Enrique Cruz (h)
“De 10 partidos contra Colón, a lo sumo podemos aspirar a ganarle uno. Y ojalá que sea justamente éste del sábado”, dijo el entrenador, quien jugó profesionalmente en Gimnasia, Huracán y Guaraní Antonio Franco, entre otros equipos.
Enrique Cruz (h)
Darío Labaroni era un volante que arrancó su carrera en Villa San Carlos y luego pasó por Gimnasia y Esgrima La Plata, Guaraní Antonio Franco y Huracán, entre otros. Es el actual técnico de Atlético San Jorge, el rival que tendrá Colón el sábado por semifinales de la Copa Santa Fe. Y contó algunas cosas muy interesantes en La Primera de Sol, entre ellas que su debut en Gimnasia fue reemplazando a Miguel Angel Restelli, que alguna vez fuera coordinador de las inferiores sabaleras cuando apenas tenía 17 años.
—Alguna vez su foto fue publicada en El Gráfico, ¿lo recuerda?
—Sí, claro. Fue en un partido en el que marqué un gol. “Los cañones de Labaroni” fue el título que le pusieron a la foto, porque hay una película que se llama “Los cañones de Navarone”. “Puchero” Varacka me ponía de 9, porque había hecho varios goles en reserva. Y de 9 ni la veía. Hasta que un día me puso de volante en un partido que le ganamos a Unión en Santa Fe 1 a 0 con gol del Turco García. A Huracán me llevó el viejito Guerra, un señor, un tipo bárbaro. Lo tuve a Panchito Sá, un caballero y tuve la suerte de tenerlo a Juan Echecopar, a Carlos Pachamé y a Nelson Chabay, entre otros.
—Y en Gimnasia, además de jugar con Restelli, también lo hizo con Jorge Pellegrini, quien alguna vez le marcó dos goles a Unión en un clásico...
—¡Jorge Pellegrini! Tengo un gran recuerdo de él. Yo era un pibito y él me decía: “Nene, acá me siento yo, vos sentate en otro lado”, y uno se tenía que ir despacito y sentarse en otra parte, sin chistar. Eso ahora se perdió.
—¿Cómo llega a San Jorge?
—Después de haber dirigido en Crucero del Norte y en Guaraní Antonio Franco, alguien que me conoció cuando era colaborador del Negro Roldán en San Martín de Tucumán, me trajo a San Jorge.
—Aquél gol de “Los cañones de Labaroni” en El Gráfico, fue en el Nacional de 1985...
—¡Qué lindos que eran esos torneos!. Hoy tenés un camino que es una carnicería para llegar a Primera División. San Jorge es una isla ajena a la realidad de nuestro fútbol. Tenemos dos canchas de primera línea y el año pasado jugamos la final por el ascenso y nos robaron de una manera espantosa en Formosa. Aspiramos a llegar al Federal A y de a poco ir subiendo categorías. Tenemos ambiciones, pero es muy complicado.
—¿Por qué dice que San Jorge es una isla?
—Mirá, cuando llegué había un jugador de 22, otro de 28 y otro de 32. Entonces, pregunté dónde estaban los de 25 o 26 y me dijeron que habían desaparecido. “Esto es una locura”, les dije, porque teníamos que traer 16 o 17 jugadores y eso no se puede. Ahí empezamos un trabajo y casi todos los jugadores son del club. Siempre les digo que estamos en una isla y que San Jorge es un paraiso, porque los chicos tienen todo lo que precisan y quizás eso les haya jugado en contra. La mayoría son jugadores locales, muy jóvenes y yo les digo que no saben lo que es el fútbol, el sufrimiento de entrenar en canchas horribles, de que falten elementos... Eso quizás nos haya jugado en contra y estoy tratando de sacarlos de esa comodidad, diciéndoles que el fútbol es otra cosa, que no es el jardín de rosas en el que se vive.
—¿Cómo van a jugarle a Colón?
—El año pasado jugamos ante Rosario Central, también en semifinales. No voy a cambiar por jugar contra Colón, somos un equipo de Liga, esa es la realidad. De 10 partidos podemos ganar uno, empatar dos y perder siete. Lo ideal sería que nos toque justo ese partido que podemos marcar. Somos muy ofensivos, con poca marca y seguiremos en esa sintonía. Tampoco tengo jugadores para plantear otra cosa. Tengo ocho o nueve jugadores menos que el año pasado y mi delantero, por ejemplo, de apellido Montenegro tiene 19 años. El ritmo de juego es diferente, vine a ver Colón-Newell’s, ya habíamos hecho un partido con Newell’s porque lo conozco a Omar De Felippe por haber jugado juntos en Huracán. Pero hoy somos un equipo de Liga con ritmo de Liga.
—¿Vendrán muchos hinchas a Santa Fe?
—El año pasado, en el Gigante, llenamos la bandeja, pero ahora será distinto. La contrariedad es que no tenemos colectivos disponibles. Los hinchas de San Jorge son todas familias, no tenemos barrabravas, la gente viene a la cancha a tomar mate. Pero no hay disponibilidad de micros por ser sábado. Fijáte que tuvimos que contratar un colectivo de Rafaela para que nos traslade a nosotros, al plantel.
El equipo
Confirmó sin esconder nada que Correa; Vidal, Paulo Killer, Romero y Moreyra; Iván Gómez, Novello, Mosqueira; Femenia, Montenegro y Cuberli serán los once que jugarán el encuentro. “Paulo Killer es hijo de uno de los Killer que brillaron en Rosario Central”, señaló y dejó un concepto, al pasar, sobre lo que está ocurriendo en el fútbol argentino a nivel selección. “Traemos cualquier cambalache, me pongo muy loco cuando veo estas cosas que pasan en Afa. Es una vergüenza que los campeones del mundo no estén trabajando. Que me disculpe Sampaoli, pero teniendo gente maravillosa en el país vamos a traer cualquier cosa. Los argentinos no sabemos valorar lo que tenemos”.
—¿Iván Gómez es el que jugó en Colón?
—Sí, claro... ¡No lo quiero poner porque es un enfermo de Colón, estoy en duda si lo pongo o no lo pongo! (risas)
—¿Lo tiene a Agustín Sosa, otro ex Colón?
—Lo hice debutar en primera hace cinco partidos atrás e hizo dos goles. Es chiquito, vino con muchos vicios que hay que sacarle de a poquito, tiene un talento terrible, pero tiene que salir del “trotecito Cachamai”. Ahora no se puede jugar más así. Hizo dos goles contra Piamonte, es una criatura, hace seis meses que está y hay que pegarle 20 patadas para sacársela. Tiene un gran futuro. Cuando lo veo me hace acordar lo que me pasó a mí, un día que jugábamos contra River. Estábamos por salir a la cancha y pasa el Pato Fillol por adelante mío, me toca la cabeza y me dice: “Nene, ¡pero vos sos un bebé!”.