Claramente, Pablo Lavallén quería desahogarse. Daba la impresión de que estaba esperando algo, una palabra, una pregunta, un momento para poder decir todo lo que quería decir, que no era poco. Se nota que algo lo había tocado durante la semana. Inclusive, el presagio lo dio el propio presidente Vignatti (que festejó con mucha efervecencia la victoria y se la “dedicó” a Unión), cuando hizo declaraciones y señaló que “un par de periodistas me mandó mensajes para que echara a Lavallén y eso me pareció una falta de respeto total”. Lavallén debe haber absorbido todo eso y no dudó en estallar.
“Hay gente que opina sentada en un sillón y que borra con el codo lo que escribe con la mano de un momento para el otro. A esas personas los invito a que escuchen lo que dijo un artista como Martín Bossi en la premiación de la Superliga. El fútbol, desde mi entender, no es sólo ganar o perder. El fútbol es elaboración y eso va más allá de un resultado. Pero los que no lo ven así, hablan sueltamente y eso no me gusta. Hemos sido vapuleados y ninguneados, pero no hablo de reivindicación por esta victoria. Me alegra mucho por mis jugadores, me alegra por Burián, que pese al problema familiar que tiene, decidió seguir en Colón. Me alegro también por Chancalay, porque lo que le pasó en el Mundial juvenil le puede pasar a cualquiera que se anime a patear un penal. Lamentablemente, vivimos en una profesión que estamos expuestos al vapuleo. Me pasaba a mí cuando jugaba y ahora que dirijo. Por eso necesitamos un poco más de calma, tanto en la victoria como en la derrota”, fue el inicio, casi a manera de monólogo, de Pablo Lavallén en un post partido que se extendió hasta las primeras horas de este viernes.
Y también dejó otras frases el entrenador de Colón:
“Dabove es un amigo que ha tenido una gran performance desde que agarró Argentinos Juniors, por eso estoy muy contento porque superamos una llave muy dura. Hicimos un partido de carácter, con personalidad y en una cancha que no es fácil”.
“Esta fue la mejor presentación que tuvo el equipo desde que lo dirijo”.
“La personalidad de la que hablo no es sólo para correr y meter, sino también para jugar. Fue un partido casi sin fisuras del equipo. Jugamos 90 minutos con una gran tensión y eso me lleva a confiar mucho en este grupo de jugadores”.
“Si llegábamos a quedar afuera en los penales, los titulares iban a decir que Colón quedó eliminado o que perdió con Argentinos, pero la realidad es que íbamos a ver otra cosa si eso pasaba y nos íbamos a quedar con el rendimiento futbolístico. Nosotros vemos otras cosas y no somos exitistas como la gente. Por eso me molesta cuando la gente recibe una información distorsionada o amarillista. No dudo en decir que, cuando el equipo gana, soy el primero en disfrutarlo. Pero también digo que no soy de los que sólo les importa el resultado”.
“El gol llegó como consecuencia de que la idea en las pelotas quietas era que llegara más flotando y por eso le pedimos a los jugadores que no se estacionen en el área sino que entren corriendo para ganar en el salto. El Pulga dijo, cuando los jugadores volvieron al vestuario en el entretiempo, que ellos marcaban bien el medio pero dejaban desprotegido el primer palo. Por eso les pedí que busquen el primer palo para que alguien conecte al arco de cabeza o peine la pelota, como lo hizo muy bien Fritzler en el gol de Bernardi”.
“Mi objetivo es que además de seguir mejorando en el juego, Colón sea un equipo duro, combativo y difícil de ser vencido en nuestra casa”.
“No es cómodo para mí el hecho de tener que arrancar de atrás, pero era lo que me tocaba hacer en este partido y lo entendí”. Nicolás Leguizamón, delantero de Colón
“En los penales hay mucho de intuición del arquero y de la tecnología, que ayuda para conocer a los que te van a patear”. Leonardo Burián