Maleficio “Gallego”: el “Kily” no puede ganar en Unión
Cuarto partidos sin alegrías y sin goles para el Tate: 0 a 0 con Platense. Esta vez, con la ausencia del gambeteador Machuca, no hubo ideas, ni presión alta ni rebeldía. Un paso atrás como equipo.
Como si fuera un maleficio “Gallego”, desde que Sebastián Méndez pegó el portazo ese domingo inesperado en Casasol para irse a Vélez después del 3-0 a Independiente, el Tate se quedó sin nada y a los platos rotos los está pagando el “Kily” González con sus números: cuatro jugados, ninguno ganado y ningún gol para Unión en estos últimos tiempos. La verdad, si existiera la chance, debieran haber perdido los dos junto con Platense, porque el bodrio que armaron en el complemento mereció el peor de los castigos para algo llamado ”fútbol”. Pero sin fútbol.
Si no hubiera sido por el cabezazo del debutante Meynier en el travesaño o la volada salvadora de Moyano (se le metía bombeado el cabezazo de Jacquet) nos dormíamos. No hubo nada en la libreta de apuntes, salvo los cambios de un lado y del otro.
El punto contra Boca (con la queja del VAR) o el puntazo ante Talleres bajo la lluvia habían dejado sensaciones positivas. Este punto contra Platense no dejó nada; es un paso atrás en varios rubros. La sensación es que el “Kily” deberá trabajar mucho, los dirigentes levantar las inhibiciones para hacer de una vez por todas un buen mercado y el cartelito debiera ya indicar “Machuca intransferible”, salvo que aparezcan los Reyes Magos de verdad.
El gran interrogante táctico y estratégico de Unión en la previa, pasaba por saber de qué manera el “Kily” reemplazaría al jugador más desequilibrante del plantel con esa gambeta que lo llevó a ganar la mayoría de los “uno contra uno” en el torneo argento, como es Imanol Machuca, ausente por cinco amarillas contra Platense. Porque, sin discusión, se sabe que en este puesto y función, el Tate no puede aplicar peón por peón, ya que no hay otro jugador igual a Machuca. Es más, ni siquiera hay uno que sea parecido (al menos por ahora).
Por lo tanto, cualquiera de las decisiones que el entrenador tomara a la hora del reemplazo del jugador pretendido por el Fortaleza de Brasil (primera oferta de 1.5 rechazada), implicaría a priori un desafío para el equipo y una gran duda respecto del dibujo táctico para jugarle a Platense. Finalmente, el “Kily” se inclinó por el paraguayo Junior Osvaldo Marabel para hacer binomio con el chico del IPEI en los metros finales de la cancha.
Ese 4-4-2 o 5-3-2, sin un jugador que “rompa” a lo Machuca, suponía un Unión que podía caer en el vicio del pelotazo. Sin embargo, más allá de un primer tiempo más peleado que jugado, el equipo con las armas que tenía lo intentó por abajo. Un batallador y ordenado Platense, tan corredor y metedor como Unión, complicó los planes de protagonismo del dueño de casa. El equipo de Palermo, que había perdido seis de los siete partidos que jugó de visitante, tomó recaudos para cerrarle los caminos del protagonismo al dueño de casa.
Las tres aproximaciones al gol que generó Unión terminaron siempre en el paraguayo Marabel, la primera con la derecha, otra donde no llega de cabeza y la última donde lo cierran bien después de un desborde de Luna Diale. Platense, a pesar de la buena campaña de Martín Palermo (47 por ciento de efectividad), poco y nada; pero sabiendo que el punto le cerraba por todos lados.
Unión, al menos en esos primeros 45 minutos, sintió demasiado la ausencia del desequilibrante Machuca. Porque además, el recambio de Marabel para pasar al 5-3-2, lo hacía retroceder demasiado a Dómina para que el paraguayo quedara más de punta. Ninguno de los dos terminó de complicar a los defensores calamares en Santa Fe.
Además de la baja de su “figurita” y más allá del correcto partido del pibe Del Blanco en lo posicional, también pareció Unión extrañar las corridas de Kevin Zenón, figura contra Boca en Santa Fe y ausente por lesión. Eran, las de Machuca y la del correntino, dos bajas sensibles a la hora de ir para adelante e intentar lastimar a los de marrón.
En el complemento, le juro, no hay nada, sacando los cabezazos mencionados que hicieron de despertador en cada área. Apenas el debut de Meynier y nada más. Se quedó sin gol Unión y sigue sin ganar el “Kily”, como si fuera un maleficio “Gallego”. De yapa, como otra burla del destino, el próximo rival del Tate es justamente Vélez, en Liniers. El Vélez del “Gallego”, el del maleficio, que se llevó los goles y las victorias que ahora Unión extraña.
Calderón no juega contra Vélez
Franco Calderón, que vio la tarjeta amarilla de parte del siempre polémico Fernando Espinoza, llegó a la quinta y se perderá el partido contra Vélez Sarsfield en el estadio José Amalfitani en Liniers. Como contrapunto, la buena noticia es que podrá tener de nuevo entre los once al irreemplazable Imanol Machuca (no jugó contra Platense por el mismo motivo: cinco amarillas)
El partido Vélez-Unión se jugará el lunes 24 de julio en horario nocturno, por un pedido especial de la dirigencia de Liniers a la AFA. ¿El motivo?: antes de recibir al Tate, Vélez estará jugando los 16avos. de final de la Copa Argentina contra San Martín de San Juan.
El cruce entre Vélez y el Verdinegro irá el jueves 20 de julio, desde las 15.30, en el estadio Julio César Villagra, de Belgrano de Córdoba. Es por eso que, jugando jueves y en la Docta, Vélez pidió que el partido con Unión se juegue el lunes 24 de julio: falta confirmar el horario.
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