La bajante histórica que está atravesando el Río Paraná por estas semanas provoca una serie de situaciones que requieren el permanente monitoreo por parte de las autoridades.
El poco caudal de agua que presenta el río por estas semanas dejó expuesto el sistema de protección de la conexión subfluvial entre Santa Fe y Entre Ríos.
La bajante histórica que está atravesando el Río Paraná por estas semanas provoca una serie de situaciones que requieren el permanente monitoreo por parte de las autoridades.
Así cómo se trabaja para mantener la captación de agua y se recomienda a la población el cuidado del recurso, también se monitorea de cerca lo que ocurre en el Túnel Subfluvial.
La conexión vial entre Santa Fe y Entre Ríos vuelve a ser noticia por estos días porque volvió a quedar expuesta la manta que lo protege.
Como contó El Litoral en el marco de la bajante de 2020, momento en que se vio por primera vez en mucho tiempo este sistema de seguridad y se convirtió en noticia nacional, este agregado al túnel fue colocado a posteriori de la crecida de 1982.
“Las condiciones mínimas que garantizan la estabilidad del Túnel -como por ejemplo tener al menos tres metros de recubrimiento de arena- se alteraron durante esa crecida. Entonces, la solución encontrada para evitar futuras erosiones fue fijar el lecho del río en la zona de emplazamiento del Túnel. Así, tras los estudios pertinentes (1984-1985) el proyecto se concretó en dos etapas: la primera se extendió de 1992 a 1993 y la segunda de 1998 a 1999”, explicó este diario.
Desde el Ente que administra el túnel se informó que “los equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas donde no se han observado cotas comprometedoras dentro del área de monitoreo”.
En ese sentido, aseguraron que “se aprecia un comportamiento adecuado de las cubiertas protectoras y no se identificaron anomalías en la distribución del flujo, prevaleciendo las condiciones de seguridad para la obra”.