Arrancó desde el inicio del segundo tiempo reemplazando a Nahuel Gallardo para jugar por la banda izquierda, por la que hizo un surco. Eric Meza terminó siendo el jugador más desequilibrante, convirtiendo el gol de la victoria y haciendo estragos en la defensa de Gimnasia.
La mayoría de las veces el "Pulga" Rodríguez, por su talento y su capacidad para ver lo que otros no pueden; algunas veces Burián, clausurando su arco y siendo determinante en las definiciones desde los 12 pasos; otras veces Aliendro o Lértora, por sus trabajos en la zona central del mediocampo.
Pero el Colón Campeón de Eduardo Domínguez nunca se caracterizó por depender de un jugador para lograr el objetivo. El orden colectivo siempre fue primordial para el entrenador sabalero y para su plantel (sí, su plantel, no sólo del equipo que elija para un partido, porque los éxitos comienzan en el trabajo semanal). El DT rojinegro nunca se cansó de rescatar lo corporativo por sobre lo individual, y sus dirigidos lo entendieron a la perfección.
Eso no quita que en algunas ocasiones (la de anoche ante Gimnasia fue una de ellas) un jugador sea decisivo en el resultado final de un encuentro. Es el caso de Eric Meza (7), sobre todo porque ingresó en el inicio del segundo tiempo (en lugar de Nahuel Gallardo), y rápidamente se transformó en la herramienta crucial del conjunto colonista.
Primeramente parecía un cambio "raro", ya que al juvenil lateral siempre lo habíamos visto por la banda opuesta, haciendo olvidar a Alex Vigo cuando este fue vendido a River. También pareció "raro" que haya "desaparecido" del elenco titular para que Facundo Mura se adueñe de su puesto, aunque el ex Estudiantes viene justificando con creces la decisión del "Barba" Domínguez.
Pero ya a los 3 minutos, luego de una gran habilitación de Farías, se metió en el área mayor y su disparo de derecha dio en la base del caño izquierdo de Rey. Pocos minutos después, otro remate del lateral derecho jugando de "3" se fue muy cerca del travesaño. Hasta que a los 32 minutos llegó su obra maestra.
Otra vez participando la "Joya" Farías, que arrancó por el medio y asistió a Meza, quien llegaba a su izquierda, el lateral-volante adelantó la pelota y ante la salida de un defensor enganchó para su derecha, levantó la cabeza y con un exquisito derechazo colocó el balón cerca del vertical izquierdo, esta vez la pelota entró, poniendo justicia en el marcador.
Hasta acá solo he calificado la actuación de Meza, a quien le alcanzó el segundo período para convertirse en pieza fundamental para sumar tres puntos también fundamentales. De todos modos he nombrado a Facundo Farías (6), quien además de asistir al goleador de la noche, fue el jugador más desequilibrante en la ofensiva rojinegra, aunque varias veces "pecó" de individualista y terminó chocando contra los defensores visitantes.
Por supuesto que todo triunfo (sobre todo si la valla ganadora termina en cero) se basa en el trabajo defensivo. En la ultima línea sabalera, sin dudas, el que más se destacó fue Gonzalo Piovi (6). Esta vez jugando como segundo marcador central en lugar del lesionado Rafael Delgado, mostrando seguridad en cada disputa y una inusual prestancia para salir jugando.
Sus compañeros de la defensa, a excepción de los primeros 20 minutos de la etapa inicial, durante los cuales fueron superados por el ataque mens sana, supieron "acomodarse" y cuando lo lograron, tanto Facundo Mura (5) como Facundo Garcés (5) subieron sus rendimientos; siendo Nahuel Gallardo (4) el que más problemas tuvo, quizás por la falta de entrenamientos en el equipo titular. En el caso del arquero, Leonardo Burián (5) no fue muy exigido, aun en los minutos en los cuales Gimnasia inquietó al rojinegro, en los cuales atrapó un par de balones que "cayeron" en sus manos cuando la jugada parecía más peligrosa.
Yendo al mediocampo, el más regular (como casi siempre) fue Federico Lértora (5), realizando un trabajo que tal vez no luzca, pero que sin dudas es importante para el equipo. Su "socio" en la mitad de la cancha, Rodrigo Aliendro (5), no tuvo un buen comienzo, mostrándose raramente impreciso con la pelota, pero en el complemento mejoró su nivel.
Los que no llegaron a cubrir las expectativas, no obstante se sacrificaron por aquello de la labor colectiva, fueron Alexis Castro (4), Christian Bernardi (4) y Cristian Ferreira (4). El primero se quedó en los vestuarios tras la primera etapa y el segundo fue suplantado en el primer cuarto de hora de la segunda.
En cuanto a los futbolistas que ingresaron en el complemento, ya se mencionó al la que para mí fue la figura del cotejo. De todas maneras, hubo otro jugador que entró al comienzo del segundo tiempo y que fue importante para levantar el rendimiento del equipo. Es el caso de Mauro Formica (5), ingresando por Castro.
Otro que mostró cosas interesantes desde su ingreso a los 17 minutos por Ferreira fue Lucas Beltrán (5), dado muestras de su potencia física. Pasando la media hora del período final entraron Nicolás Leguizamón (4) por Bernardi y Santiago Pierotti (4) por Garcés.
Al delantero se le hizo difícil entrar en ritmo, más que nada porque un minuto después de su ingreso Colón se puso en ventaja y el equipo, lógicamente, cambió táctica y estratégicamente; Pierotti en cambio estaba logrando "meterse" en el partido, pero se equivocó al arrojarse a disputar la pelota con un rival con los pies hacia adelante y el árbitro Fernando Espinoza (de buen desempeño) no tuvo más remedio que expulsarlo.
Por último, un párrafo aparte para el director técnico de Colón. Indudablemente, Eduardo Domínguez se ha convertido en un gran observador y "entendedor" de los partidos. Con un par de cambios y una charla en el vestuario en el entretiempo supo cambiarle la cara al equipo.
Con Meza y Formica desde el minuto cero del segundo tiempo, más algunas indicaciones durante la disputa del mismo, Colón justificó la victoria, que no fue fácil, pero sin dudas fue legítima, justa y merecida.