Todos tuvieron sus altibajos, sus cosas positivas y también negativas. En ese contexto, “Picotón” Gastón González (6) resalta por encima del resto, con la salvedad que una cosa es jugando por izquierda, con el perfil más apto y desbordando por afuera, y otra muy diferente es cuando Munúa lo manda a jugar por derecha, algo que se viene dando en casi todos los partidos. Y allí pierde gravitación. Pero aún así, Gastón fue lo mejorcito de un Unión que luego tuvo un estandarte como Brítez (6), al que lo ayuda el gol de cabeza que convirtió y su personalidad para empujar al equipo, a pesar de que le aparecieron por detrás en la jugada del primer gol, cuando Defensa no había hecho nada para ir ganando.
Otro jugador que se puede rescatar, porque además también lo ayuda el gol (pelota que tomó algo mordida, después de un rechazo defensivo, y ese disparo defectuoso hizo que se eleve y caiga en el ángulo de un sorprendido Unsaín), es Corvalán (6). Y también se debe sumar a este listado el aceptable trabajo de Roldán (6), que ha respondido en esa nueva posición de volante central con juego, a la que supo adaptarse rápidamente y es una buena opción para seguir utilizándola.
Tenés que leerUnión tiene su cuento de la buena pipa: crear, errar y luego padecerMoyano (4) prácticamente no tuvo atajadas en todo el partido, porque las veces que la pelota fue al arco terminó en gol, lo cuál también revela la gran eficacia que tuvo Defensa y Justicia para aprovechar las situaciones a su favor. Vera (5) arrancó bien, se animó a subir por el costado y junto con Machuca (5) le crearon problemas a Benítez. Pero en ambos casos, el rendimiento fue decayendo y el equipo se quedó con pocas piernas y desborde por ese lateral, perdiendo potencia y peligrosidad. Calderón (5) tuvo aciertos y errores, volvió a ganar un par de veces de arriba en el área rival (algo que se repite en todos los partidos) y no rechazó bien en la jugada del segundo gol, generando un córner del cuál vino el primero de los goles de Bou.
En la mitad de la cancha, Nardoni (5) corrió mucho, tuvo algunos pasajes en los que supo estar en el centro de la escena y terminó cansado y reemplazado. Arriba, Luna Diale (5) se tiró atrás (muchas veces el equipo se paró con un 4-2-3-1) y él fue el encargado de jugar detrás de García (4), que se esmeró en la búsqueda permanente entre los centrales de Defensa, aunque sin adquirir preponderancia y con pocas chances para aplicar su capacidad goleadora.
Respecto de los que entraron, ninguno aportó soluciones. Cordero (4) estuvo impreciso, falto de tiempo y distancia, flojo cuando tuvo que resolver con la pelota en los pies y tampoco pesó en el área. Peñailillo se volcó por izquierda (pasó Gastón González a la derecha), pero el equipo no tuvo demasiada profundidad en ese pasaje final, mientras que Juárez entró cuando ya la impotencia prevalecía, buscó, trató de encontrarse con la pelota pero con poco para mostrar.