Darío Kudelka se fue mal el sábado pasado del 15 de Abril. Quedó descolocado por la derrota y por lo que pasó, que en el momento le molestó más de la cuenta, con Alejandro Toia y con Roberto Trotta, el entrenador de Independiente Rivadavia. Pero ya pasó todo. La semana trajo serenidad, reflexión, tiempo para corregir errores y para “trabajar sobre las virtudes, para acrecentarlas, y sobre los defectos, para corregirlos”, según se encargó de decir el propio Kudelka en su encuentro semanal con los periodistas.
Kudelka tiene que volver a un club al cual le dio mucho. Con Boca Unidos, ascendió a la B Nacional en un largo y durísimo tránsito por el Argentino A, manteniendo luego al conjunto correntino en la máxima categoría de ascenso.
Hoy, en Unión, Darío sabe que las exigencias son distintas y las urgencias también. Pero como ya se dijo, es fundamental que el hincha tenga paciencia. El equipo está en formación, ha tenido pasajes de buen fútbol contra Deportivo Merlo e Independiente Rivadavia y pudo haber empatado, tranquilamente, un partido muy malo ante Chacarita. No fue bueno el comienzo del torneo, pero tampoco malo ni para preocuparse. El camino es largo y todos lo saben. “San Martín de San Juan, en el torneo pasado, hizo una primera rueda espectacular, fue el equipo que sacó la mayor cantidad de puntos en la historia de la B Nacional y parecía que ascendía sin problemas; sin embargo, no jugó ni la Promoción”, recordó Kudelka ayer. Y es así porque a Unión también le pasó: de un segundo puesto expectante en la primera rueda a un noveno puesto final que lo dejó lejos y afuera de todo.
Con 4 o con 3?
Con Independiente Rivadavia se dieron dos o tres cosas trascendentes: 1) fue el primer partido en el que Kudelka paró al equipo con línea de tres para defender; 2) se jugó un primer tiempo donde se vio lo mejor de Unión hasta ahora; 3) se jugó un segundo tiempo donde el equipo careció de todo.
Kudelka definió por estas horas la ausencia de Avendaño. Si él hubiese jugado, el equipo habría ido con línea de tres. Como va Maidana, se arma línea de cuatro en el fondo y otra vez al esquema de los dos primeros partidos.
La idea está clara y definida: salir a buscar el partido y a ser protagonista. Enfrente habrá un rival de buen comienzo de torneo. Boca Unidos es, hoy, puntero junto con Atlético de Rafaela, pero con un encuentro menos que los dirigidos por Carlos Trullet. Los correntinos ganaron dos partidos y empataron el restante, pero esto quiere decir poco a esta altura del torneo. De todos modos, se nota que Juan Amador Sánchez le ha encontrado la vuelta: los resultados de Boca Unidos han sido mejores que los de Unión y por algo será.
Mayor regularidad y mejoría en los rendimientos individuales es lo que se busca. Rosales y Vidal, por ejemplo, han jugado bien los primeros tiempos pero se han desinflado en la producción de las segundas partes. Pablo Pérez tiene que ser más gravitante en el juego, máxime ahora que se ha sumado un delantero de buena técnica y desborde como Mannara, que se juntó bien con Rosales en el primer tiempo del partido del sábado pasado y complicaron a los mendocinos.
El plantel tatengue, que arribó esta mañana a Corrientes, tenía previsto un entrenamiento liviano esta tarde para esperar el cotejo de mañana. Habrá que ver cómo está el campo de juego de la cancha de Huracán Corrientes. La última vez que jugó Unión allí, se la vio deteriorada en líneas generales, aunque se supone que el piso no estará tan malo como el de la cancha de Almagro, donde Unión perdió hace dos semanas con Chacarita.
La lista de viajeros es la siguiente: Limia, Cárdenas, Maidana, Pablo Pérez, Vidal, Correa, Mannara, Alejandro Pérez, Quiroga, Rosales, Velázquez, Arce, Barisone, Gaitán, Montero, Zurbriggen, Emanuel Moreno, Pirchio, Zárate y Kissner.