"Los partidos se definen por detalles", suelen decir los técnicos. Y esos "detalles", generalmente están vinculados con la calidad individual, con la jerarquía relevante que aporta algún jugador desequilibrante. Vélez tuvo lo que a Unión le faltó. O mejor dicho, le falta. Porque no es exclusivo de un partido, sino de una realidad: Unión es un equipo que no tiene el vuelo individual de otros equipos. La idea de juego está, el esfuerzo también, la voluntad y el coraje para jugar de igual a igual no se discute, pero todo esto tiene un freno, una barrera. Y lamentablemente, Unión no tiene soluciones para esa realidad.
Para ser un poco más claros y específicos:
* El primer tiempo tuvo un desarrollo parejo y Unión tuvo tantas situaciones de gol como Vélez, pero en esa etapa ya ganaba Vélez 2 a 1.
* En el segundo tiempo, Unión estuvo "en partido" hasta el minuto 39, por momentos se lo llevó por delante a Vélez, trató de arrinconarlo y tuvo un par de situaciones claras para convertir, pero aparecieron Orellano (el gran factor desequilibrante que tenía Pellegrino en el banco) y Lucero para liquidar el partido con una goleada que no se ajusta a lo ocurrido en el trámite. Sin dudarlo, el 4 a 1 (justo en lo que respecta al merecimiento del ganador) fue exagerado. De ninguna manera se puede admitir una diferencia tan grande entre un equipo y el otro, sólo si se la busca por el lado de la mayor calidad y jerarquía para definir esos "detalles" que tanto mencionan los entrenadores.
Sería injusto, inclusive, echarle culpas al Vasco por los cambios realizados. La salida de Portillo (para que entre un delantero como Insaurralde) desarticuló la defensa, pero la idea de agregar gente en ataque para buscar el empate no se la puede criticar. Hizo lo que "los libros aconsejan" cuando se está perdiendo un partido. Criticable hubiese sido si no asumía algún riesgo. Lo hizo y no salió. Desde mi punto de vista, es lo menos criticable.
Hablando de la defensa, Unión volvió a dar ventajas. Venía con un periplo de cierta solidez, pero en partidos en los cuáles había sido poco atacado. Le cabecearon bastante en el área propia (a los 6 minutos de iniciado el partido, Brizuela clavó un cabezazo en el travesaño), se perdieron marcas y si bien la gran diferencia fue la precisión y contundencia que tuvo Vélez, también habrá que admitir que a Unión le volvieron a crear muchas situaciones de peligro frente al arco de Moyano.
No hay dudas que Vélez marcó una gran ventaja en las áreas, algo que no existió en el resto del campo de juego. Y tampoco hay dudas de lo exagerado que termina siendo el resultado del partido. Unión no cambió el libreto. Soltó a los marcadores de punta (Peñailillo volvió a estar cerca del gol y Blasi se proyectó mucho en todo el partido), tuvo mayor aporte esta vez en Cañete, con la pelota, que en un Acevedo con intermitencias y sin adueñarse de la pelota, pero complicó bastante con Gastón González y Machuca, que se mostraron muy predispuestos a encarar y a tratar de ganar en el mano a mano.
Precisamente, Gastón González y Machuca pudieron convertir. Como también lo pudo hacer García cuando estrelló una pelota en el travesaño o Insaurralde, en un remate violento que encontró muy bien parado a Hoyos, que es cierto que tuvo un par de buenas intervenciones pero de ninguna manera para justificarlo como figura de Vélez. Mucho más en un equipo que tuvo a Bouzat -por momentos complicando mucho a Blasi- como un valor desequilibrante abriendo la cancha por izquierda y el ingreso posterior de Orellano, imparable para toda la defensa rojiblanca.
"El resultado fue más abultado de lo que fue el juego. Unión es un gran rival, que no había perdido en el torneo y lo demostró. Le ganamos a un rival de calidad".
Volvemos al concepto general, que tiene que ver con la calidad y jerarquía individual. Vélez tuvo ese gran detalle a su favor y lo hizo pesar. No le sirvió para marcar diferencias en el trámite del partido. La paridad resultó muy evidente y reitero que Unión estuvo peleando el partido hasta el minuto 39 del segundo tiempo, cuando llegó el gol de Orellano que desinfló por completo cualquier chance de evitar la derrota. Pero a la hora de la definición, en el momento de marcar alguna diferencia que incline el resultado a favor, Vélez mostró una jerarquía que Unión no tiene.
El próximo domingo, a las 18.30, Unión recibirá en su estadio la visita de Boca en un partido que puede resultar decisivo para las chances rojiblancas de acceder a la fase final.
Sin Franco Calderón, que será sancionado (fue roja directa), habrá que esperar lo que ocurra con Jonathan Galván, que se fue lesionado (fue muscular) a los 24 minutos del primer tiempo.
Por su parte, Federico Vera -con Covid positivo- comenzó a sentir síntomas el miércoles, con lo cuál llegará al partido con Boca con lo justo (once días), aunque habrá que esperar el desarrollo de la semana para ver si puede entrenarse a contra turno del resto de sus compañeros.