En el fútbol, los triunfos son sanadores. Al menos, sirven para calmar un poco los ánimos, máxime cuando se viven momentos tumultuosos como han sido los últimos en Unión, con diferencias que se han tornado indisimulables y están a la vista. Para colmo, la campaña del equipo no ayuda y potencia los problemas cuando se producen derrotas como la del domingo pasado ante Talleres, por más que haya sido injusta. Por eso, el partido del jueves en Mendoza era importante y Unión lo aprovechó. Basado en la contundencia, lo terminó ganando bien. Fue demasiado parejo el trámite, por lo que aquélla virtud que tuvo Talleres en Santa Fe la imitó Unión en Mendoza para traerse tres puntos que alivian el panorama. Es poco, pero es algo.
Decíamos en el comentario del partido que el fútbol argentino se ha tornado inestable, irregular y con un emparejamiento hacia abajo en el nivel. Se corre, se presiona, los espacios escasean y la jerarquía individual no abunda. En esa coctelera, resulta difícil encontrar condimentos diferentes. Unión es un equipo al que no le sobra nada. Por eso, cuando consigue algo tan importante como es la contundencia, le pasan cosas buenas. Goleó a San Lorenzo con un primer tiempo a puro gol y le ganó bien a Godoy Cruz, aprovechando casi al máximo las situaciones de peligro que pudo crear.
Ya bastante lejos en el tiempo ha quedado aquella pretensión de un salto de calidad que se planificó luego de las dos clasificaciones a Copa Sudamericana. Hoy Unión apenas si puede aspirar a volver a pelear por un lugar en ese torneo (por el momento afuera de esa posibilidad) o a impedir que el promedio se convierta en una espada de Damocles el año que viene, cuando esa tabla empiece a ser una tortura para varios equipos.
Unión es un equipo que está metido en una bolsa en la que hay varios (posiblemente la gran mayoría), sin que se avizore la posibilidad -al menos por el momento- de pegar el salto. Sin figuras relevantes, sin jugadores diferentes, el mérito puede estar en ser lo más competitivo posible. Pero la sensación que subyace es que no tiene lo suficiente para salir de la medianía.
Tenés que leerUnión puso un Cordero para el vino mendocinoTodo este tiempo que lleva Azconzábal permitió que, al menos, se logre establecer una idea desde lo táctico que más allá de los cambios de nombres (para enfrentar a Godoy Cruz hubo cuatro modificaciones), se mantiene y no se modifica. Vera y Esquivel son dos jugadores han entendido esa idea del entrenador; Peñailillo es la alternativa que tiene para hacer lo mismo por el costado izquierdo, aunque daría la impresión de que no hay uno igual a Vera para que lo haga por el otro costado (Gerometta, el más parecido, hoy está en Gimnasia). Con Vera y Esquivel hay desborde por afuera, tienen respaldo defensivo en los tres zagueros y quizás pueda estar faltando más contención en el mediocampo. Allí, la idea se basa en la presencia de dos volantes que tienen que ocupar posiciones pero a los que quizás le esté faltando más capacidad para la recuperación. La dupla Cañete-Pittón (sustituida por Cañete-Nardoni en el último partido), aporta despliegue y también debe configurar la otra parte del trabajo que es la administración del juego. Más arriba, el técnico indudablemente confía en Zenón, el jugador más hábil y técnicamente el más dotado que tiene en el equipo, para que se sume al circuito de juego. A ellos, Borgnino fue ahora el elegido para acompañar a Cordero en el partido ante los mendocinos. Le salió bien el hecho de mantener a Cordero, porque convirtió el gol de la victoria, pero persisten las dudas respecto de quién debe ser el hombre de punta. Probó poniendo a García con Cordero y no anduvieron, luego sumó al Pajarito Juárez, le dio titularidad a Márquez y ahora volvió al esquema de jugar con un solo delantero neto y le devolvió la confianza al jugador que el propio DT trajo de Huracán y que no tiene los números de un goleador, al menos por ahora. Está claro que el gol no llega como consecuencia de amontonar delanteros en el fútbol. Pero no se advierte que aparezcan jugadores -salvo Zenón- que terminen de conformar al técnico para armar el bloque ofensivo.
Si bien no viajó a Mendoza, se cree que Juan Carlos Portillo estará en condiciones de ser tenido en cuenta para el encuentro del lunes ante Argentinos Juniors, a las 14.30 en la avenida. Brítez, su reemplazante, tuvo un buen desempeño en Mendoza y marcó el primer gol.
Pepe Castro viene a Santa Fe
El recordado delantero, goleador del Tate en el ascenso de 1989, José Antonio Castro, estará durante cuatro días en la ciudad, invitado por la gente de Triunfo Tatengue. Su llegada será el martes y ese mismo día se reunirá con Leonardo Simonutti y otros referentes de ese sector político, a la vez que se comprometió también a participar de otros encuentros con algunas peñas y filiales que lo invitaron.
Pepe Castro permanecerá hasta el sábado venidero en nuestra capital. "Fui convocado por la gente de Triunfo Tatengue, voy a escuchar su proyecto, diré lo que veo y pienso, todavía no hay nada arreglado y agradezco la invitación que me hicieron. De hecho que con la gente de Unión mantengo contactos desde hace mucho tiempo, ya lo hice en otras elecciones con Glorioso '89 y ahora fui llamado por este grupo político. Todos saben lo mucho que quiero a ese club y los dos años hermosos que he pasado en esa ciudad. Unión es muy caro a mis sentimientos, así que ojalá se pueda arreglar algo para serle útil al club en el futuro", dijo el Pepe, quien ha sido muy crítico en los últimos tiempos con la actualidad que vive la entidad tatengue.