Unión-Independiente y aquel escándalo con Calabria que costó una clausura
Luego del empate de Independiente, sobre el final del partido, un hincha de Unión saltó al campo de juego con la intención de agredir al árbitro. Unión tuvo que ir a jugar a la cancha de Colón y allí le ganó, nada menos que a River y a Vélez.
Parte de la crónica de El Litoral y la foto que muestra el reclamo de Mario Alberto y un muy jovencito Ricardo Daniel Altamirano hacia el árbitro del partido.
Foto: El Litoral
Unión e Independiente tienen una historia que se remonta a 1967, cuando se produjo el primer ascenso de Unión pero que también ha tenido sus hitos en la B, en aquél año en que el "Rey de Copas" declinó y le tocó militar en el duro certamen del ascenso. Los partidos inolvidables se suceden, ya sea con buenos o con malos recuerdos. En definitiva, el fútbol es lo que más se asemeja a la vida y así hay que aceptarlo y saber digerirlo. Partidos que, inclusive, no tuvieron demasiada trascendencia por el resultado, sino por algún hecho en particular. Como por ejemplo aquél 0 a 0 de 1986, con una fenomenal marca de Dagametti sobre Bochini, al punto tal que el Pato Pastoriza hizo lo que muy pocos se animaron a hacer con semejante jugador: sacarlo en medio del partido. Era un Independiente con un mediocampo sensacional, con Giusti, Marangoni, Bochini y la "Vieja" Reinoso, más un delantero de gran manejo como Franco Navarro, ese peruano que un tiempo después vino a Santa Fe a ponerse la camiseta de Unión, en el mismo momento que lo hizo Claudio Borghi.
Pero hay un partido muy especial, que le trajo consecuencias a Unión. Fue el que se jugó el 25 de octubre de 1987, hace casi 35 años, en el 15 de Abril. A Unión lo dirigía Luque y a Independiente el Pato Pastoriza. Leopoldo ya mechaba en su equipo a varios juveniles, algunos de ellos habían debutado con él y otros venían del proceso anterior con Jorge Castelli. Altamirano, Passet, Humoller, Catinot, Toresani, Marcelo López y el Beto Acosta eran algunos de esos pibes que empezaban a tener minutos en Primera. Ellos debieron sufrir la desgracia del descenso, justamente ese año. No pudo evitarse en aquél partido desempate en la Bombonera ante Racing de Córdoba. Alternaban con otros jugadores de mucha experiencia y trayectoria en el club, como Mario Alberto, el Chango Cárdenas y el Turco Alí. Más otros que habían llegado en esos tiempos y que tenían indudable jerarquía, como Jorge García, el paraguayo Rafael Bobadilla y el colombiano Anthony De Avila, un jugador de selección que llegó como consecuencia de un negocio que en ese momento se hizo con Puma Internacional y que desembocó luego en la salida del Beto Acosta.
Al partido en cuestión lo ganaba Unión 1 a 0 sobre el cierre del primer tiempo, con una volea de Marcelo López a la salida de un córner. En el segundo tiempo, Luque hizo ingresar al paraguayo Rafael Bobadilla, quien a los dos minutos recibió la roja por parte del árbitro Ricardo Calabria. El clima se había puesto muy espeso y negativo contra el juez del partido, quien debió acudir en un par de ocasiones a las fuerzas del orden para señalarle los lugares más conflictivos. Y a dos minutos del final del encuentro, llegó el gol del empate que convirtió el peruano Franco Navarro -que años más tarde llegó a Santa Fe para jugar en Unión junto con el Bichi Borghi- para colocar el 1 a 1 definitivo. En ese mismo instante y antes de que se reanude el juego, ingresó un particular al campo de juego con un objetivo bien definido: agredir a Calabria. Esta persona fue detenida por los propios jugadores y las fuerzas policiales, quienes debieron ubicarse adentro de la cancha para frenar una invasión de hinchas que se produjo y que obligó a que Calabria se fuese del campo de juego con una fuerte custodia, suspendiendo el partido cuando todavía restaban jugarse algunos minutos.
El Colegio de Arbitros de la Afa declaró persona no grata a un excelente dirigente -y mejor persona- que tuvo Unión, como fue Héctor Flamini. En su rol de presidente (era vice y asumió esa función luego de la renuncia del doctor Rubén Caprio), luego del encuentro declaró que "estoy destrozado porque lo de hoy ha sido una total muestra de irresponsabilidad por parte de Calabria. El es el único responsable de todo esto, porque su arbitraje fue totalmente parcial, un desastre. Tengo mucha bronca porque asistimos a una total injusticia". Apenas hizo estas declaraciones, el titular tatengue ingresó al vestuario local, juntó a todos los jugadores y les dijo: "Muchachos, empatamos el partido por culpa del árbitro, así que van a cobrar el premio como si lo hubiesen ganado".
¿En qué terminó esta historia?, en que a Unión le clausuraron el estadio y debió ir a disputar dos partidos en la cancha de Colón. A los dos los ganó. En el primero, un miércoles por la noche, venció a River por 3 a 1, con dos goles de Bobadilla (uno de penal y el otro de tiro libre) y el restante de Toresani, descontando Caniggia para River. El otro lo ganó ante Vélez, por 1 a 0 con gol del Huevo Toresani, en lo que fue uno de los primeros partidos que jugó el Cholo Simeone como titular en ese equipo que por entonces dirigía Daniel Willington.
A los pocos días hubo elecciones en Unión y el ganador fue el doctor Súper Manuel Corral. Mientras tanto, Leopoldo Jacinto Luque se tenía que ir despedido por un coro de silbidos y pedidos de renuncia luego de una goleada en contra, una noche lluviosa en el 15 de Abril ante Ferro, algo que entristeció mucho a Leopoldo, un ídolo y campeón del mundo surgido de las canteras tatengues. Al año siguiente llegó Garisto, luego Violi y posteriormente el descenso de categoría. Pero esa es otra historia.