Burián y la convicción de Domínguez a un año del título de Colón
"Cachorro" dice que aún hoy no se dieron cuenta de lo que consiguieron para el club y la ciudad hace un año. Después de la Olla, pensó que no habría otra final.
"Cachorro", un año después. La emoción en los ojos de Leonardo Burián al recibir la tapa histórica de El Litoral con "Colón Campeón" en medio de esta entrevista. Ya pasaron 365 días de la estrella de San Juan y "Cachorro" lo recuerda con el diario de Santa Fe.
Foto: Fernando Nicola
El increíble show room de González exclusivo, al lado del shopping Estación Recoleta, es el lugar elegido para un íntimo con Leonardo Fabián Burián, a un año de la noche de San Juan con Colón Campeón. La ropa de alta costura, un piano, arreglos florales de Almacén y dos sillones de estilo, elegidos por su titular rosarino Alejandro (fanático de Newell's), generan un clima inmejorable.
"Cachorro" llega con su otra familia, la que tiene en Santa Fe: los hermanos Héctor y Hernán Bar, titulares de HB Sport.
Para arrancar, sale anécdota: "Me habían regalado de Rafaela unos salamines y quesos. Al queso lo rayaba para la ensalada, pero los salamines me los guardé, porque jugábamos miércoles y domingo. Yo decía "ya veo que subo 200 gramos y no me puedo tirar. Dejé los salamines en la heladera. Dice Hernán que si los comía, a la pelota esa de Roa en San Juan no llegaba...".
-¿Dónde está la medalla de campeón?
-En Montevideo, por suerte a esa no me la robaron hace poco cuando me desvalijaron la casa.
-¿Y los guantes?
-Me los sacaron en la misma cancha en los festejos y no se quién los tiene. Eso sí, la camiseta me la llevé yo.
-Aislamiento, pandemia, hisopados cada día... ¡Ya pasó un año de Colón Campeón!
-El tiempo pasa volando. Estoy bien y muy contento por el logro conseguido, algo muy importante para la ciudad y para la institución.
-Para colmo, en lo personal, pandemia y la familia lejos, en Montevideo. Alguna vez me dijiste, entreno y entreno para no pensar...
-No fue fácil... es una situación compleja. Yo lo trato como es el fútbol, el deporte, no lo tomo como un trabajo... si bien lo es. Se trata de algo que disfruto y mi sicólogo en Santa Fe es entrenar. Mucha gente, cuando deja de atajar o se jubila, no tiene nada para hacer. A mí me entretiene el fútbol y me hace olvidar que tengo la familia lejos, con los chicos allá en Montevideo en pleno crecimiento con mi mujer laburando y ocupándose de todo. Agradecido por el apoyo, ellos me aguantaron varios años... estando lejos pero es una decisión familiar que nos fue dejando frutos buenos.
-Atajaste en un grande como Nacional de Montevideo y conseguir logros con ese tipo de clubes no es lo mismo que con Colón o Godoy Cruz donde casi se te da también...
-Si jugás en un equipo grande, caso Boca o River, tenés más posibilidades de salir campeón o pelear cosas importantes. Me tocó salir campeón con el Tolima en Colombia, son pocos los jugadores que logran salir campeón en una carrera... muy pocos tienen ese privilegio. Es cierto con Godoy Cruz la peleamos hasta la última fecha y Boca terminó saliendo campeón.
-Lo logramos acá, en Santa Fe, luego de esa frustrada final de la Sudamericana y se nos dio en Colón un par de años después.
-Recuerdo esa frase que "condenó" acá a Julio Comesaña: "No sé qué me exigen en este club si nunca ganaron nada". ¿Cómo era Colón antes de la estrella y cómo fue Colón después de La Olla con la presión?
-Creo que la presión y la necesidad siempre fue de la gente, de lograr un título. Hubo muchas campañas que acompañó de manera multitudinaria, dentro del país... afuera y por lo general no se daban nunca los resultados. La gente estaba necesitada. Mirá, me acuerdo que un día escuché al "Bola" Lima, el uruguayo que jugó acá (Pablo Martín Lima, temporada 2011/2012) y me dijo: "Nunca vi una hinchada tan brava como la de Colón... ese equipo tiene que salir campeón urgente porque la gente está desesperada en Santa Fe por un título". Me quedaron grabadas esas palabras. Da la casualidad que termino jugando acá en Colón y consiguiendo el título. La gente necesitaba el campeonato, cargaba una mochila grande y después de la final en La Olla creo que se potenció.
El dueño del arco. Leonardo Fabián Burián, íntimo y reflexivo en este mano a mano imperdible con El Litoral, a un año del campeonato conseguido en el estadio del Bicentenario en San Juan. Como nunca, "Cachorro" contó anécdotas increíbles de lo que vivió en Colón.
Foto: Fernando Nicola
-¿Qué pensaste después de La Olla, los 40.000 hinchas que llevó Colón y la final perdida?
-Pensaba que era difícil para nosotros volver a jugar una final... no es fácil en el fútbol jugar una final. Pero se nos dio en poco tiempo, nos sacamos nosotros esa presión y la gente también.
-¿Qué pensás de la gente?
-Que te exige volver a salir campeón, porque dejamos la vara alta. Es difícil salir campeón, por eso les digo que traten de disfrutarlo porque uno nunca sabe cuándo Colón pueda volver a salir campeón.
-Camino a esa Final Única, tanto a vos que te consagraste con los penales como a "Pulga" con los goles, les pasaron cosas feas, con pérdidas de familiares queridos. Ese abrazo en el Mineirao encerró muchas cosas imagino...
- Me acuerdo lo del abrazo en Mineiro, yo me quebré y Pulga también se quebró. Me dijo al oído: "Tratá de disfrutar y no llorar... pensá que los que están allá arriba estarán contentos". Fue un abrazo fraternal y muy emocionante.
-¿Quedaron presionados después de lo de Paraguay?
-El equipo quedó un poco más presionado, pero fueron muchas cosas que vivimos en el camino de esa Sudamericana: el equipo no andaba bien en el torneo y cuando jugábamos los fines de semana, la gente estaba caldeada en el estadio...
-Y encima lo que vino después, esa foto de Eduardo Domínguez cuando vuelve: Colón estaba en zona roja de descenso, gana en Arroyito a Rosario Central con el "Barba", salen ustedes de ahí abajo y se para el mundo. Habían quedado complicados.
-Me acuerdo perfectamente...
-Hoy mismo con Falcioni, parece un "Deja Vu" de Lavallén: extraordinario en la Copa y complicado en el torneo. No tiene explicación, ustedes son los mismos...
-Es difícil encontrarle una explicación a ese cambio de un torneo al otro, se jugó muy bien la Libertadores. Para mí es inconsciente, los torneos internacionales generan otra cosa, pero uno no lo hace a propósito de querer jugar mal el torneo local... Depende el día cuando te levantes, un mal día. Al jugador le pasa lo mismo que a cualquiera.
-¿Cuánto tiempo duraba una charla técnica de Eduardo Domínguez y cómo era?
-Una charla de 35/40 minutos máximo, con los videos del rival, detalle de pelota parada, alguna jugada puntual del rival... Mirá, a Eduardo no le gustaba la charla de arenga y eso de gritos en el vestuario, porque él dice que eso de gritar y gritar dura cinco minutos como euforia adentro de la cancha... Él dice que cuando arranca el partido no te salva nadie y ahí hay que agarrarse de lo que entrenaste en la semana, confiar en eso.
-O sea que si el "Barba" gritó alguna vez fue porque estaba enojado...
-Sí, claro, algún insulto, lo que le pasa a todo técnico...
-¿No hay nada especial que recuerdes de Eduardo en San Juan?
-...(hace silencio y piensa)
-A mí me contó Vignatti que en la merienda antes de salir para el partido final con Racing en San Juan, Eduardo le dijo en el lobby del hotel: "Presidente, ¿qué pasa que tiene esa cara?, en un rato vamos a salir campeones con Colón".
-Eduardo siempre mostró mesura y tranquilidad, pero también confió y vio que el equipo a esa altura estaba muy bien. Nosotros ya veníamos de esa experiencia... de haber perdido en La Olla que nos sirvió mucho y queríamos sí o sí que ese campeonato no se nos escapara. Sacando ese primer tiempo con Talleres de Córdoba acá en Santa Fe, después fuimos superiores, contra Independiente y ante Racing ampliamente en la final.
-Tiene que haber "Cachorro" alguna anécdota de esas imborrables...
-Estábamos en el vestuario, ahí en San Juan, nosotros por salir a la cancha y Eduardo estaba con el teléfono en la mano. Me intriga y me acerco para ver qué hacía... ¡Estaba jugando al Candy Crush. Así que imaginate los nervios que debe haber tenido... jajaja! Se ve que nos veía muy bien a nosotros y estaba totalmente distendido.
-Esas cosas de Domínguez, incluso por su edad, siendo un DT tan joven, ¿le jugaban a favor en la relación con ustedes?
-Los temas generacionales creo que ayudan mucho; por ejemplo Falcioni es de otra época, con otra escuela. No quiere decir que sea mejor ni peor. Julio manejó grupos importantes en clubes muy importantes. Pero sí, Eduardo estaba más cerca de nosotros por una cuestión generacional y eso ayuda... Se había retirado hace poco, por lo que él sabía lo que sentíamos porque lo vivió de adentro. Conoce al jugador, te veía la cara y sabía qué te había pasado... si estabas mal, si estabas bien, si habías dormido poco.
-¿Qué jugador de Colón, más allá de "Pulga" por cuestiones consagradas, te llama la atención?
-Farías es un jugador que es conocido, ya no es sorpresa tampoco. Es un juvenil que tiene mucho futuro, con ese potrero que tiene el jugador sudamericano. Es un chico que si está bien acompañado, porque pasó por situaciones complicadas, tiene todas las condiciones para ser un clase "A". Si está bien rodeado, andará muy bien.
-¡Qué difícil para Facundo manejar tanta exposición! Que lo quiere River, que lo busca Boca, que hay varios clubes del extranjero en la lista...
-Es difícil a esa edad para todos, pero más para Facundo por el contexto familiar que tiene: perdió a su papá, a su abuela que lo crió, ahora medio que el representante lo apadrinó para ayudar. A esa edad, que se hable tanto y de tantos equipos, es difícil llevarlo. Tiene todas las condiciones pero deberá ser bien aconsejado. Nosotros a veces le hablamos, yo también tuve esa edad y a veces venía un grande y te decía "hacé esto... hacé lo otro...". Uno le decía que sí y hacía cualquier cosa.
-El otro día Marinelli de Tigre se equivocó y justo en una final con Boca. ¿Qué pensaste viendo el partido?
-Es lo que tiene el puesto de arquero en ese sentido, pasás en un día a ser ídolo o héroe hasta que te comés un gol y tenés que aguantar muchas cosas críticas como los insultos. Yo por suerte no manejo muchas redes sociales porque es un veneno.
-El día del clásico en el 15 de Abril le mostraste la estrella de campeón en la camiseta de Colón a los hinchas de Unión. ¿Qué pensaste cuando te viste en los "memes" o en la tele?
-Son momentos que pasan... ese día me putearon todo el partido, me tiraron encendedores y hasta una bala me tiraron. Como encima íbamos perdiendo, la única que me quedaba era salir a mostrar la estrella. La verdad, lo digo en serio: esas cosas no sirven y no suman. Pido disculpas porque esas cosas no suman mucho.
-Tu relación con el presidente Vignatti es especial y hubo muchas versiones con eso de la cláusula... ¿Cómo estás vos hoy en Colón?
-Estoy bien, salieron esas versiones de que me iba, cuando pasó lo del robo. Estoy tranquilo. Es verdad que hay una cláusula en el contrato que se puede ejecutar... de los dos lados y para las dos partes. Yo voy a seguir acá en Colón, lo de la Copa Libertadores es muy bueno. Por ahora, sigo.
-Tu contrato acá termina en diciembre: ¿Hay Burián para rato en esto del fútbol?
-Quiero seguir jugando mientras dé el físico, cuando me cueste el día a día para entrenar me daré cuenta. Ahí la cabeza mandará el mensaje. Si puedo seguir jugando afuera mejor. Si toca Uruguay me gustaría volver a Wanderers, donde pasé lindos momentos. Mi hijo se hizo hincha de Wanderers y me dice "Papá si te llaman de Nacional o Wanderers, andá a Wanderers".
-Y después del fútbol... ¿qué?
-Me gustaría capacitarme para ser gerente deportivo, en un futuro me pondré a estudiar eso seguramente.
-La última: ¿se imaginan ustedes, como jugadores, si Colón hubiera salido campeón sin pandemia lo que hubiera sido el festejo con la gente?
-Lo hablamos entre nosotros... Nos perdimos un lindo festejo, nos quedó en el debe, poder compartir con la gente. Nos merecíamos disfrutar, fue una locura lo que pasó hace un año. Es algo que nos perdimos y la gente se perdió lo mismo de estar en la cancha. Fijate que la gente siempre acompañó hasta que llegó la pandemia. La gente no pudo ir y llegó la estrella...
-Bien a lo Colón... Si no sufre un poco o pasa algo, no es Colón...