Es común experimentar puntos brillantes o manchas en la visión, conocidos como miodesopsias, que se asocian con el envejecimiento del vítreo y generalmente no indican un problema grave.
No suelen intervenir con la visión, pero pueden resultar incómodos para muchas personas.
Es común experimentar puntos brillantes o manchas en la visión, conocidos como miodesopsias, que se asocian con el envejecimiento del vítreo y generalmente no indican un problema grave.
Pero, si los síntomas se agravan o aparecen de repente, es importante consultar a un oftalmólogo, ya que podrían indicar un problema más grave en la retina.
Las manchas y puntos brillantes que a veces aparecen en nuestro campo visual, no son más que sombras proyectadas sobre la retina por pequeñas acumulaciones de gel vítreo que se encuentran dentro del ojo.
Según la Academia Americana de Oftalmología, estos conglomerados pueden parecer telarañas o manchas oscuras que no interfieren directamente con la visión, pero pueden resultar incómodos para muchas personas.
"En realidad, el paciente no ve la opacidad, sino la sombra que esta genera sobre la retina, de ahí que se vean más en ambientes con mucha iluminación y sobre fondos blancos, como paredes blancas o durante la lectura", explicó al portal CuidatePlus, Marta Gómez Mariscal, del Servicio de Oftalmología del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Por otra parte, el Centro de Oftalmología Barraquer señala que estas "moscas" suelen ser más evidentes en situaciones de estrés o cansancio, y su visibilidad varía dependiendo del fondo sobre el cual se fija la vista: son más notorias al mirar superficies claras o luminosas.
Además del envejecimiento, hay ciertos factores que incrementan la probabilidad de experimentar estas miodesopsias, como:
La miopía.
La cirugía de cataratas.
La capsulotomía, un procedimiento láser para limpiar la cápsula posterior del ojo.
Según explicó Gómez, si experimentás un aumento repentino de estas manchas o destellos de luz, es fundamental consultar a un oftalmólogo de inmediato:
Aparición repentina de nuevas moscas volantes.
Incremento en la cantidad de destellos de luz (fotopsias).
Presencia de sombras en la visión periférica.
Sensación de una cortina gris cubriendo parte de la visión.