El Litoral
“¡Me vendieron tantas veces ya...!”, dijo el delantero, quien además confirmó que la dirigencia de Unión no lo llamó para hablar sobre su contrato. La posibilidad más firme es la de Grecia, para vender el 50 por ciento. Son horas cruciales.
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La molestia de Franco Soldano tenía sus fundamentos. Se siente como “manoseado” por tantas cosas que se han dicho en estos últimos tiempos. Más allá de que tenga o no razón, es lo que siente. Se habló de Vélez, se dijo que no quería jugar en esa institución —algo que Soldano desmiente—, pero lo que más le molesta es que, además, nadie de Unión lo haya llamado para arreglar su contrato que vence en junio del año que viene.
Y este no es un tema menor, porque si Soldano se queda a jugar en Unión (algo que tanto el técnico como muchos hinchas y varios dirigentes ven con muy buenos ojos), ya empezó a transitar el último año de su contrato, cuestión similar a la ocurrida con Lucas Gamba. Y se sabe que, en fútbol, es peligroso cuando ocurre esto porque se estira la cuerda al máximo y se corre el peligro de que el jugador se quede con el pase en su poder el día que expira su contrato, algo que en Unión no puede ocurrir con Soldano.
Después llega el momento del apuro, como pasó con Gamba y la necesidad de arreglar con urgencia el vínculo. En algún momento, en Unión pensaron que era el momento de tener un gesto con el jugador (Gamba) y permitirle su salida. Después, ante el buen desempeño del jugador y las dificultades para encontrar delanteros en el mercado, se quiso arreglar y ya era tarde. El esfuerzo económico se hacía, pero ya Gamba —a través de su representante— tenía la mira dirigida hacia alguna posibilidad del exterior o, como en definitiva pasó, un club argentino que le pagara mucho más de lo que bueno que le ofrecía Unión. A los 31 años de edad, esa fue la decisión final.
Por Soldano se habló mucho. Dicen que su representante ofreció antecedentes en varios lugares. Una de las ofertas más concretas fue la de Vélez: 2,5 millones de dólares por el 50 por ciento del pase (Unión es dueño del 75 por ciento). Se mencionó el Levante de España y el West Bromwich de Inglaterra. Ahora, lo más seguro es del Olympiakos de Grecia y sería también por el 50 por ciento y por una cifra que rondaría los 3 millones de dólares.
Unión ya tiene su plantel armado y sólo dos posibles incorporaciones: la de Cabalucci (cuando quede libre de Olimpo, aunque con una pronunciada inactividad) y un jugador proveniente de un club extranjero, que es lo que el reglamento de la Superliga permite según el artículo 15, inciso 2.
¿Tendrá alguna chance de traer a un jugador que esté militando en un club extranjero o en carácter de libre?, no hay indicios. Es difícil que un jugador libre con condiciones no tenga club a esta altura y con el torneo ya empezado, salvo alguna situación puntual y específica que se suscite a último momento. Y también cuesta pensar en que algún futbolista que tenga club en el extranjero, salga a esta altura para venir a la Argentina.
De todos modos, es lo que el libro de pases de la Superliga autoriza y es la chance que tiene Unión en el caso de que se venda al futbolista. Lamentablemente, se llegó a esta situación con el torneo ya iniciado. El proceso de la apertura del libro de pases arrancó hace tres meses, hubo un Mundial de por medio y los dirigentes de Unión confiaron en las gestiones que haría el representante del jugador. La realidad en el fútbol mundial es esta: hoy los jugadores se venden a través de sus representantes. Y se llegó a este estado de cosas que, evidentemente, incomodan al futbolista y también al entrenador.
“Yo soy muy duro con los jugadores, no me gusta que se vayan”, dijo Madelón la semana pasada en “Café con Fútbol” y en El Litoral. Pero en el fondo, Leo imaginaba que podía darse la venta del jugador. Se llegó al fin de semana y pudo contar con él. Hablaron y convinieron en que lo mejor era que jugara. Soldano lo hizo, fue la figura del equipo y marcó el gol de la victoria. Todo esto como para “agravar” el estado de cosas, pensando en el futuro inmediato de un plantel que ha sumado futbolistas del medio hacia arriba pero ninguno parece tener una chapa aproximada que pueda alentar expectativas para sustituir ya mismo la ausencia de Soldano. Troyanski, Andrada y Lotti son los nombres nuevos, pero la realidad indica que Madelón deberá empezar a trabajar con Gallegos porque es lo que más se le parece a Soldano y el jugador que, a priori, podría ayudarlo a reemplazarlo en el caso de que el sunchalense se vaya.
“Soldano se merece todo lo bueno que le está pasando. Es un excelente jugador y está pasando un muy buen momento”. Lucas Gamba, Delantero de Huracán a “El Mundo Fútbol Club” de Buenos Aires.