Los alacranes del norte del país aparentemente son más venenosos que los de Buenos Aires, pero todavía no hay estudios exhaustivos que confirmen que existe una mayor proliferación de este arácnido de Santa Fe hacia el norte.
Lo contó Daniel Hermann, un experto del área de Animales Venenosos del Instituto Malbrán de Buenos Aires, quien vino a la ciudad para dar una charla sobre prevención de picaduras de alacranes.
El especialista explicó que los alacranes que habitan en la ciudad de Buenos Aires son todos hembras. “Son partenogenéticas y no necesitan de un macho para tener crías, por lo que sus descendientes nacen todo el tiempo, aunque no causan accidentes graves, como sucede en algunos provincias en donde hubo varios fallecimientos”, advirtió.
Los expertos están investigando por qué los alacranes de las provincias son más letales que los porteños y ya tienen algunas sospechas. “Si bien es la misma especie de alacranes (Tityus trivittatus) la que habita en las provincias y Capital Federal, una de las hipótesis es que al haber intercambio sexual entre machos y hembras -como sucede en Santa Fe, por ejemplo- el veneno tiene otra potencia o letalidad. En cambio, en Buenos Aires al ser partenogenéticas, las crías son idénticas a la madre y portan la misma cantidad de veneno”, explicó.
Hermann contó que otros especialistas creen que la alimentación puede ser una de las posibles causas de la diferencia. “Otros dicen que en la medida en que se va más al trópico, más al norte, el veneno es más potente. Sin embargo, en Costa Rica hay un Tityus Athens que no es peligroso para el humano”, contextualizó.
El especialista también dijo que la provincia de Santa Fe es la que más alacranes aporta para producir suero antiescorpiónico. “El Instituto Malbrán trabaja conjuntamente con la provincia, particularmente en el tema del alacranismo, ya que Santa Fe cría y colecta alacranes y los envía permanentemente a Buenos Aires, adonde se les saca el veneno y se produce el suero para tratamiento por picaduras que pueden ser mortales”, destacó Andrea Uboldi, directora provincial de Promoción y Prevención en Salud.
La funcionaria indicó que los ejemplares que se envían a Buenos Aires se reproducen en el alacranario que inició el Dr. Juan Carlos Beltramino en el Hospital Alassia y advirtió que no se propicia que la gente capture alacranes.
“Nosotros tampoco alentamos a que la gente salga a cazar alacranes. Los que generalmente llegan son los que una madre o padre encontró en su casa y lo llevan al hospital para que lo identifiquen y, ya que está, nos viene muy bien a nosotros porque nos los remiten”, contó.
El especialista reveló que el veneno que se extrae de los alacranes se inyecta en caballos o terneros, quienes así se inmunizan, sin provocarles daños. Luego, se les extraen los anticuerpos que estos animales generan y, con ellos, se hacen muchos lotes y frascos antivenenos que se envían a todas las provincias.