El Jueves Santo se conoció la medida. El cierre del puente Carretero, que une Santa Fe con Santo Tomé, generó un sinfín de problemas para ambas ciudades, sobre todo para aquellos que se encuentran en la margen oeste del río Salado.
Bajas de hasta un 40% de las ventas. El intendente comparó la situación con la pandemia. Iniciativas para ayudar a los afectados.
El Jueves Santo se conoció la medida. El cierre del puente Carretero, que une Santa Fe con Santo Tomé, generó un sinfín de problemas para ambas ciudades, sobre todo para aquellos que se encuentran en la margen oeste del río Salado.
El intendente santotomesino graficó la situación de la principal avenida (7 de Marzo) como similar a lo ocurrido en la pandemia del coronavirus. A esa descripción se le suman conceptos de aquellos que lo sufren en carne propia: los comerciantes.
En una recorrida realizada por la zona afectada, El Litoral consiguió testimonios que muestran la dura realidad que atraviesan. “Muy poco movimiento de gente, Santo Tomé es una ciudad de paso. Por ejemplo, tenemos clientes de San Carlos y de otras localidades que van a Santa Fe a hacer trámites, pasan y compran. Todo ese flujo de gente, ahora no lo tenemos”, detalló Verónica de un comercio de artículos de iluminación.
“Dejó de ser una avenida”, sumó la entrevistada. Ante la consulta por si sería un alivio no pagar impuestos hasta que se normalice la situación, la comerciante contestó positivamente: “Sí, sería una ayuda”, dijo.
“Desde que se cerró el puente, nosotros al mediodía perdimos entre un 60 y 70 por ciento de ventas; de noche, más o menos, se mantiene en lo normal pero se nota una disminución de gente que venía desde Santa Fe”, comentó Alberto, responsable de un comedor. “No entra nadie”, agregó.
“La única ayuda que nosotros necesitamos es que arreglen el puente”, remarcó el entrevistado. “Acá son 17 familias que dependen de que ese puente esté trabajando”, argumentó.
Ante este inesperado panorama, el senador por La Capital, Julio “Paco” Garibaldi dialogó con este medio y destacó: “Los comercios que ya venían golpeados recibieron un mazazo”. El legislador a modo de ejemplo aclaró que hubo comercios, como estaciones de servicio, que licenciaron a parte del personal.
“Entonces proponemos un alivio rápido en lo tributario, que no paguen impuestos estos comerciantes porque se ven afectados por el problema concreto que es el cierre del puente”, señaló Garibaldi.
Al mismo tiempo, el senador aseguró que renovaron los reclamos para que Vialidad Nacional avance con el nuevo puente, que ya tiene la traza aprobada. “Estuvimos en Buenos Aires para pedirles que apuren la obra (de arreglo del Carretero), que sean rápidos en solucionar el problema”, sostuvo.
“También por supuesto fuimos por la solución de fondo, que es la nueva traza. Sabemos que es algo que se viene prometiendo desde Néstor Kirchner a esta parte y nadie lo cumple. No es la solución urgente de hoy pero sí la de fondo”, cerró Garibaldi.
El martes 12 de marzo, El Litoral publicó un informe especial que advirtió sobre los riesgos que podría provocar el sector averiado. La voz de un especialista y las elocuentes imágenes captadas por el drone mostraron el deterioro.
Una semana después restringieron el paso de tránsito pesado. Mientras tanto, diferentes voces del arco político pusieron el tema en agenda. En simultáneo, Vialidad Nacional realizaba tareas sobre los chapones colocados provisoriamente.
El baldazo de agua fría y confirmación de lo que había anticipado El Litoral, llegó el jueves Santo con un comunicado de Vialidad Nacional anunciando el cierre total del Carretero desde el día siguiente.
La solución provisoria fue la instalación de un puente Bailey sobre el lugar deteriorado para permitir el paso de transporte público y servicios de emergencias. Motos, bicicletas y peatones también pueden circular por el viaducto.
Las consecuencias visibles, se vieron los primeros días hábiles después de Semana Santa. Gran afluencia de tránsito sobre la autopista Santa Fe - Rosario en la zona de countries y el Acceso Norte de Santo Tomé.
Tiempos
Tal y como contó El Litoral, la obra de reparación demandará una inversión de 595 mil dólares a precio oficial, con un plazo de 3 meses de ejecución. Las tareas fueron licitadas en diciembre pasado pero se demoró por falta de fondos del Estado Nacional. La empresa que rubricaría el vínculo con Vialidad Nacional para realizar la obra es la rosarina Cicsa. En Santa Fe, VN no tiene precisión sobre cuándo comenzarán las tareas
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