—Me dijo un amigo en común: “Bichi dejó de ir a la cancha porque diez boludos lo putearon, mientras 30.000 lo ovacionaban”. ¿Verdadero o falso?
“Yo no voy a hacer lo que hicieron otros de borrar las fotos con Lerche y olvidarse de los asados”, dice el “20”. En cuanto a la famosa casa del goleador donde vivió el ex presidente dijo: “Yo le alquilo mi casa a quien quiero”.
—Me dijo un amigo en común: “Bichi dejó de ir a la cancha porque diez boludos lo putearon, mientras 30.000 lo ovacionaban”. ¿Verdadero o falso?
—¿Sabés por qué me enojé? Porque ese día habia ido a disfrutar un partido con mi vieja, mi vieja vino para mi despedida al ultimo partido y casi la mato ese día de un infarto. ¿Cuándo me viste enojado y que me quiera pelear con alguien en mi vida? Ese día, agradezco dos cosas: una que estaba con amigos y no me dejaron bajar, porque un estúpido me decía que Colón se iba al descenso por mi culpa y yo hacía un año que me había retirado...La otra por el mal momento que le hice vivir a la vieja y agradezco que no estaban mis hermanos. Gracias a Dios que no vino ninguno de mis hermanos ese día...Sino terminaba todo mal. Ahí dije no voy más y estuve tres años sin ir a la cancha de Colón.
—Pero eran diez contra 30.000...
—Es que el solo hecho que piensen que Colón se vaya al descenso por mi culpa porque yo en su momento dije: “Si se va Lerche yo me voy”. ¿Qué querés?...fue en su momento el que me trajo. Mucha gente se olvida que en el 2008, cuando me trajo lesionado, el 95 por ciento decía que no, que ya estaba viejo, que venía a robar y que no le iba a dar nada al club. Yo respeté eso, después lo que hizo el club...: si choreó, si hizo mal manejo y malgastó la plata, ya es su problema. Yo jugaba al fútbol y era lo único que sabía hacer y creo que lo hice bastante bien, porque después que me trajo hice casi 70 goles más. Eso es lo que me molestaba.
—¿Pensás que estaba “armada” esa puteada?
—Sí, porque son los mismos que una vez, de una Agrupación, me dijeron: “Mirá va a venir éste y se va a presentar de candidato y nosotros somos...”. Yo les dije “Yo no me tengo que juntar con nadie, para qué me voy a juntar”. Esa misma gente se presentó cinco o seis veces más a las elecciones y eran de esa agrupación.
—Decías que la frase fue un agradecimiento: “Si no gana Lerche, me voy”. ¿No te pareció caro el costo que pagaste?. ¿Fue un error o volverías a hacer lo mismo?
—No fue un error...volvería a hacer lo mismo, si además yo encima no votaba. No jodamos, ganó por el 90 por ciento de los votos. Antes de esa declaración mía, ya lo había votado la gente...(hace largo silencio). ¿Quién fue el que dijo “a mi me gusta esta persona”?...¿Te acordás?
—Hubo una declaración fuerte de Vignatti a El Litoral: “no voy a decir a quién votar, voy a decir a quién no votar, no hay que votar a Abraham”. Y la puja era entre Abraham y Lerche...
—Fue Vignatti. Entonces, no es que yo lo metí a Lerche y después ganó porque yo dije “Si no gana Lerche me voy”. Por ahí también la gente escucha eso...
—Quizás era más importante lo que decía Fuertes que estaba adentro que Vignatti desde afuera, mirando el contexto...
—Sí, también, puede ser. La gente escucha ese tipo de cosas y toma partido, para un lado o para el otro. Entonces, en ese momento, todo el mundo quería que me quede.
—¿Y lo de la casa, “Bichi”?
—¿Qué querés que te diga? Estuvo viviendo tres años en mi casa...ahora no los escuché hablar más. Se fue, dejó la casa y de quien me la compró no dicen nada...¿qué jugador vivió ahí tampoco?...que jugadores...que técnico...De todos los que vivieron ahí: Barrado, Pozo, Astrada, Lerche y alguno más. Yo le alquilo mi caso a quien quiero...¿cuántos hay que trabajan en Colón y les alquilan las casas a los jugadores?. Pero yo no escucho decir nada...
—Si bien el peor sentimiento es la lástima...¿te da “lástima” sacarlo a Lerche de tu casa?
—Me pasaba el hecho de ver esa situación, porque yo también tengo hijos. Pensaba “si yo lo echo de acá...¿dónde va a ir porque se iba a exponer mucho?”. Entonces, le dije tomáte el tiempo que quieras y algun día cuando mejore todo esto me devolverás la casa. Y fue así, que se yo...Vos recién dijiste una palabra, ver a una persona y que te de lástima... Es lo peor que te puede pasar. No sentí lastima pero pensaba en los hijos o su mujer por todo lo que habían pasado ellos.
—Antes, cuando pasaba algo que no te convenía, las fotos se quemaban. ¿Hay gente que borró las fotos con Lerche?
—Esos que borran esas cosas son los que en algún momento se sacaron la foto con Lerche por algo. ¡Cuánta gente iba y le hacía asado, ohhh presidente, nuevo presidente de AFA...! ¿Cuántos...cuántos? Y después que explotó la bomba en Colón, esos mismos salieron a decir: “No, me defraudó, hizo mal esto”. Yo no voy a borrar ninguna foto con Lerche, porque a mí me respetó y me trató como si fuera uno más. El dijo esas palabra de “A los ídolos se los respeta”. Y me trajo de Chile lesionado y me dijo que quería que siga jugando en Colón. Después, te repito: lo que hizo con Colón, es problema suyo, no me interesa.
—¿Te volvés roto de Chile y la Católica no te quiere pagar la operación?
—Era un lío: tenía que ir a la FIFA, porque no te puede volver a un club lesionado. Me había roto la rodilla, hablé con el “Lalo” Vega y no quise hacer problemas ni entrar en juicio. Dije: me vuelvo, me pago la operación yo y vuelvo a Colón. Ahí decía: me recuperaré en el tiempo que sea necesario. Y si Dios quiere vuelvo a jugar.
—Enojado y “sacado” te vi con Falcioni...
—¿Te acordás que te dije prefiero irme antes que armar “quilombo” en Colón?
—Sí y el quiebre fue ese partido en La Bombonera...
—Antes de ese partido con Boca, en la semana, Falcioni me pregunta ¿querés ir al banco?. Le digo “sí Julio, cómo no voy a querer ir?”. Me dice “Por ahí te necesito” y le respondo “ Estoy para lo que sea”. Perdíamos 2 a 0 y en el segundo tiempo me manda a calentar. Pasaba el tiempo, calentaba, manda a otros dos chicos a calentar... Los primeros cambios fueron los dos chicos, manda a calentar a otro más y hace el tercer cambio. Cuando estaba volviendo al banco digo “no juego más”. Vamos perdiendo, quiere que jueguen tres chicos, que para mí los quemó porque después no los utilizó más y terminó el partido. Me estaba duchando y decía “yo no quiero problemas ni con Colón ni con Falcioni, porque nunca me había peleado con un técnico”. Va para el baño Falcioni, lo cruzo y le digo “Julio creo que no me merecía, si yo no le pedí ir al banco, usted dijo que a lo mejor me necesitaba”. Me dijo Falcioni que “el partido estaba rápido” y resulta que íbamos perdiendo.
—¿Qué más te acordás de esa charla?
—Le dije “con usted no me voy a pelear porque usted siempre tuvo problemas con la gente grande en todos los planteles. Yo hablo con los dirigentes y me voy”. Falcioni me dice que lo piense. Salgo del estadio y da la casualidad que estaba Alberto Lavalle, mi representante, socio de Boca que no se pierde un solo partido en La Bombonera y le dije “Me voy de Colón”. Los dirigentes me dijeron que estaba loco. Ya verlo a Falcioni, me iba a sacar las ganas.
—Y te fuiste nomás...
— El martes cuando volvimos, me cambié y le dije a Falcioni “le voy a anunciar a los muchachos que me voy. Era en el SAT y les dije “no comparto, nunca me peleé, así que me voy. Y si no me puedo ir, no juego más y listo”.
—¿Les molestaba que los llamaba por el apellido y los trataba de usted?
—No es lo normal ese trato, genera cosa. Tuvimos un compañero que lo había tenido y nos había cantado todo. En ese cuerpo técnico el único que se salvaba era De Felipe, un tipo espectacular.
—Pasaron los años, sufrió un cáncer y llegó a dirigir con un megáfono. ¿Qué sentiste al verlo así a Falcioni adentro de una cancha?
—Le mandé muchos saludos, me dio cosa verlo así. No nos peleamos y verlo así me generó tristeza. No me gusta ver a la gente así. Le dije a Adrián, el “Loquito”, que es su ayudante de campo, “mandále un abrazo que se recupere pronto”. Además, conocimos a su hija que era gerente del Ramada donde concentrábamos. Por suerte se pudo recuperar.