* "Ví mucha concentración y despliegue a pesar del intenso calor. Tuvimos la más clara, hubo muchos pelotazos, pero cuando el equipo trató de hilvanar algo de fútbol, tuvimos más posibilidades que el rival y encontramos algunos caminos".
Sólo Goltz y Toledo quedaron del plantel anterior, llegaron 18 jugadores y el técnico apuesta a que el orden no se pierda mientras encuentra los mejores intérpretes para lo que quiere. Delfino no partió de una base que había que reforzar, sino del armado de un nuevo plantel.
* "Ví mucha concentración y despliegue a pesar del intenso calor. Tuvimos la más clara, hubo muchos pelotazos, pero cuando el equipo trató de hilvanar algo de fútbol, tuvimos más posibilidades que el rival y encontramos algunos caminos".
* "Cuando pudimos agarrar segundas pelotas con el Perro Prediger y con Nicolás (por Talpone), para sacarla para los costados, pudimos lastimar un poco. Pero hubo muchas imprecisiones".
* "Siempre intentamos sumar de a tres, siempre salimos a buscar la victoria, pero la realidad es que recién nos estamos acomodando. Jugamos con un equipo con gente muy alta. Abusamos de la pelota larga de Vicentini para Toledo, pero es entendible teniendo en cuenta los 50 grados que hacía adentro de la cancha".
* "El desgaste fue muy grande, ellos terminaron también con tres o cuatro acalambrados. Este torneo es mucha lucha y sacar ventaja cuando puedas jugar".
* "No sé si hubiese sido aconsejable que Christian Bernardi haya jugado este partido y meterlo en la cancha con este calor. No lo digo por lo futbolístico, porque siempre es muy interesante. Pero se entiende lo que digo y está expresado con muchísimo respeto. Más allá de que, puntualmente, estaba con una sobrecarga muscular".
* "Yo creo que centrodelanteros son Toledo y Sandoval, los otros son de todo el frente de ataque y no de área. Leguizamón y Axel Rodríguez tienen estas últimas características".
* "Después de los 25 o 30 minutos del segundo tiempo, ninguno de los dos quería más".
* "En el puntaje logrado hasta ahora (4 puntos sobre 6) estoy conforme, el desafío nuestro es seguir creciendo. No nos crearon situaciones claras y eso es bueno. Cuando metés cinco cambios en el partido, estás cambiando la mitad del equipo. Esto también tiene su incidencia".
Iván Delfino habló en Atlanta y no es tan contundente como el presidente del club, con quién compartió plantel en Rafaela alguna vez y se convirtió en el único plan a la hora de buscar un entrenador para afrontar esta nueva etapa, inclusive con las dudas que se generaban por entonces de no saber en qué categoría iba a jugar Colón. El Bicho Godano habla de "Colón candidato" y Delfino sabe que la meta es esa, pero que antes hay un camino por recorrer. La definición de "torneo de largo aliento" la tiene muy impregnada. Y mucho más cuando casi todos los días de la pretemporada tenía que recibir caras nuevas e ir armando un "mosaico" que todavía se presenta como tal.
No descubro nada nuevo si digo que Colón todavía NO ES UN EQUIPO. No es una crítica, es una realidad. Cuando llegan 18 jugadores no se está reforzando una base sino que se está armando un plantel. Y la diferencia entre "reforzar" y "armar" es inmensa. Si Colón se hubiese "reforzado", sería porque Delfino habría encontrado una base de futbolistas. Y esa base NO EXISTÍA. Del plantel anterior, apenas quedaron Goltz y Toledo. Era casi imposible mantener algo más por diversas razones: 1) se habían ido al descenso; 2) varios tenían pretensiones de continuar jugando en Primera; 3) para quedarse, tenían que resignar muchísimo el ingreso económico que tenían firmado y, por lo visto, nadie quería; 4) había deudas que apuraban el alejamiento (ejemplos claros los de Perlaza y Wanchope, entre varios más); 5) no todos tuvieron el pensamiento de Goltz o de Toledo, que ya están en la parte final de sus carreras y lo ven como un desafío -el bajar de categoría- para pelear por un objetivo que los mantenga activos y "enchufados".
Dejo de lado el tema Garcés, que por una situación tan especial como ese poder que se le firmó al representante de Viatri, provocó que las dos partes (el club y el jugador) salgan "perdiendo". Porque está claro que ninguno gana. Y hubiese estado bueno que alguien tan representativo como Garcés siga dando todo adentro de la cancha como lo hizo siempre o deje dividendos económicos para las arcas del club. Ni una cosa, ni la otra.
Por ahora, Colón es un puñado de voluntades que intentan jugar con orden. Hay jugadores que muestran de arranque su jerarquía (caso Prediger), otros que insinúan convertirse en importantes (caso Lago) y otros que buscan su posición y entendimiento con sus compañeros (Talpone y Guille).
Dos partidos son poco para que el análisis pueda explayarse un poco más. Hay jugadores que todavía no fueron ni al banco (Herrera y Sabella, por ejemplo) más otros que vinieron con cierta chapa (Nicolás Delgadillo) que tampoco han sumado minutos. En contrapartida, aparecieron nombres desconocidos en el mundillo sabalero como Picech, jugando un partido y medio, o Aranda, que debutó ingresando como volante por izquierda ante Atlanta, en un partido que a Colón le dejó el claro ejemplo de lo que puede llegar a encontrarse en varias situaciones dentro de esta categoría, en la que la lucha, la fricción, la pelota más por arriba que contra el piso, más campos de juego que no están en un buen estado, son características habituales y a las que habrá que acostumbrarse.
Mientras tanto, mientras se intenta transformar a este nuevo plantel en un equipo, mientras se aguarda que el conocimiento mutuo y el entendimiento entre los jugadores y de éstos con el técnico no demore demasiado, ayuda que haya un cierto orden y que los resultados sean positivos. Para el presidente, Colón es candidato (y creo que es el deseo que todos los colonistas quieren que se convierta en realidad). Pienso que para el técnico también, aunque sea más cauto a la hora de decirlo y ponga una especie de freno circunstancial, como diciendo: "Miren que esto es largo y que hay que llegar bien a la parte final".
De lo que nadie duda es que Colón tiene la obligación -y en esto hay que ser bien contundentes- de ser un equipo protagonista. De local no hay dudas que lo será. De visitante, la primera muestra fue válida sólo en el intento (al minuto de juego fue a pelear una pelota en la salida del rival y Jourdan tuvo un mano a mano que no aprovechó). Después, todo se diluyó y hasta el propio entrenador lo reconoció: "A los 25 o 30 minutos del segundo tiempo, ninguno de los dos queríamos más". Eso también sirve en los partidos que son cerrados y donde cuesta abrirlos, porque si no se puede ganar, tampoco hay que perder. Y el del domingo en Atlanta, fue un partido así.
Al defensor Julián Navas se le practicaron estudios que arrojaron una lesión muscular en uno de los aductores, con lo cuál permanecerá inactivo por unos 20 días aproximadamente y quedó descartado para los próximos partidos. Delfino definirá si sigue con Lucas Picech en su lugar, o si ya lo tiene listo a Ezequiel Herrera, el marcador lateral derecho que viene de San Lorenzo.
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