(Enviado Especial a Buenos Aires)
La elección del nuevo DT y la posible vuelta al ruedo del ex presidente, acapararon la atención de los “bosteros”. Colón llegó a la Bombonera con el objetivo de no quedar “marcado” para la historia.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
La jornada de domingo fue estupenda en Buenos Aires. Se notó la altísima presencia de turistas en toda la ciudad, sobre todo en la zona del obelisco y también en las adyacencias del estadio de Boca. Es que el famoso Caminito es toda una atracción, a la vera del Riachuelo, mucho más en los días en que juega Boca. Hubo dos temas que acapararon la atención. El principal de todos, fue la decisión que tomó Riquelme de contratar a Jorge Almirón como entrenador, un técnico que luego de aquella notable campaña con Lanús, no pudo repetir. Y que además viene de dirigir muy poco en Europa y con suerte adversa. ¿Es el técnico con suficiente espalda para dirigir a Boca?, ¿estaba en los planes iniciales o fue apareciendo a medida que se cayeron los principales candidatos, arrancando por el Tata Martino?. Sin dudas que Martino era el hombre elegido, pero el “no” del Tata hizo que se abriera el espectro, con muchos nombres que no terminaron de convencer. El otro tema, es la aparición pública de Mauricio Macri, quien se aparta de la política nacional y sale con todo a pelear por su vuelta a la presidencia de Boca. Así lo dio a entender y fue el otro tema que acaparó la atención de la multitud que se fue acercando desde muy temprano a la mítica Bombonera.
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El partido no sólo planteaba, a priori, un gran compromiso para Colón a fin de evitar que se prolongue la racha sin victorias y superar a aquélla del Metropolitano de 1973 (fueron nueve partidos, pero se ganó en la décima), sino también el tiempo que llevaba Colón sin poder vencer a Boca con una estadística totalmente desfavorable. El último triunfo sabalero fue en 2010, hace exactamente 13 años (se cumplieron este sábado pues el partido en cuestión se jugó el 8 de abril de ese año). Aquélla noche, Colón produjo una gran actuación y goleó a Boca por 3 a 0 con dos figuras de excepción: Facundo Bertoglio y Esteban Fuertes. Ellos fueron los autores de los tres goles (dos de Bertoglio y uno del Bichi). A ese equipo lo dirigía el Turco Mohamed y alistó a Pozo; Candia, Garcé y Nicolás Torres; Caire, Capurro, Rivarola y Ricardo Gómez; Bertoglio, Lucas Acosta y Fuertes. Luego entraron Moreno y Fabianesi y dos “pibes” del club: Baumann y Quilez.
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Para encontrar una victoria de Colón en la Bombonera, había que remontarse al 2005, cuando el equipo que en ese momento dirigía el Patón Bauza le ganó al del Coco Basile por 1 a 0. El gol lo marcó Moreno y Fabianesi, mientras que en la jugada previa participaron Fuertes y Capurro. Los tres jugadores mencionados, también estuvieron años después en el último triunfo sabalero.
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Si bien son pocos días de separación entre este partido con Boca en la Bombonera con el que afrontará Colón el jueves ante Talleres (jueves a las 16.30 en el Brigadier López), Pipo Gorosito fue contundente al señalar que tanto a Rafael Delgado como al Conejo Jorge Benítez no los había traido a Buenos Aires para preservarlos, pero que ambos estarían en condiciones para el próximo partido ante Talleres del jueves o bien para el siguiente, que será la visita a Platense, el lunes 17 de abril a las 16.30 en Vicente López.
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A muchos le habrá llamado la atención lo que dijo Gorosito respecto de Stéfano Moreyra y su cambio de look (se tiñó el pelo). La producción del jugador fue muy floja en el primer tiempo ante los tucumanos y eso desembocó en su salida en el entretiempo, dando lugar al ingreso de un Perlaza que arrancó bien y que luego se ahogó y no pudo mantener el ritmo y la gravitación que había mostrado en el comienzo de la parte final. Gorosito fue contundente con Moreyra, un chico al que él rescató cuando estaba prácticamente subido al micro para irse a jugar a Puerto Madryn, sin haberlo visto más que en un par de entrenamientos y lo puso de titular desde el primer partido que dirigió. “Cuando tenga 5 o 6 palos verdes, que se pinte el pelo del color que quiera. Me tildarán de antiguo, pero tengo hijos que son más jóvenes que muchos de los jugadores que dirijo. Y tengo ese pensamiento. Primero, que piensen en jugar bien al fútbol y hacer las cosas bien adentro de una cancha; y después, cuando tengan el futuro asegurado, que se pinten el pelo”, dijo Gorosito, quien aclaró que “eso no quita que algunos que se pintan el pelo, jueguen muy bien al fútbol”. Pero se nota que hubo cosas de Moreyra que al técnico le molestaron.
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Se está por cumplir los 20 años de aquella inundación del 2003 que quitó vidas, hogares, pertenencias e historia a muchísimos santafesinos. Este periodista recuerda aquella invitación recibida por parte de José García, por entonces vicepresidente sabalero, para recorrer las instalaciones de Colón en esos días de fines de abril y principios de mayo. El agua prácticamente llegó hasta cerca del travesaño, adentro de la cancha. Y afuera, los destrozos fueron múltiples, sobre todo en el Roque Otrino (el piso de parquet, que había costado 300 mil dólares, totalmente levantado y roto). Con el paso del tiempo, todos coincidieron en algo: la “nobleza” del estadio. “Fue un dique de contención para el agua y eso hizo que mucha gente del Centenario no sufriera más de lo que sufrió”, fue una de las frases más repetidas.
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La primera victoria de Colón en la Bombonera se produjo el 7 de mayo de 1971. Al equipo lo dirigía el Vasco Urriolabeitia y Colón llevaba una racha de 38 partidos sin ganar en Buenos Aires, lo cuál aumentó el enorme valor de la victoria. La figura del equipo fue Carlos Trullet en ese partido. El que le siguió en orden de méritos fue el Bambi Aráoz, quien hace unos días festejó su cumpleaños número 71 y fue saludado por Walter, Marita y Javier González, un ex deportista santafesino que, además, es sobrino y ahijado del Bambi. Esa noche de 1971, en una cancha muy barrosa por la lluvia, Colón ganó 3 a 2 con goles de Ocaño, Di Meola y Humberto Zuccarelli. Uno de los protagonistas de aquél partido fue Alberto Pompeo Tardivo, a quién el Vasco lo ponía de segundo marcador central. “Era la primera vez que podía ganar en esa cancha”, dijo siempre el popular Beto. A Boca lo dirigía José María Silvero, quien en 1973 fue el entrenador de Colón en aquella campaña del Metro de 1973 que recién encontró su primera victoria en la fecha 10.
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Otra curiosidad de aquélla gran victoria sabalera, fue que al día siguiente, Carlos Monzón defendía por primera vez su corona, enfrentando a Nino Benvenuti, a quién le ganó por nocaut técnico en el tercer asalto. Fue la revancha de aquél famoso combate del 7 de noviembre del año anterior, cuando Monzón conquistó el título mundial y dio comienzo a la gran leyenda. En ese entonces, se daba una casualidad: cada vez que Monzón peleaba, Colón ganaba. ¿Habrá sido esa victoria ante Boca el comienzo de aquél mito?
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Facundo Farías lleva seis meses de recuperación de la rotura de ligamentos cruzados y su evolución es muy buena. Desde ya que está realizando todos los ejercicios de rehabilitación y fortalecimiento muscular, pero los tiempos todavía no le dan para volver a jugar. Los cálculos estimativos apuntan a principios de junio como fecha probable de su vuelta a la competencia. Quizás la evolución permita suponer que puede ser antes, pero si se respetan los tiempos previstos, debería ser en unos dos meses, aproximadamente.
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Causó mucha satisfacción la victoria de la reserva de Chupete Marini por 2 a 1 en el Brigadier López ante su similar de Boca. Si bien los “xeneizes” no están cumpliendo una buena campaña en este torneo, igualmente son los jugadores que están a un paso del debut en Primera y siempre es buena medición. Colón está en el puesto 11, ganó la mitad de los partidos que jugó y visitará este lunes a las 20 a Talleres.
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