El famoso "golpe de efecto" que buscaron los dirigentes de Colón cuando decidieron cortarle la cabeza a Iván Delfino (de paso, de manera poco seria y desprolija) y buscar como salvador a Rodolfo De Paoli no logró el efecto deseado: desde que llegó el ex DT de Barracas Central, perdió cuatro de seis partidos, se alejó de la punta como nunca (a seis unidades), cayó hasta el último puesto de los que ingresan al Reducido, está octavo y empieza a caminar por la cornisa de quedarse afuera de todo.
El que le sopla la nuca es Mitre de Santiago del Estero con Marito Sciacqua, a cuatro del Sabalero y después de jugarle de igual a igual al puntero Nueva Chicago. Incluso, para los "especialistas en analizar fixtures", el camino de los santiagueños parece más accesible que el del Sabalero, más allá de que a esta altura el problema de Colón es Colón y no los rivales propios o de los otros.
La caída en la tabla de posiciones parece no tener fin; la desmejoría de los rendimientos individuales y el gravísimo extravío colectivo, preocupa casi en la misma dimensión que los números. El equipo no juega a nada. Se cambian nombres, se cambia el esquema táctico, se usan todas las ventanas de modificaciones pero todo sigue igual. En realidad, si es por la ubicación en la tabla, Colón está cada vez peor.
Colón perdió bien los cuatro partidos y ganó casi de carambola o suerte los dos de local. Es cierto que, en la cadena de responsabilidades del Mundo Colón, Rodolfo De Paoli es el último de los culpables. Pero, como siempre pasa en el fútbol y lo dicen siempre: "Es más fácil que se vaya uno (el DT) antes que 30 (el plantel), siempre pasa así", es el comentario más habitual en este tipo de circunstancias.
La derrota 0-1 en Salta con el festival de cambios; el agónico e inmerecido 1-0 a los mendocinos; el apretado 0-1 contra Nueva Chicago en Mataderos; otra vez la carambola para ganar de local 1-0 a Deportivo Morón; la caída en Turdera 1-0 contra Temperley; finalmente este 0-2 contra el peor visitante del ascenso, como Brown de Adrogué, en el propio Cementerio de Elefantes. O sea, dos victorias y cuatro derrotas.
Mirá tambiénSi dejaban las "H" del rugby tampoco la metía: papelón de Colón y derrotaDe poder pelear el primer puesto a quedar octavo, en el último puesto del Reducido. Pasando en limpio: de la punta (Nueva Chicago) ya quedó a seis; de quedarse afuera de todo está a cuatro puntos de Mitre de Santiago del Estero, el noveno que golpea la puerta.
Ahora, el sábado que viene (21 de septiembre), visitará desde las 14 a un intrascendente Almagro en José Ingenieros que no pelea por nada de nada: ni arriba, tampoco el descenso y mucho menos el Reducido. El partido, que irá televisado, es exclusivo de los derechos de la cadena satelital DIRECTV, por lo que quedará reducido a quienes estén abonados a ese sistema de pantalla chica en Argentina.
En cuanto a los nombres, podrá recuperar a Oscar Garrido (cumplió la sanción contra Brown de Adrogué por haber visto la roja contra Temperley) y perderá a Ezequiel Herrera, expulsado por el "Bombero" Jorge Baliño por su reacción en el festejo del segundo gol del equipo del "Flaco" Vivaldo.
El DT se fue en silencio y Toledo habló de "lo extra-deportivo"
Por primera vez desde que es entrenador de Colón, Rodolfo De Paoli decidió suspender la conferencia de prensa y se fue en silencio del Cementerio de los Elefantes. Los que sí dieron la cara, a diferencia del entrenador, fueron los más experimentados: el zaguero Paolo Duval Goltz y el delantero Javier Toledo.
En el caso de Paolo dijo que "los que jugamos, ganamos y perdemos somos los jugadores adentro de la cancha. No conozco otra manera de salir de este tipo de rachas o momentos que no sea trabajando". A su turno, de manera polémica, Javier Toledo dijo que "nos vamos tristes, por nosotros y por la gente. No se porqué el entrenador no habló con la prensa. Nosotros, los más grandes tenemos la obligación de levantar a los más chicos y estar todos unidos. Además, nos perjudican los problemas extra-deportivos. Que cada uno se haga cargo de las cosas que hace y de las que están haciendo", expresó el ex "9" de Atlético Tucumán y Sarmiento de Junín.
Hay que recordar que, en la semana, luego de un montón de rumores y trascendidos, el tesorero sabalero Adrián Temporelli salió a desmentir todo: "Alexis Sabella solicitó un permiso para atender un problema personal y volvió a su pueblo. Pidió una semana, se lo pidió al cuerpo técnico, nos transmitió ese pedido y accedimos. Se está recuperando de una lesión, por eso se le aceptó el permiso".
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