No hay margen para hablar de objetivos, ni de prioridades ni nada de lo que habitualmente se habla cuando se inicia una doble o triple competencia. Colón, con estos resultados que sucedieron a la derrota del viernes en Mar del Plata, corre el riesgo de quedar en el último lugar de la tabla si pierde con San Lorenzo. Nada ni nadie hacía suponer esta magra realidad, en un año para el olvido, con cinco entrenadores, con un plantel golpeado desde todo punto de vista, con cinco jugadores que son potables titulares y que no podrán jugar ante Deportivo Municipal y con las dudas lógicas que plantea una realidad indisimulable. Cuando a las 21.30 (hora peruana) del domingo, el plantel pisó suelo limeño, el choque con una realidad muy negativa era el único semblante que se percibía. Siempre se dice que, en las malas, es cuando realmente se nota de qué “madera” es el plantel. Lavallén insistió mucho en que vé un grupo de jugadores que se sienten golpeados y que por eso tiene que levantarlos anímicamente. Ya hubo una rebelión ante la adversidad y se dio frente a Racing. Duró eso, nada más. El viernes pasado, Colón volvió a ser el equipo sin reacción que preocupa.
Viajó Sandoval en lugar de Morelo. El resto, es el mismo plantel que estuvo en Mar del Plata, sumando a Guillermo Celis, que se quedó afuera de los que firmaron planilla en el Minella. Este lunes por la mañana, la actividad se iba a llevar a cabo en el polideportivo de Alianza Lima, en las afueras de esta capital. Ahí, Lavallén comenzará a ver de qué manera arma el rompecabezas para jugar ante Municipal. De todos modos, no hay demasiado para inventar. Si algo está seguro y se puede gastar a cuenta, es la integración del bloque defensivo: Burián será el arquero; Toledo, Olivera, Ortiz y Escobar tienen comprados los boletos para ser la línea de cuatro titular. Después, se supone que Zuculini irá de arranque, que Zuqui va a jugar y que también Estigarribia tiene muchas chances de hacerlo. El Pulga Rodríguez estará arriba y restan saber el par de nombres que completaría el equipo. ¿Acaso la chance para que juegue Bernardi?, es posible. Lavallén habló bien de él luego del partido con Aldosivi. “Es un jugador que sabe romper líneas, un volante que logra superar, por dinámica, el bloque defensivo que lo espera”, señaló el entrenador.
La actividad de Colón, en Lima, al margen de haber llegado muy tarde el domingo para alojarse en un hermoso hotel de la no menos hermosa zona de Miraflores, quizás el lugar más residencial que tiene esta capital peruana, contempla una rueda de prensa que se celebra cuando El Litoral salga a la calle este lunes. Después del partido, el plantel permanecerá en esta ciudad y el miércoles por la mañana, alrededor de las 11, está previsto un entrenamiento que se llevará a cabo en el mismo lugar (el polideportivo de Alianza Lima), antes de emprender el regreso a Buenos Aires (llegará el jueves a las 5 de la mañana), tras lo cuál se abordará, en Ezeiza mismo, un vuelo a Rosario y los últimos 150 kilómetros en micro a Santa Fe.
No será cómodo el regreso a Santa Fe. La cantidad de horas y el hecho de pasar la noche en los aeropuertos y en el avión, tornarán pesado el viaje y quitará posibilidades de descanso al plantel, que 48 horas después tendrá que recibir la visita de San Lorenzo, en el partido que se postergó aquella vez, cuando varios jugadores sabaleros se descompusieron luego del viaje a Buenos Aires para enfrentar a Lanús y se temió por la posibilidad de que hubieran contraído dengue. ¿Y los lesionados?, difícil que alguno llegue. Por allí puede darse lo de Heredia, que ya tiene el alta médica. Lavallén es muy pesimista con Fritzler (“recién jugará la última fecha ante Gimnasia”, dijo) y habrá que ver qué pasa con Esparza, Vigo y Morelo. Pero dada la urgencia de resultados y de cambio de imagen y semblante que tiene este plantel, lo que urge ahora es el partido del martes. Y todos apuntan a Municipal.
El 0-3 con Aldosivi dejó las primeras críticas hacia un entrenador que, evidentemente, no ha podido ni puede trabajar porque no hay tiempo. Es posible que la elección de Lavallén, con el “diario del lunes”, haya sido errónea en cuanto al armado del equipo. Clemente de “4” con muchísima inactividad, Bastía y Bueno (ídem a Clemente) en el medio, más la posición extraña de Estigarribia jugando bien cerca del Pulga Rodríguez, no fueron decisiones acertadas a la luz de los resultados. Pero a su favor, está claro que si el técnico armó el equipo pensando en el partido del martes por la Copa, no hay otra que justificarlo y entenderlo. Colón –como cualquier club chico- no tiene un plantel como para reemplazar en un mismo grado de posibilidades a tantos jugadores que se lesionan y otros que se “guardan” porque el orden de prioridades así lo exige. De todos modos, hay jugadores que están sometidos a vaivenes constantes que para nada lo benefician. Es el caso de Leguizamón y Sandoval, que pasan de no ser tenidos en cuenta a asumir la responsabilidad total como ocurrió en el segundo tiempo del partido con Talleres en la Docta.
Hubo algunos trastornos el domingo por la cancelación de vuelos que debían salir desde Rosario y que, naturalmente, tenían entre sus pasajeros a muchos hinchas de Colón. Ya hubo una avanzada importante desde hace unos días y están los que aprovecharon la ocasión para ir a conocer el Macchu Picchu. Este lunes será muy especial, porque los hinchas se autoconvocaron en el Parque Kennedy de Lima para realizar allí un banderazo y dirigirse luego al hotel para esperar la llegada del plantel, una vez concluido el reconocimiento del estadio. Esto, lo de pisar el campo de juego del Morumbí, es otra de las actividades de este lunes por parte del plantel rojinegro y se concretará a las 19 (hora local), coincidente casi con el horario de inicio del partido, que será a las 19.30 de Perú, las 21.30 de nuestro país.
A propósito del reconocimiento del estadio, se cambia con lo que acostumbró hacer Eduardo Domínguez, al menos en los últimos dos viajes del año pasado. Tanto el Morumbí, en San Pablo como el estadio Metropolitano de Barranquilla no fueron reconocidos por Colón y los jugadores recién lo pisaron el mismo día del partido, cuando arribaron al estadio para jugarlo. Algo diferente había acontecido en Venezuela, cuando se enfrentó con Zamora. Pero en las siguientes ocasiones, el ex técnico sabalero –que fue despedido por las autoridades de Nacional de Montevideo- prefirió realizar entrenamientos en otros lugares e ir al estadio sólo para jugar el encuentro. Con Lavallén será otra historia.
El arquero de Deportivo Municipal, Steven Rivadeneyra, declaró que tuvo que tramitar la visa para ingresar a Estados Unidos a pedido de la Federación Peruana de Fútbol. El plantel nacional que dirige el argentino Ricardo Gareca jugará dos amistosos en el país del norte, ante Paraguay y frente a El Salvador. Si bien hay tres arqueros trabajando con Gareca, el pedido para que Rivadeneyra haga la visa responde a la firme posibilidad de que sea convocado. Por lo pronto, es casi un hecho que atajará este martes ante Colón.
El ex defensor de Colón es titular indiscutido en Sporting Cristal, uno de los clubes más populares de este país y actual líder del torneo peruano de la mano de otro argentino en la conducción técnica: Claudio Vivas. Este domingo, Sporting Cristal venció 4 a 1 a Universidad César Vallejo, el equipo que es conducido tácticamente por el “Chemo” Del Solar, quien en su momento fue ayudante de campo de Juan Antonio Pizzi en el efímero paso del santafesino como entrenador sabalero, en 2005.