Daba la imagen de alguien que se manifestaba por obligación, casi por compromiso. En sus palabras se notaba el fastidio. No sólo por la derrota, sino por la manera en la que se perdió. “Cada vez que perdemos no somos competitivos”, fue la frase más contundente. Quizás recordando lo que había pasado contra Patronato, que fue precisamente la última derrota.
Primero, Eduardo Domínguez arrancó explicando los cambios en el primer tiempo. “Tuve que reacomodar la defensa y por eso lo puse a Mura por Gallardo, para que Piovi vaya a la izquierda. Y con Alexis Castro, lo que busqué fue tener mayor presencia en el mediocampo”.
Tenés que leerColón: La defensa fue el problema centralRespecto del análisis del partido, dijo que “la preocupación es más por lo sicológico que por lo futbolístico, porque nos marcaron en el inicio de los dos tiempos. Creo que fueron golpes mucho más emparentados con lo mental que con lo estrictamente futbolístico”.
Respecto de la expulsión de Meza, dijo que “estoy lejos de la jugada y no puedo opinar. El árbitro tiene la potestad de cambiar. Primero vio que era para amarilla y luego modificó su decisión. A veces lo ayudan y a veces no, es todo lo que puedo decir”.
Luego volvió sobre la primera frase y dijo que “cada vez que perdemos, veo que el equipo queda afuera del partido. Si supiera por qué pasa lo que pasa, seguramente haría lo que hay que hacer para que no suceda”.
Después, habló de lo que queda. “Son tres partidos y tenemos que ser competitivos para llegar bien a la final. Nosotros no podemos acordarnos la semana previa que tenemos que jugar una final, tenemos que prepararnos mucho antes, porque con la última semana no nos va a alcanzar. A nadie le gusta perder, pero yo soy de los que veo siempre el medio vaso lleno. Por eso, digo que estamos entre los tres mejores equipos del año. Yo elijo siempre ver la mitad del vaso llena. Este grupo se había acostumbrado a ganar y por eso sorprende que ahora tengamos que lamentar derrotas”, concluyó, en el breve encuentro con la prensa.