tenemos que hacer tipo un resumen o algo así – me dijo Liz, con una sonrisa.
- ¿Tenés que hacer un resumen u otra cosa?
- Es que tipo como que tenemos tipo que hacer que un texto tipo como que quede más chico.
- ¿Y eso qué es?
- Creo que tipo un resumen – No alcancé a decir algo más antes de que Liz volviera a hablar – Es que la profe tipo como que no nos explica bien; es re-ortiba.
- Y si no lo tenés claro, ¿cómo lo vas a hacer?
Liz se tocó tres veces consecutivas el mentón haciendo una pinza con su pulgar e índice, con una expresión de picardía en la mirada.
- Como siempre: se lo pido y me lo hace el chat GPT.
- ¿Siempre hacés eso?
- Y, sí. Es el mejor invento, porque tipo como que ahora ya no hago ni lo poco que hacía antes. Vos sabés que no me gusta la escuela y los profes son uno más infumable que el otro, así que ahora tipo como que el chat GPT apareció para tipo resolverme la vida, porque yo 'time' cero…"
El lenguaje de los adolescentes es una forma de expresión dinámica, en constante evolución y varía mucho según la edad, el contexto y el grupo social. Desde siempre se han manejado con un modo particular de hablar, porque tienen una gran capacidad de crear términos, de manera tal que puede afirmarse que tienen un lenguaje propio, con un vocabulario que va aumentando día a día, Prefieren un lenguaje más relajado y coloquial, evitando expresiones formales. Por un lado, esto se debe al espíritu de rebeldía y transgresión típicamente adolescente y, por otro, responde a las ganas profundas de diferenciarse del mundo de los adultos. Las nuevas palabras surgen con los nuevos comportamientos. Al usar palabras y expresiones específicas, se sienten conectados con sus amigos y se distinguen de los adultos.
Como en la era digital la comunicación es más rápida que nunca, los adolescentes buscan formas concisas y efectivas de expresarse entre ellos, simplificando las palabras para comunicarse más rápido. Las redes sociales, la música y los videojuegos influyen mucho en el lenguaje, conduciéndolos a utilizar palabras y expresiones que escuchan o ven en esos contextos.
El problema surge cuando la ejercitación de ese modo de hablar propio termina sustituyendo el lenguaje literal y, entonces, aparecen dificultades a la hora de comunicarse con personas fuera de su grupo de pertenencia y, por ende, en la comprensión. El porcentaje de adolescentes que no sólo no comprende lo que lee sino también lo que se les dice crece a pasos agigantados. Incluso hasta tienen serias dificultades para interpretar los hechos que ven y las situaciones que viven, no siendo capaces siquiera de relatarlas con hilación y coherencia.
Porque todo es tipo como que…
Estamos gestando nuevas generaciones habituadas al menor esfuerzo y la mayor rapidez, que vienen suplantando a los adultos presentes como figuras de referencia por otros que, tecnología mediante, ocupan demasiado espacio y tiempo en su cotidianeidad, manipulando mucho más pantallas que libros. Y, como si todo esto fuera poco, los hemos acostumbrado a darles todo servido en bandeja, cuestión que hoy hace que, en vez de interesarse en aprender a pensar, sigan optando por lo que se jactan como si fuera una picardía y es dejar librado al criterio de la inteligencia artificial lo que ellos mismos deberían ser capaces de resolver.