Por Enrique Cruz (h)
Hay dos aspectos que se descuidaron en muchas oportunidades en el fútbol santafesino: el incremento del patrimonio deportivo y la generación de oportunidades concretas y perdurables para los jugadores de divisiones inferiores.
Muchas veces, los dirigentes no repararon en un detalle: los equipos exitosos y que le terminan dando prestigio a la institución, son aquellos que se conforman con jugadores que pertenezcan al club; y si muchos de ellos surgieron de las inferiores, mejor.
Colón tiene un claro ejemplo en otros tiempos. Aquel equipo que consiguió el subcampeonato y la clasificación para la Conmebol y la Libertadores, fue un equipo que se integró con jugadores que habían sido adquiridos, en su mayoría, por la institución: Leo Díaz, Aquino, Medero, Castagno Suárez, Castillo, Müller, etcétera.
Hoy, Colón se prepara para afrontar un campeonato Clausura en el que urge la necesidad de sumar, si es que se mira la tabla de promedios. Pero más allá de que se debe demostrar en la cancha la respuesta individual y colectiva, los dirigentes, siguiendo las sugerencias del técnico, hicieron indudables esfuerzos para capitalizar el plantel. Hoy, Colón tiene un equipo propio y no prestado. Y éste es un detalle que no se puede dejar de resaltar y destacar. El resto lo deberán demostrar ellos mismos (Astrada y sus jugadores), logrando resultados y justificando la confianza que el club depositó a la hora de invertir en cada uno de ellos.
Todos del club
Astrada definirá el jueves quiénes serán los que saldrán a la cancha a jugar el partido del sábado ante Vélez. Y la prensa, tal cual es la costumbre del técnico, conocerá el plantel en el mismo José Amalfitani. Pero hay nombres que parecen caerse de maduro, salvo alguna sorpresa de último momento: Blázquez; Chitzoff, Garcé, Aguilar y Rivarola; Romero, Prediger, Capurro y César González; Gandín y Ramírez, </fin-Negrita>serán, a no dudarlo, la mayoría (o todos) los que saldrán al césped de Liniers para el debut. Y son todos de Colón, a saber:
* Sebastián Blázquez (50 % de los económicos y totalidad de los federativos): lo recomendó Toresani, vino de San Martín de San Juan.
* Diego Chitzoff (igual que Blázquez en el porcentaje, está en el club desde hace tres temporadas), Pablo Aguilar (Colón adquirió recientemente el 50 % de los derechos económicos ganándole la pulseada a River), Ariel Garcé (a principios de esta temporada se compró el 50 por ciento) y Germán Rivarola (también en esta gestión se adquirió el 100 por ciento del pase).
* Sebastián Romero (se compró el 50 % a principios de esta temporada), Sebastián Prediger (es jugador de las inferiores), Alejandro Capurro (es jugador de inferiores) y César González (se compró el 80 % por recomendación de Astrada).
* Rubén Ramírez (es jugador de inferiores) y Darío Gandín (Colón tiene el 50 por ciento de los derechos económicos).
Los que pueden alternar
Hay jugadores que van a ser tenidos en cuenta por Astrada para ser titulares. Por ejemplo, Falcón, que no jugará con Vélez porque llegó a las cinco amarillas. Y de él, Colón compró el 50 por ciento e hizo uso de la opción por el otro 50 por ciento. Otro es Juan Fernández (Colón tiene la mitad).
Los únicos del plantel profesional que no pertenecen a Colón y están a préstamo son César Carignano, Hernán Encina, Juan José Morales, Marcelo Goux, Claudio Enría y Martín Cardetti.
En estos casos, por los tres primeros hay opción (Carignano, Encina y Morales). Por los únicos que no tiene opción son por Enría, Goux y Cardetti, que son jugadores que, por una cuestión de edad, la dirigencia no pensó en un precio por el pase definitivo, por razones obvias. Los otros tres han firmado una opción a favor del club.
Se "mecharon" jugadores de abajo
Se observa también, en la conformación del plantel, el hecho de que se +mecharon+ varios jugadores de las divisiones inferiores. Algunos ya venían desde hace un tiempo, caso Capurro, Reynoso y Ramírez, aunque en este último caso debió irse a Tiro Federal y ser el goleador del ascenso para que vuelva con la "chapa" necesaria para ser tenido en cuenta.
Hay otros que se sumaron en los últimos tiempos y que empiezan a dar respuestas. Por ejemplo, Astrada ha confiado en los dos arqueros de las inferiores: Marcos Díaz y Andrés Bailo. También en Ismael Quilez, un chico al que se le hizo el primer contrato y es un marcador de punta con mucha proyección y al que se le tiene confianza; lo propio ocurre con Sebastián Prediger, ya afirmado en la titularidad, en tanto que Mauricio Mansilla (marcador central, otro de los del primer contrato), Sebastián Musetti (un delantero con muchas ganas al que Astrada estuvo poniendo en los amistosos) y Lucas Acosta, un volante con talento, son otros de los que han salido de las inferiores y vienen empujando.
Se rechazaron ofrecimientos
Así como el club se vio en la necesidad de aprovechar el préstamo de 500.000 dólares, aproximadamente, que el AEK de Grecia pagaba por Ismael Blanco, teniendo en cuenta que Astrada no lo iba a considerar y que este detalle acabaría por disminuir sensiblemente la cotización del jugador, también hay que afirmar que no fueron pocos los ofrecimientos que llegaron por jugadores como Tito Ramírez, por ejemplo, que superaban el millón de dólares, o por el "Maestrico" González, por quien se desechó una oferta de 1.300.000 dólares, que implicaba un negocio redondo para Colón: el club abonó por su pase la cuarta parte de lo que le ofrecieron pagarle.
Todo esto en un marco, desde lo económico, que no deja de ser preocupante. Porque habrá que recordar que Colón es un club concursado y que el reclamo de los acreedores ascendió a cerca de 50 millones de pesos. Cualquier desprevenido podrá suponer que la institución está "de remate" ante la posibilidad concreta de vender un jugador. Y sin embargo, la cosa no es así y la prueba evidente se dio con estos dos ofrecimientos rechazados.
Hace poco, charlando con el doctor Radkievich, decía que "el concurso de Colón es una 'pinturita'. El club, desde lo administrativo y económico, quedará muy ordenado". Pero más allá de ese optimismo, producto del enorme trabajo que ha realizado con su hijo en este concurso aún en pleno proceso, hay una realidad insoslayable: el club deberá tener reservas para salir a ofrecerle a sus acreedores cuando llegue el momento.
En ese marco que los dirigentes, obviamente, no desconocen, la política deportiva fue la de capitalizar el club. Hoy, Colón tiene un patrimonio de jugadores que, en la medida en que logren el éxito deportivo esperado, redundará no sólo en beneficio económico para el club, sino también para ellos mismos. A estas cosas, también hay que decirlas.