Que la laguna Setúbal dejará de ser tal para transformarse en un río no es novedad. Es algo que predijeron los especialistas de la Facultad de Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral. Es sólo cuestión de tiempo. Pero con la bajante histórica del río Paraná aparecen otras curiosidades, como la que ya se puede observar desde la Costanera: un nuevo banco de arena asomó sobre la superficie aguas abajo de los pilotes del ferrocarril.
El fenómeno nunca antes visto se puede observar con claridad desde el mirador del Faro. También desde la playa, sobre la Costanera Este. Muchos pensaban que ese sector donde desemboca la laguna Setúbal era más profundo. Pero no. Hay un banco de arena. Y el comportamiento del río es a veces tan poco predecible que no se sabe con certeza hasta dónde llegará el fenómeno.
Lo cierto es que allí está. El banco de arena, compuesto además de limos y arcillas, asoma como una “lengua” a pocos metros del Puente Colgante, donde termina la laguna y nace el río Santa Fe.
Otra curiosidad muy cerca de allí es el inminente taponamiento de la desembocadura del riacho Santa Fe. Esto es aguas abajo del Puente Palito, entre el Yacht Club Santa Fe y la isla de Alto Verde.
En esa zona ya no se puede navegar. Divide apenas un “charco” de agua las dos orillas y si el río continúa descendiendo, como proyectan los especialistas, es probable que se seque y las orillas queden unidas.
Hoy el río Paraná mide en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe apenas 3 centímetros por sobre el cero, en bajante. Y el pronóstico es que durante los próximos meses descienda hasta un metro más. ¿Qué otro fenómeno histórico se verá? Y ¿qué impacto tendrá? Son algunos de los interrogantes.