De la Redacción de El Litoral
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Los santafesinos que leyeron los títulos de El Litoral un día como hoy de 1983 se encontraron frente una triste noticia: tras sufrir durante varios meses el embate la inundación, el Puente Colgante caía rendido ante la fuerza imparable del agua. Hoy se cumplen exactamente 28 años desde aquel día en que la ciudad perdió uno de sus símbolos.
Se desplomó el Puente Colgante anunciaba este diario en la parte superior de su portada de esa tarde. Más abajo, dos fotografías daban cuenta del estado en que había quedado el enlace vial sobre la laguna Setúbal. “Una novedad verdaderamente triste se registró esta tarde (...) exactamente a las 16.30, cuando la presente edición estaba a punto de entrar en máquina. El Puente Colgante se desplomó”, consignaba la crónica.
La caída de la estructura se produjo por los severos efectos que llegaron junto con la inundación que azotó en 1983 a la ciudad de Santa Fe y la zona de influencia durante un tiempo prolongado. “El viejo puente (...) se desplomó en su estructura o columna del sector este (El Pozo) en tanto corría igual riesgo la columna del sector oeste”, completaba la nota publicada en aquella jornada.
Habrían de pasar casi dos décadas hasta para que los santafesinos pudieran volver a tener una de sus principales postales. El 7 de septiembre de 2002, tras la reconstrucción, el Colgante quedó habilitado al paso peatonal. Ese día, el título de El Litoral fue mucho más reconfortante: “La ciudad recobró su símbolo”. Tres semanas después la vía quedó habilitada al paso de vehículos livianos, que surcaron el puente con “aplausos, bocinazos y cumbia”.
En primera persona
Alejandro Villar, reportero gráfico de El Litoral hace 30 años, fue una de las personas en fotografiar la caída del Puente Colgante el 28 de septiembre de 1983. Desde la Sección Fotografía que hoy dirige, contó que por entonces tenía 33 años y llegó al lugar del hecho una hora después de la caída del puente. Allí se encontró con otros compañeros que también estaban abocados a la tarea de registrar un evento que Santa Fe recordará por siempre.
“Ese día lloviznaba y había un viento sur terrible. Recién llegaba a mi casa de trabajar cuando escucho por la radio que se había caído el puente. Ahí nomás agarré la cámara y salí”, narró el único reportero gráfico que hoy trabaja en El Litoral y registró el evento de aquel día. Y agregó: “La gente estaba desesperada. Muchos lloraban y no podían creer lo que había pasado”.
Para Villar, la caída del Puente Colgante fue uno de los hechos más importantes que marcaron su trabajo a lo largo de tres décadas. Refirió que jamás olvidará cómo la gente intentaba ayudar, obstaculizando sin querer el trabajo que hacían personas especializadas como bomberos y policías. “La postal de ese día fue la solidaridad de la gente”, finalizó.