De la Redacción de El Litoral
Lo hizo en las redes sociales. Además, dijo que “Central es el club en el que quería jugar”.
De la Redacción de El Litoral
Mauricio Martínez firmó anoche su contrato con Rosario Central y por las redes sociales se despidió de Unión.
“Este año en especial quedará guardado bajo siete llaves en el lado izquierdo del pecho. Nunca me preparé para este tipo de situación, es más fácil mentalizarse para un partido que para escribir una carta de despedida. Durante estos años he buscado siempre para mi club lo máximo porque siempre he querido ser fiel a los valores que aquí aprendí desde niño. Hoy más que nunca quiero que todos sepan que en cada jugada, en cada pique, en cada gambeta, en cada tiro y en cada gesto en la cancha, intenté entregar siempre lo mejor de mí mismo. Por eso, en mi cabeza nunca existió la palabra rendirme. Fueron muchos años de compartir idas y vueltas, alegrías y tristezas, pero en la carrera de un futbolista es común cambiar de equipo... Gracias por todo dueño de la ciudad... Algún día volveré a mi casa... Simplemente gracias”, dice textualmente el escrito de Mauricio Martínez.
Además, el jugador señaló en Rosario que la prioridad la tenía Central”, antes de estampar la firma por tres años. Hoy a la tarde, luego de la revisión médica, realizaba su primer entrenamiento en Arroyo Seco.
Respecto del tiempo de demora en la concreción de la operación, dijo que “sinceramente lo tomé con calma, pero llegó un punto en que sentí que me empezaba a jugar en contra porque no sabía si se iba a concretar o no, aunque es algo que le puede suceder a cualquier jugador. Por suerte mi representante trabajó al máximo para que se pueda dar el pase”, destacó el futbolista de 23 años nacido en Santo Tomé.
“La verdad es que me sorprendió un poco el llamado, que fue una semana antes de empezar la pretemporada con Unión. Me dijo que me quería en su equipo, que necesito mejorar muchas cosas. Lo importante era que estaba interesado en mí”, dijo a La Capital.
Además, Martínez reconoció que fue Coudet, en persona, quien lo llamó para ofrecerle llegar a Rosario Central. “Me llamaron Central, Racing y Lanús, pero la prioridad la tenía Central, sabiendo que es una institución muy grande. Es una gran responsabilidad y sé que es un club en el que no tenés margen de error. Elegí a Central porque nos convenía a todos, pero sobre todo porque pusieron las fichas en mí desde el principio. Hicieron mucha fuerza para traerme y por eso la intención siempre fue venir acá”, concluyó.
Gestiones
En Unión, insisten por la llegada de dos delanteros. Anselmo es el que tiene chances más concretas, mientras que Pussetto está “un poco más lejos”. Además, se busca un volante zurdo con características ofensivas. Hoy, se iba a llevar a cabo una reunión para ver con qué equipo se juega la Copa Santa Fe. Unión jugará el sábado 16 ante Ben Hur en el 15 de Abril.
Es una buena venta
Enrique Cruz (h)
Partamos de una base: Unión es un club deficitario, seguramente mucho más ordenado que varios, pero que necesita vender tanto como cualquiera. Ésta es una realidad que debe servir como punto de partida. Y también, el gran detalle que no se produjo, desde el exterior, una oferta concreta y convincente por Mauricio Martínez —de su venta hablamos— como para pensar en que el dinero ofrecido por Rosario Central se podía incrementar considerablemente sólo por el hecho de esperar que llegue lo de afuera.
Es cierto que Unión no ha tenido grandes ventas y que no fueron pocos los problemas para cobrar (recordar lo ocurrido con Alemán, por ejemplo). Pero en este caso, las cláusulas y los números se fueron acomodando como para que se termine redondeando una buena transferencia.
Mauricio Martínez es un volante de contención, no tiene la cotización de un delantero.
Tampoco Unión se ha destacado en estos últimos tiempos por ser un club vendedor de grandes figuras surgidas de inferiores. Cavallaro y Martínez son los ejemplos de jugadores de abajo que se venden en el mejor momento. Con el resto, salvo que se escape a la rápida memoria algún ejemplo, no pasó eso. Esto no va en detrimento del trabajo de inferiores, porque están surgiendo jugadores y Madelón les ha dado oportunidades a la gran mayoría, pero pocos lograron un nivel de excelencia y recibieron ofertas en ese mismo instante.
Unión se asegura el pago de contado de 1.300.000 dólares y también se asegura que si en dos años se vende por una cifra que debe ser superior a 4.500.000 dólares, la mitad irá a las arcas de Unión; y Central se hace cargo de porcentajes e impuestos; y de última, si el jugador no “explota”, Unión se asegura 1.200.000 dólares dentro de dos años.
No está nada mal lo que se hizo. Muchos van a decir que el jugador puede explotar y que, si esto ocurre, el buen negocio de hoy se convertirá en un mal negocio de mañana, pero Unión se cubrió de eso. Conserva el 50 por ciento y hay un precio “mínimo” que Central deberá pagar sí o sí. Esa especie de plazo fijo que tiene Unión generándole intereses, lo conservará por dos años. Y hasta podrá arrimar alguna oferta si es que aparece un interesado que aporte Unión, algo que Central deberá contemplar.
Uno sabe que hay números que asustan en el mercado. Por ejemplo, Racing pide 10 millones de dólares por Romero ante un pedido de Fluminense y le dice que no a dos ofertas de Francia por Roger Martínez, a quien le pusieron una cláusula de salida de 8 “palitos” verdes. Pero estamos hablando de jugadores en puestos que se cotizan mucho más que el de volante central. Es una realidad incontrastable.
Necesidades por un lado, falta de ofertas de mercados más potentes por el otro y una buena negociación en cuanto a las cláusulas colocadas, confluyen para señalar que la venta está bien. Unión no se va a salvar con un “5”, por más bueno que sea Mauricio Martínez (y lo es). A esto también hay que saber entenderlo.