(Enviado Especial a Paraná)
De todos modos, en el cuadro de honor no puede faltar Mele, que tapó dos mano a mano clave para mantener el cero en su arco. Buen partido de Corvalán y mejoría de casi todos. Álvez tuvo la pólvora mojada.
(Enviado Especial a Paraná)
En el fútbol, se necesita que táctica y rendimientos vayan de la mano. Unión no le ganó a Patronato porque no tuvo gol. Pero si de algo no quedan dudas, es que el nivel de juego levantó y los cambios le dieron resultados a Munúa. ¿Qué cambios?, los tácticos, porque plantó una línea de 3/5 que funcionó. Calderón, Corvalán y Polenta se complementaron muy bien. Corvalán (7) fue uno de los puntos altos en el rendimiento del equipo, jugando por el centro y cerrando con mucho acierto a las espaldas de sus dos compañeros. Calderón (6) fue sólido en la marca de Alex Rodríguez y Estigarribia, mientras que Polenta (6) recuperó solidez, presencia y hasta se dio el lujo de armar una jugada que, de haber terminado en gol, iba a ser muy recordada y elogiada: "robó" una pelota en el terreno de Unión, arrancó en diagonal, buscó la pared con Alvez y entró por el "callejón del 10" al área, rematando en forma desviada.
Si bien Unión hizo figura a Altamirano, el arquero de Patronato, Mele (7) también está entre los mejores de Unión. ¿Por qué?, porque le tapó un mano a mano a Estigarribia en el primer tiempo (al estilo Gatti, haciendo "la de Dios", como en los mejores tiempos del Loco) y en el final, ya en tiempo de descuento, hizo lo mismo con Alexander Sosa. Trabajando en menor medida que su "colega", igualmente Mele tuvo una actuación que debe destacarse y que también contribuyó para que Unión no pierda un partido que mereció ganar.
Fue bueno lo de los dos laterales, sobre todo porque entendieron muy bien lo que debían hacer. Vera (6) hizo un buen partido, el ida y vuelta fue constante y hasta estuvo cerca del gol en el primer tiempo. Esquivel (6) también fue importante, jugó con mucha tranquilidad y solvencia, cubrió bien el lateral cuando retrocedió y aportó en ofensiva.
En el medio se dio la recuperación de Portillo (6), que volvió a ser ese jugador intenso y con la agresividad bien entendida a la hora de marcar. Fue el equilibrio en un mediocampo que formaba una especie de cuadrado, con Nardoni (6) a su lado y con Luna Diale (6) y Castrillón (6) un poco más adelantados. Nardoni tuvo un despliegue estupendo y colaboró mucho en ofensiva, apareciendo por sorpresa. Luna Diale fue de mayor a menor, jugó un buen primer tiempo, armó una interesante sociedad con Vera por el sector derecho, participó en varias jugadas de gol (lo habilitó a Alvez en el segundo tiempo para dejarlo mano a mano con Altamirano) y cuando Munúa vio su declive, decidió sacarlo. Lo mismo pasó con Castrillón, a quién el palo le negó la posibilidad del gol. Jugando más cerrado y no tan abierto, el colombiano tuvo la posibilidad de estar cerca del gol.
Arriba, Alvez (5) falló en lo que sabe hacer: el gol. Tuvo un penal que le atajó Altamirano y luego contó con dos o tres situaciones muy propicias que tampoco aprovechó. Su pólvora mojada fue un gran problema para Unión. Corrió mucho, no bajó los brazos, las peleó a todas, se "fajó" con el grandote Guassone y hasta dejó al desnudo su fastidio cuando sus compañeros elegían no habilitarlo. Pero en su hábitat, adentro del área, no estuvo fino.
El "Pajarito" Juárez (5) y Tomás González (5) ingresaron promediando el segundo tiempo para darle frescura al ataque de Unión. Lo mismo pasó de inmediato con Peralta Bauer (5). Ya los tres más adelantados daban muestras de cansancio y Munúa veía, como todos, que el partido se podía ganar. El "Rayo" González fue por derecha y Juárez por izquierda. Aportaron empuje e intensidad, pero les faltó claridad. Las oportunidades se siguieron dando (el que estuvo más cerca en el final del partido fue Polenta en dos ocasiones), pero el gol no llegó y Unión se fue con la sensación de que no se ganó un punto, sino que se perdieron dos. De todos modos -y que no suene como consuelo- el equipo levantó su rendimiento y esto es bueno. Ese arco -el de Altamirano- que estuvo cerrado con siete llaves en Paraná, por allí se abre el jueves en el 15 de Abril. El paso adelante no fue matemático, sino futbolístico. Y Unión sabe que, jugando como lo hizo en Paraná, las posibilidades de ganar serán mayores.