Nadie esperaba que ese día "normal" de 2018, de la mano de un tal Julio Avelino Comesaña y con un gol de los del montón, la historia de Luis Miguel Rodríguez terminara con oro y gloria en esa noche de San Juan, el 4 de junio de 2021. Y, como pasó ahora con el "Barba", nunca nadie estaba preparado para el exilio en La Plata.
Igual, esa noche del festejo con Banfield, cuando Vignatti le imploró que venga y Eduardo Rodrigo Domínguez lo fue a buscar con su coche, quedó claro algo: "El amor es más fuerte". Siempre. Porque aún el que se hubiera enojado de su hasta luego a Gimnasia (duró menos de lo que muchos pensanban), no se podrá olvidar que ese tucumano nacido en Simoca con una "10" en la espalda fue el que tenía en sus pies las llaves de la gloria.
Con los ídolos que hacen historia nunca hay rencor, ni bronca ni nada. Hay agradecimiento eterno. Como con Eduardo, aunque a muchos no les haya gustado el final del "Barba". Ya está, tocaron la gloria y quedaron en la historia. Lo que no hizo nadie en 116 años.
Con 25 goles en 62 partidos. Con 18 asistencias según los especialistas. Con esos penales "al saltito" como en el Mineirao. Y con una estrella dorada bordada en el pecho, el "Pulga" de Simoca está de vuelta en el Cementerio de los Elefantes.
En principio, por lo que pudo averiguar El Litoral, el contrato del "Pulga" con Colón se extenderá hasta el mes de diciembre de 2023, apenas un puñado de días antes de cumplir 39 años. A esa altura, por más que con el "Pulga" nunca se sabe, quedará a un paso de retiro. Que podrá ser con la sangre y luto. O quizás vuelva a Tucumán para decirle chau al profesionalismo con la camiseta de Atlético.