Duele perder, pero lo que más preocupa es jugar mal
Argentinos Juniors le planteó un jeroglífico de intensidad y achique de espacios del que Unión nunca pudo salir durante los 90 minutos.
La imagen es de antes del comienzo del partido, cuando se hizo un minuto de silencio por los graves hechos de violencia ocurridos en el predio de Aldosivi, cuando incendiaron los coches de varios jugadores y auxiliares. Luego, en los 90 minutos, Argentinos también se encargó de poner de rodillas a Unión. Jugó mejor y le ganó bien. Crédito: Matías Nápoli.
"Perder, se puede perder; lo que no me gusta, es perder como perdimos hoy". Para Gustavo Munúa, el problema no fue perder el partido, sino las formas. Y está en lo cierto. Duele porque corta una racha de 7 partidos sin derrotas y porque Unión no pudo dar el salto deseado en las tablas. Pero lo que deja más preocupado al técnico es el bajísimo rendimiento del equipo, justamente en un momento en el que había logrado un nivel que más allá de altibajos naturales, estuvo siempre por encima de lo que mostró en la cancha de Argentinos. Que fue decididamente flojo.
Varias veces se vio a Unión en dificultades ante rivales que le cedían pelota y terreno para esperarlo, achicando espacios del medio hacia atrás. Eso le creaba un problema que a veces costaba mucho resolver para un equipo acostumbrado a jugar con espacios y apostar al "palo y palo" sin temores. En la propuesta de Unión, disponer de pelota y terreno con un rival metido atrás, planteaba una dificultad extra.
El domingo, Unión no tuvo espacios pero tampoco dispuso de la pelota. Fue todo de Argentinos Juniors, sobre todo en el primer tiempo. Y la incomodidad se manifestó abiertamente. El rival lo presionó muy bien sobre los laterales, anuló a Luna Diale y el doble cinco no contuvo ni jugó. Algo cambió en el complemento, quizás porque en ese juego de presión constante, Argentinos no pudo sostener la intensidad. La "medicina" de Unión (la intensidad y dinámica constante) fue la que empleó Argentinos. Y en ese contexto, el único momento en el que estuvo a tiro de pelear el partido, fue en esa jugada de Nardoni por derecha y el centro que Marabel terminó conectando con su cuerpo y una de sus manos para que sea anulada a instancias del árbitro y el VAR.
Es casi un hecho que Gustavo Munúa tocará la formación titular para recibir a Gimnasia. El plantel regresó de Buenos Aires a las 13 de este lunes, luego de haber pernoctado en capital federal y de haber realizado un trabajo de recuperación luego del partido del domingo. Crédito: Matías Nápoli.
Hacía mucho tiempo que Unión no se quedaba "zapatero" frente al arco rival (es decir, sin convertir). Y tampoco el rendimiento defensivo del equipo fue lo suficientemente sólido. Hace un par de partidos que se nota el bajón de Franco Calderón, un jugador vital en el funcionamiento de la línea de cuatro. Y el domingo, la actuación en general de los cuatro de atrás no fue buena, como tampoco el esquema de contención en la mitad de la cancha.
La idea fue esperar agrupado y achicando espacios en un sector de no más de 30 metros entre delanteros y defensores, entre la mitad de la cancha y tres cuartos hacia el arco de Mele. Sin embargo, Argentinos también tuvo superioridad en ese espacio, con mucha movilidad y mayor precisión, tanto para jugar como para marcar y quitarle espacios al rival. Y Unión, sin espacios, jamás logró provocar el desequilibrio para inclinar el trámite del partido a su favor.
Perder es algo que le duele a cualquiera pero es una alternativa del juego, máxime cuando se viene a la cancha de Argentinos Juniors, que no es de las más propicias para conseguir buenos resultados. Pero lo que más preocupa -y Munúa lo dejó bien en claro- fueron las formas, el nivel de juego que tuvo el equipo y el profundo bajón entre ese Unión impetuoso, valiente e insistente del partido con Vélez, a éste que tuvo mucho de apatía y flojedades.
Las dos jugadas de VAR
El VAR intervino en dos jugadas que fueron clave en el partido. La primera fue el gol con el que Argentinos Juniors se puso en ventaja en el primer tiempo; la segunda fue el gol anulado a Marabel cuando el partido estaba 1 a 0 y ya se jugaba el primer tiempo.
En la del gol de Argentinos Juniors, cuando viene el envío largo desde el campo de Argentinos Juniors buscando la cabeza de Avalos, el delantero local estaba habilitado -según registran las líneas tiradas por el AVAR- cuando bajó la pelota de cabeza hacia el sector derecho. Allí, tanto Nuss como Roa, que fue el encargado de tirar el centro, también estaban habilitados y así llegó el cabezazo de Avalos para convertir el 1 a 0. La asistente Mariana De Almeida levantó la bandera para marcar la supuesta posición adelantada de Avalos, pero el delantero estaba habilitado por la pierna de Calderón.
En la jugada del gol anulado a Marabel, todo arranca en un excelente centro de Nardoni desde el sector derecho y la aparición de Marabel para conectar la pelota muy cerca del segundo palo. El balón le rebotó primero en el cuerpo y luego, como producto de ese rebote, en una de sus manos. Si bien no existió ninguna intención del delantero paraguayo, el reglamento es claro cuando señala que no se puede convalidar un gol en el que la pelota haya sido impulsada al fondo del arco por la mano o el brazo del futbolista.
Junior Marabel fue de lo poco para rescatar, en lo individual, junto a Santiago Mele. Las peleó a todas. Crédito: Matías Nápoli.
"¿A quién pongo?"
Una situación muy particular se dio durante el desarrollo del partido del domingo en el Diego Maradona. Un plateista de Argentinos Juniors comenzó a gritarle a Milito que hiciera cambios. El entrenador de Argentinos Juniors lo miró, asintió y le preguntó: "¿a quién pongo?". El plateista, obviamente, le "siguió la corriente" y le dijo: "¡A un volante!". Fue antes del final del partido, cuando todavía estaba 1 a 0 y Avalos no había convertido el segundo tanto.
"Estamos en democracia, en libertad total. Me reclamaba que pusiera un volante. Y me di vuelta y le dije 'perfecto, coincido. Pero, ¿a quién?'. Así todos nos sentimos protagonistas y participamos de esta construcción del juego", contó, divertido, Milito en conferencia de prensa.
Y contó más detalles del intercambio con el hincha: "No me dio nombres. 'Un volante' me dijo. Sí, ya sé, pero a quién. Esa decisión, a veces te lleva a veces uno o dos minutos. La gente quiere ya, ya, ya. 'Te lo voy a poner al volante'. Y pusimos al volante.
Eso sí, tal como reveló el mismo Milito, no cumplió con el pedido al pie de la letra: "Pusimos de volante a Nico Reniero". Ante la consulta sobre si le había gustado el cambio, contestó entre risas: "No me puteó, así que por ahí le gustó. Pero no sé... Pero putear no me puteó", dijo el entrenador de Argentinos Juniors.
... Y se viene Gimnasia
El jueves a las 19, Unión recibirá la visita de otro de los animadores que tiene la Liga Profesional: el Gimnasia que dirige Pipo Gorosito y que tiene dos conocidos en el plantel (Soldano y Aleman).
Gimnasia igualó de visitante con Vélez, en Liniers. Ante la consulta a Pipo Gorosito sobre qué destacaba del partido de Gimnasia, afirmó: "Me gustó el orden, el rival está entre los cuatro mejores de América. Tienen excelentes jugadores. El punto es bueno para nosotros".
Acto seguido, analizó: "Nos faltó claridad en los últimos metros. Enrique salió por un golpe en el muslo. Insaurralde con una pequeña contractura. El resto parece sin problemas". En base a ello, destacó la actitud del juvenil Gonzalo González, quien jugó su segundo partido en Primera: "González es central, aunque puede jugar de lateral por la velocidad que tiene. Estamos entrenándolo para que sea alternativa como cuatro. Allí no tenemos recambio".
Por último, concluyó: "Hoy volvimos a ser el equipo duro que somos, jugando lejos de nuestro arco. Volvimos a ser intensos, me voy tranquilo porque lo hicimos bien".
103 Partidos
Jugaron Argentinos Juniors y Unión en su historia, de los cuáles 35 fueron ganados por el "Bicho" y 43 por el Tate, empatando los 25 restantes.