El Litoral
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Tiene 29 años, residía antes de partir a Mar del Plata, en barrio Sargento Cabral.
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Uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan es santafesino. Se llama Germán Oscar Suárez, tiene 29 años, y es oriundo del barrio Sargento Cabral. Toda su familia viajó en las últimas horas a Mar del Plata, al igual que los familiares del resto de los tripulantes, a la espera de saber dónde están sus seres queridos, perdidos en la inmensidad del mar desde hace 7 días.
Todo un país espera saber qué pasó con el submarino San Juan y en la ciudad de Santa Fe, la angustiante incertidumbre es aún mayor entre los vecinos de barrio Sargento Cabral, al igual que en la comunidad educativa de las escuelas Balbina Domínguez y la Nicolás Avellaneda, donde Germán cursó sus estudios antes de partir para formarse en la Armada Argentina como submarinista.
Esta mañana, quien fuera su preceptor en la escuela Avellaneda, Francisco “Pancho” Frutos, repasaba el legajo en el que resaltaba un juvenil rostro del alumno Suárez, al que por entonces sus compañeros habían apodado “Charton”. Las notas de la libreta eran buenas, al igual que las de la primaria en la escuela Domínguez. Pero Frutos recordó una anécdota en particular. “Cuando estaba por recibirse con el título de Técnico Informático, Ana, su madre, vino a pedir por favor que le den la posibilidad de rendir Matemática Aplicada en una mesa especial, porque debía recibirse para poder ingresar a la escuela de la Armada”.
Era la única materia que le había quedado “colgada” a Suárez y se la sacó de encima para poder cumplir su sueño. Es que Germán ama el mar, donde hoy se encuentra, ama su vocación que persiguió de niño. Y, según su esposa, “debe estar conteniendo al resto de los tripulantes del submarino en estas horas de incertidumbre, porque es una persona tranquila y muy centrada”, dijo María Itatí Leguizamón (30 años).
Germán Suárez es hoy cabo primero de la Armada y su función en el ARA San Juan es sonarista. Reside en Mar del Plata desde hace 8 años, donde dos años atrás se casó con María Itatí. La última vez que hablaron fue el lunes 6 de noviembre, cuando Germán estaba en Ushuaia, la semana previa al lunes 13, cuando el San Juan se sumergió para retornar a Mar del Plata junto a los otros 43 submarinistas restantes.
Pero en la madrugada del pasado miércoles 15 de noviembre la Armada Argentina activó un alerta tras perder todo contacto con el submarino que tenía previsto arribar a Mar del Plata el próximo lunes 27 de noviembre, tras su paso por los mares del sur del país. Su última posición conocida fue a la altura del Golfo San Jorge, 240 millas náuticas (432 km) mar adentro, cuando el capitán del submarino informó “un principio de avería” en el sistema de baterías.
Horas críticas
Por estas horas críticas los Suárez partieron hacia Mar del Plata y se unieron a María Itatí en la espera en la Base Naval. Sus padres, Jorge y Ana, están acompañados además por la hermana mayor de Germán, Eleonora, y por Juan Pablo, que reside en Rafaela. Otro de los hermanos Suárez, Cristian, se encuentra actualmente en Chipre, donde forma parte de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas.
María Itatí es hoy quien tiene mayor contacto con la prensa. Es comunicadora social y abogada. Conoció a Germán en Mar del Plata, cuando viajó desde su Formosa natal para ejercer el Derecho y se encontró con el amor de su vida. Fue durante un encuentro religioso de La Legión de María. Él todavía estudiaba en la Armada y finalmente se casaron, hace dos años atrás. “La fe me ha ayudado mucho, me sostiene”, dice ahora la joven.
Junto a María Itatí se encuentra Eleonora, la hermana mayor de los Suárez, que llegó en las últimas horas a la Base Naval de Mar del Plata. “La gente está muy triste y espera lo peor. Muchos piensan que la esperanza era hasta el día de hoy. Pero nos dicen que esperemos”, contó.
Los familiares están asistidos por psicólogos y reciben contención espiritual. Son informados minuto a minuto sobre cada detalle de la búsqueda que ya trascendió las fronteras del país, con la participación de 30 unidades entre aeronaves, navíos y vehículos submarinos de distintos países.
Las autoridades les piden calma a los Suárez al igual que al resto de los familiares de los 44 submarinistas perdidos en el San Juan. “Nos dicen que los van a buscar hasta encontrarlos, sea de la forma que sea”, contó Eleonora. Es que el operativo de búsqueda abarca una superficie de 482.507 kilómetros cuadrados. Casi inasible. “Ellos no saben cuánto tiempo les demandará, sólo lo sabe Dios”, finalizó.