El fútbol ecuatoriano se divide, desde siempre, entre el Barcelona de Guayaquil y el Emelec. Son como Boca y River, los dos más grandes, terciando El Nacional. Si bien en los últimos años apareció primero Liga de Quito y después Independiente del Valle, a la historia del balompié de la mitad del mundo la disputan el amarillo de Barcelona y el azul eléctrico de Emelec. Los separa un título: 15 contra 14, a los dos grandes que animan el llamado “Clásico del Astillero”.
Como se sabe, el fútbol de Ecuador es un volcán que terminó de entrar en erupción en los últimos días. En medio de la pandemia, hubo cambios profundos. Desde Santa Fe, Colón mira expectante cada movimiento, por más que el epicentro del conflicto final se resolverá en Asunción del Paraguay, más concretamente en el Comité de Apelaciones de la Conmebol en los próximos días. Eso sí, lo que nadie sabe es a quién quemará más la lava del “Volcan Egas” que enloqueció hace 15 días.
Tenés que leerLe da la razón a Colón: "Sur y Norte es un sello de goma" Luego de varios intentos fallidos, El Litoral logró entrevistar en exclusiva a Nassib Neme, presidente del poderoso Emelec. Cuenta la leyenda que allá por 1875 comenzó la migración de Líbano a Ecuador. Esos primeros migrantes libaneses, que escapaban del Imperio Otomano, llegaron a la mitad del mundo para trabajar de vendedores ambulantes y fueron mal llamados ‘turcos‘, por tener pasaportes otomanos.
Nassib Neme es parte de esa historia de liberación: llegó a la presidencia de Emelec en 2011 y todavía sigue. En su mandato, el club agrandó su gloria con cuatro estrellas: 2013, 2014, 2015 y 2017.
—¿Qué reflexión inicial para Argentina de lo que pasó con los últimos acontecimientos en la Federación Ecuatoriana, la casa madre de todos ustedes?
—Nosotros como Club Sport Emelec nos enteramos el mismo día 24 de abril de los eventos que se sucedieron en el interior de la Federación, pero considerando las limitaciones que la pandemia nos sugería intentamos ponernos en contacto los clubes involucrados en el fútbol ecuatoriano para encontrar un poco más de respuestas del parte del Directorio y es así como —a solicitud de los clubes y asociaciones—, el mismo Directorio convocó a un Congreso Extraordinario con el único punto del día de conocer, aprobar o desaprobar lo decidido por el día 24 de abril. El Directorio ni ningún presidente de club puede cuestionar la figura extraordinaria del Congreso, es algo estatutario y legal.
—¿El motivo que dispara todo es el polémico contrato de Jordi Cruyff como seleccionador de Ecuador o venían advirtiendo irregularidades y manejos oscuros de parte del presidente desplazado, Francisco Egas?
—Nosotros como Emelec y muchos clubes no tenemos evidencia física del contrato de Cruyff. En el Congreso Extraordinario que se celebró el 1 de mayo quisimos tener acceso a esta información, pero los miembros del Directorio que manejaban la Federación deslindan su responsabilidad en un manejo autócrata de Francisco Egas.
—¿Por qué tanto misterio?
—El mismo Francisco Egas lo dijo en televisión: varios de los contratos que él ha celebrado en nombre de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) tienen cláusulas de confidencialidad y las mismas están “vetadas” para cualquier interesado.
—Si todo fuera claro, ¿por qué esconder?
—Suponemos que pudiera haber cláusulas de este tipo, válidas para la opinión pública, para la prensa y hasta potencialmente para los clubes. Pero es imposible que una cláusula la maneje tal persona contra su propio Directorio. Esto significa el manejo autócrata: una sola persona o dos personas saben todo lo que se hace allí y el resto desconoce lo que está pasando.
—Por lo visto, el tema era más complejo que un contrato...
—Dicho de otra manera: no se evidencia que la Federación Ecuatoriana como organización exista. Parece más una hacienda con un capataz y mayoral de haciendo. Esto fue lo que nos empezó a preocupar a todos los clubes, solicitamos a Franciso Egas esté presente en el Congreso, algo a lo que se comprometió apoyar en función de descartar las dudas, pero Egas decidió que no iba a presentarse y montó un set de televisión para exponer sus argumentos. Quedó claro que no era el escenario que correspondía.
—Egas declaró hace algunas horas que junto a Michel Deller, el accionista y/o dueño de Independiente del Valle, podían explicar la diferencia de dinero porque lo consiguieron juntos para el contrato de Cruyff. Es algo, la sociedad Egas-Deller, que Colón denunció con el Caso Pinos...
—El club Emelec no estuvo en la Federación en los últimos 14 meses, porque ahora existiendo la Liga Profesional —entidad que nos agrupa como fútbol de Primera División— sólo vamos a las decisiones formativas.
—¿Y la sociedad Egas-Deller que denuncia Colón?
—No puedo dar fe de ésto, algo que la leyenda urbana de Ecuador dice que es así, pero no tenemos ninguna evidencia o testimonio para corroborar que esto existe.
—¿En lo personal qué piensa?
—Que es posible que así sea. Lo que si digo es que en esta controversia entre Independiente del Valle y Técnico Universitario, conozco menos a Independiente del Valle por obvias razones, ya que tenemos más relación con otros clubes. Pero el club Técnico Universitario de Ecuador, al cual se lo ha escatimado mucho en los últimos meses respecto de su proceder, es un club con el cual Emelec tuvo relaciones económicas, ya sea prestando jugadores o adquiriendo jugadores, siendo una institución muy prolija con dirigentes honestos en su procedimiento.
—Fue evidente de parte de Egas y Deller el agravio hacia Técnico Universitario. ¿Por qué?
—No encontramos nunca ninguna irregularidad en las operaciones que realizamos con ellos. Es un club de un presupuesto más modesto pero muy bien llevado y honestamente manejado. Lo único que puedo advertir, de cara al conflicto planteado, es que Emelec no tiene nada para cuestionar a Técnico Universitario en cuanto a procedimientos y normas.