Se encendieron las alarmas con Farías. El delantero no estaba en óptimas condiciones físicas y su presencia se puso en duda a pocas horas del gran partido final ante River.
A las 18 se abrieron las puertas del estadio. Alarma en el “Sabalero” por una indisposición del joven delantero ¿Será titular o jugará Lucas Beltrán? Colón partió a las desde Termas de Río Hondo al estadio.
Se encendieron las alarmas con Farías. El delantero no estaba en óptimas condiciones físicas y su presencia se puso en duda a pocas horas del gran partido final ante River.
Piovi si, Piovi no. El jugador quería estar y hasta lo dijo públicamente el día previo. Desde el cuerpo médico no estaban convencidos. El técnico tampoco. Siempre se dice que la opinión del jugador cuenta. Pero era una final y no se podía arriesgar. La decisión se tomó en el día previo: Piovi afuera y cambio de esquema. De un equipo con línea de cinco en el clásico, se pasó a otro con línea de cuatro y tres ausencias: Mura, Piovi y Garcés.
Minutos antes de las 18 se abrieron las puertas del estadio. Los hinchas sabaleros se hicieron sentir apenas ingresaron al Madre de Ciudades. En realidad, se hicieron sentir desde mucho antes, cuando coparon Termas. Y también cuando se congregaron muchas horas antes del inicio del partido, desafiando una temperatura que trepó hasta casi los 40 grados en un día agobiante en Santiago del Estero.
Mientras “Los Enanitos Verdes” y otros temas ochentosos hacían vibrar el Madre de Ciudades, el aliento a Colón se hizo sentir desde varias horas antes del inicio del partido. “De Santa Fe para el mundo” fue la primera bandera que se colgó en la popular sur del estadio. Casi a la par, aunque en menor medida, aparecían los primeros simpatizantes de River. En la previa, los hinchas se cruzaron y no hubo incidentes. La entrada de los hinchas al estadio se hizo en forma lenta, generándose algunas demoras que, por causa también del enorme calor, le trajo problemas a mucha gente.
Para Leonardo Ponzio no era un partido más. Era la gran posibilidad de sumar su título de campeón número 17 en River y así convertirse en el jugador con más lauros en la historia del club, superando a Labruna y Vaghi. También para Gallardo, en la búsqueda de alcanzar a Labruna en títulos como jugador y técnico. Muchos suponían que para River no era tan importante esta final. Nada más alejado de la realidad, sobre todo en un club en el que sólo se conjuga un verbo: ganar.
Siempre es un placer cruzarse en cualquier cancha con César Carignano, el ex delantero surgido de las inferiores de Colón y que en algún momento se había convertido en la transferencia record, cuando pasó al Basel de Suiza. “River ofrece espacios porque es un equipo que ataca mucho, pero no hay que plantear un partido de palo y palo. Hay que tratar de jugarlo tan lejos de Burián como ellos pretenderán hacerlo de Armani. Estoy seguro de que Domínguez la tiene clara”, dijo antes del partido.