Enrique Cruz
Se llama Sebastián Daels, su padre es un médico reconocido a nivel nacional, tiene la doble ciudadanía y vino a ver el partido con Fluminense. Cumplió un sueño de toda su vida: pisar el 15 de Abril.
Enrique Cruz
Es una de esas tantas historias raras, que merecen ser contadas. Sebastián Daels no nació en Bélgica, pero es descendiente directo de belgas y tiene la doble ciudadanía. El nació en Buenos Aires, hace 37 años. Nada hacía preveer que podía convertirse en un fanático hincha de Unión. Fue casi por azar. "Me hice hincha de Unión un día que lo fui a ver contra Argentinos Juniors, en cancha de Ferro. Creo que Unión perdió 1 a 0, no recuerdo bien. De lo que me acuerdo es que Passet atajó un penal", cuenta Sebastián.
El partido en cuestión salió 2 a 1, efectivamente se jugó en cancha de Ferro, fue en la temporada 87-88 (ni más ni menos que la del descenso de categoría) y la particularidad es quiénes hicieron los goles de Argentinos: el Pepe Castro (que luego se convirtió en un ídolo de la hinchada tatengue en el ascenso del 89) y de Ereros, que había jugado en Unión. El descuento llegó de la mano de Anthony De Avila, para el equipo que por entonces dirigía Leopoldo Luque.
"Iba siempre a la cancha de visitante. Llegó un momento en que nos conocíamos todos, era vernos cada vez que jugaba Unión. Recuerdo la tarde en cancha de Lanús contra El Porvenir y también la Promoción con Tristán Suárez, como así también muchos momentos felices, recorriendo canchas en Buenos Aires", cuenta Sebastián, acompañado por su padre, el doctor Francisco Daels, urólogo del Hospital Italiano, definido como "una eminencia" por el querido doctor Carlos Sarsotti (otra eminencia), acompañante a una visita que los Daels no olvidarán por mucho tiempo a las instalaciones del club de los amores de Sebastián.
"Nico Frutos la 'rompió' en Anderlecht, pero nosotros somos del Brujas", cuenta Francisco, mientras se espera la llegada de Marcelo Piazza, el dirigente de Unión que con su interminable amabilidad los recibió y recorrió con ellos el club haciendo las veces de "embajador" y anfitrión, como ocurre con los árbitros que llegan a Santa Fe para dirigir a Unión, desde la primera hasta la última de las categorías de Afa. Ellos -los Daels- estuvieron en el estadio el jueves, pero querían darse el gusto de conocer el club al que Sebastián admira desde lejos y con una descendencia belga que sólo se explica desde una pasión nacida desde muy adentro de su corazón.
Sebastián es artista plástico, muralista y "no te olvides de decir que también soy guardaparques". Y tiene un sueño: pintar un mural en Unión. "He visto que hay varios y me encantaría hacer el mío. Me vengo de Buenos Aires sin dudarlo y ese es mi gran sueño", dijo cuando se iba del club, admirado también por el gran movimiento de un viernes a la mañana con el club "tomado" por los niños y aún con los vestigios de lo que había sido una noche de fútbol a cancha llena que Sebastián y su padre pudieron disfrutar.
Al empuje hay que sumar juego y jerarquía
Por Ricardo Porta
No entiendo cuál fue el planteo de los brasileños, más allá de su atildado caminar en la cancha. Fue fue indiferente, porque el resultado final no lo favoreció para nada y está obligado a ganar por 6 goles al débil del grupo. Prácticamente eliminado. Unión necesita GANAR. Una derrota o empate del Tate, hará que los cafeteros terminen primeros. Es por este motivo que no se entiende el fútbol lindo pero muy pasivo desarrollado en el 15 de Abril por el "Flu".
La falta de jugadores "distintos" hizo recordar el fracaso del fútbol rojiblanco en la LPA. Noveno de 14 equipos, con 11 goles a favor y 13 en contra, -2. No resiste el menor análisis.
Me resisto a ser agorero. Pero descontando que le sobrará enjundia, presión, deseos, amor a la camiseta, etcétera, no puedo traicionar mi honestidad intelectual, sostengo que será extremadamente difícil y digo también a todo el mundo tatengue que hubo un recordado debut en la LPA frente a River a quien literalmente lo borró y venció. El fútbol es tan mágico que deben jugarse todos los partidos, porque nadie aún ganó en la víspera.
Suplico que alguien en el comando albirrojo no siga manejándose con resultados y nada de proyectos. Debe volver la estabilidad institucional.