-Apertura 2000. El equipo venía de un Clausura brillante, faltaban dos fechas y tenía 26 puntos. Muy buena campaña. Le tocaba Belgrano en Santa Fe y Almagro en cancha de Ferro. Eran dos partidos "ganables". Almagro se fue a la B y Belgrano se salvó en la Promoción. El equipo perdió los dos partidos. ¿Qué pasó?
-Ja... ¡Linda pregunta!... ¿Qué pasó?... Mirá, no lo charlé con los muchachos, te lo juro que no lo charlé… ¿Qué sentí?, sentí que es lo que realmente sucede, que hay una relajación inconsciente cuando ya no hay motivación… El jugador es perceptivo de la situación… Castagno, Medero, el Flaco Morant, Silvio Azoge, Tapita Segalla, Trimarchi, con todos los muchachos tuve y tengo una gran relación, teníamos largas charlas después de los partidos con ese grupo… Era fin de año, creo que fue una relajación inconsciente.
-Pero esas dos derrotas finales te costaron el cargo, Ramón. ¿Pensás que si llegabas a 32 puntos te iban a poder echar?
-Puede ser… Pero no había una buena relación interna en la dirigencia… Me termino yendo porque donde no me quieren, no me quedo, me voy…
-¿Quién o quiénes no te querían?
-El presidente Vignatti… Mirá, si a mí me contratan, es porque se supone que reúno condiciones para hacer el trabajo, pero nunca quieras, en el caso de contratarme, ejercer vos o imponerte desde tu propio lugar para decirme lo que tengo que hacer, porque el contacto con el ser humano-jugador lo tengo yo, no el presidente, ¿se entiende?… Si a vos viene el dueño del diario y te pide 20 notas por día, no vas a poder hacerlo... Sos vos el que lo sabés y no él... Por eso, lo que sé yo, no lo sabía él...
-¿Tuviste un encontronazo con Vignatti?, ¿discutiste?
-A él le molestó que le dijera las cosas... Pero no sólo me pasó con él, con algunos más también… Con semejantes maestros que tuve, como Urriolabeitia, el Gitano y los que te nombré, más Yudica, Pizzutti, ¡mirá que iba a dejarme influir!...
-¿Te sentiste invadido por Vignatti?
-No, no, invadido no… Mirá, mientras dirigí la primera y también los juveniles, en esos tres años que estuve en Colón con el Mono Olivares, los profesores Carrasco y Virgilio, el Gringo Zuliani, hubo un lindo promedio de jugadores en primera que tuvieron su posibilidad... Estamos hablando entre el 99 y 2001… Fijáte, hacé el ejercicio y vas a ver que no te miento...
-Si bien después volviste al club y dirigiste en un par de ocasiones en forma interina, ¿nunca más te ofrecieron el cargo de DT?
-¿Conociste algún dirigente que realmente sepa de fútbol?
-... Es muy difícil… Y mirá que estuve en San Lorenzo en la época de Miele, en Tigre con Rodríguez... Bueno, un montón... Yo soy muy abierto para el que sabe, es bueno que los dirigentes sepan, el hincha muchas veces entiende de fútbol y sabe quién juega bien y quién juega mal... Pero es mejor que sepan buscar al que sabe... Fijáte que en Europa, los dueños de los clubes están buscando ex jugadores. El caso testigo es Zanetti, salido de Talleres de Remedios de Escalada... ¿Qué tal?
-¿Sentís que el dirigente es envidioso del técnico o del jugador que se gana la idolatría de la gente?
-¡Es algo mínimo!... Lo lamento por ese dirigente o por ese jugador que le tiene envidia al otro porque es mejor y porque la gente lo quiere más... Me da tristeza, no acompaña alguien así…
-¿Qué es lo que te da más bronca en el fútbol?
-No sé bronca, sí dolor… ¡Y es que se está jugando muy mal!... Y cada vez, veo chicos con menos condiciones futbolísticas… Físicamente estamos a la altura de un nivel europeo, pero acá lo que realmente importa es que la pelota no se te vaya a medio metro cuando la querés controlar, ¿soy claro?.
-¿Sos partícipe de la tan mentada frase "se juega como se vive"?
-Sí, se da... En Argentina no estamos bien... ¿Por qué?, porque falta conducción… Mirá, yo me crié en los potreros, con escasos recursos... A los chicos que salen de esos lugares, hay que darles alimentación y equilibrio mental... Y hacerles entender que conocí qué es viajar en avión, cruzar varias veces el océano y estar en un hotel cinco estrellas, gracias al fútbol... Todo eso lo logré con sacrificio y trabajo... El fútbol me dio mucho y yo también... ¿Te muestro las tres cirugías que tengo en la rodilla? (risas).
"Me provoca dolor que se esté jugando cada día peor y ver cada vez más, a los chicos que salen, que tienen menos condiciones futbolísticas" Ramón Mántaras, ex jugador y DT de Colón
-¿Cuándo sentiste impotencia adentro de una cancha?, ¿hubo alguna vez que eso te haya pasado?
-Sí... En cancha de Defensores de Belgrano, jugando para Tigre… ¿Te acordás de "Lulú" Sanabria, el delantero?, bueno, yo salgo jugando y me pega un planchazo en la rodilla, me dejó los tapones marcados en la "tapita" de la rodilla… Lo perseguí por toda la cancha, lo quería "matar"… No le iba a hacer lo que hizo él pero lo iba a sacudir bien sacudido porque sé lo que son las piernas de un jugador… Le digo a Pasturenzi que me mató... Yo tenía buena relación, sabían los árbitros que era un tipo frontal. "Calmáte", me decía, me controlaba… Me pasé dos partidos afuera, lesionado…
-¿Y entonces?, ¿se la "pusiste" a Sanabria?
-No lo pude encontrar... ¡Se fue a jugar de defensor!… A Pasturenzi lo encontré a los 6 o 7 meses, me dirigió en cancha de Morón… Estamos entrando los dos al estadio y me llama. "Ramón vení, tenías razón, fue alevoso, pero lo mejor que hiciste es no haberte encontrado con él"… Sanabria nunca me llamó y nunca más lo ví…
-Hablamos poco de tu papá, ¿cómo era?
-Mi viejo era un buen jugador de fútbol, pero era vago y por eso no llegó… El pueblo te lleva a eso… Yo sufro mucho porque no apareció ningún jugador de mi pueblo en Primera y me duele… Desde mí a esta parte, ¡no hubo uno solo más!... Quería cambiar la mentalidad de la costa y me metí en la política...
-Había otros otros intereses que no me dejaron, entonces ahí me dije que esto no es para mi...
Tenés que leerRamón Mántaras: "Sepulté a mi hermano y me fui a la cancha de Colón a jugar un partido"-...¡Ponéle!... Pero bueno, parece que es habitual…
-Si por aquélla puerta entrase alguien que quieras darle un abrazo, ¿en quién pensarías?
-Ufff... ¡Mi vieja!... Y después a mis hijos, son tres personas espectaculares que cuidan muy bien de mis nietos... Fue sacrificado darles todo lo que les pude dar y hoy veo que se desenvuelven de la mejor manera.
-La última, ¿quién es Ramón Mántaras?
-El mismo tipo que, siendo muy jovencito, salió de Santa Rosa de Calchines buscando su sueño en Colón... Vuelvo al pueblo y sigo siendo el mismo… No me subí jamás arriba del caballo... Y tampoco dejé ni dejo que me pongan por el piso… ¡Ese soy yo!