Luciano Andreychuk
Un edil frentista advirtió que de los dineros que se obtengan por las ventas -mediante subasta- “no quedará nada para la ciudad”. Otro del PJ también dijo que todo irá al Tesoro de la Nación. Dos ediles oficialistas dieron “garantías” en el procedimiento y defendieron el Circunvalar Ferroviario. En el medio, Discépolo y Jauretche.
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Twitter: @landreychuk
Uno acaso creería que algunos concejales, antes de la sesión, habían estado escuchando los tangos de Enrique Santos Discépolo (“Cambalache”, huelga precisar), o leyendo el “Manual de Zonceras Argentinas” de Arturo Jauretche. Poco probable: las paráfrasis surgen sin guión previo, de pulsiones lingüísticas inconscientes. Pero ahí surgieron, y lo cierto es que cuatro de ellos empezaban a “pelearse”, otra vez, en estas discusiones citadinas que llegan sobre final de cada sesión del Concejo.
A veces estos debates políticos entre tres sectores cada vez más en pugna (en proporción directa al reloj que marca los días que faltan para las elecciones de 2019) son módicos en sus tonos, diplomáticos; otras veces no, como en este caso. El tema fue el destino de los cuatro terrenos públicos que Nación puso a la venta el 5 de marzo, ubicados en barrio Candioti Sur, detrás de la Terminal de Ómnibus. Dos de ellos dan a Av. Alem. La Agencia de Administración de Bienes del Estado (Aabe) los venderá por subasta, según se supo de fuentes municipales.
El debate giró centralmente sobre si a la ciudad le quedará algo por la venta de esos terrenos muy bien cotizados, por su ubicación estratégica en el ejido urbano; pero a veces cayó en un eje en falso, sin ton ni son, una vuelta sin frenos del carrusel. Desde una supuesta “manipulación” de los vecinos de la vecinal de ese barrio hasta el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, el FMI, los vencimientos de la deuda y otras yerbas.
¿Como en los ‘90?
Arrancó Leandro González (FPCyS), el vocero más frecuente de su bloque sobre temas polémicos, alineado con el gobierno provincial. “Hay una clara falta de información sobre la venta de estos terrenos nacionales. Y no es menor. En los ‘90 se vendieron terrenos ferroviarios a precio vil, y hoy pareciera que se repite la historia”, dijo.
El edil frentista presentó un solicitud de Acceso a la Información Pública (Ley Nº 27.275) en Buenos Aires, para que el organismo que pone a la venta los terrenos, la Aabe, remita copias de expedientes del proceso de venta, que informe cómo se van a vender los terrenos, cuál es la valuación fiscal, si intervino el órgano de tasación del Estado Nacional, etc.
“Pero además, con funcionarios del Aabe pudimos reconstruir el destino de esta venta. Concluimos que se cae la idea de que a la ciudad le va a quedar algo (por la venta de los cuatro terrenos). A la ciudad de Santa Fe no le va a quedar un peso”, denunció González. Recordó el DNU Nº 1.382/2012, que en su artículo 15 dice que la venta o enajenación de terrenos públicos van a ir a parar al Tesoro Nacional. “No es un invento nuestro, es lo que dice la legislación vigente. No nos va a quedar un peso a los santafesinos”.
El 26 de julio, cabe recordar, el intendente José Corral anunció públicamente (tras una reunión con Ramón Lanús, titular de la Aabe) que con lo que se recaude por la venta de esos terrenos nacionales se financiará íntegramente a ejecutar el Circunvalar Ferroviario Santa Fe, un proyecto que permitirá que los trenes cargueros no ingresen más al ejido urbano.
“¿Qué nos queda a los santafesinos?”, preguntó a viva voz. “Nada, si nos guiamos por ese decreto. ¿Qué plusvalor ganamos para la ciudad, con las necesidades habitacionales que hay?”. Y, según su propia información, agregó que la venta de los terrenos será por subasta digital. “¿Alguien sabe cómo es una subasta digital, alguien tiene noción de cómo se hace? Nos dijeron que es la segunda en su historia que hará el Aabe, y que está regulada por un decreto presidencial (Nº 29/2018)”. Advirtió que será difícil que los interesados, incluso los vecinos, puedan seguir el proceso.
¿Vecinos manipulados?
Calzó sus guantes Carlos Pereira (UCR-Cambiemos), desde la esquina del oficialismo. “Los vecinos siempre fueron claros: quieren que estas tierras se vendan, por motivos de seguridad, porque todos esos espacios que hoy quedan están vacantes y les traen dolores de cabeza. Ellos quieren que estas tierras se vendan en el marco del Reglamento de Ordenamiento Urbano (ROU)”. A los vecinos se los está usando, se los hace decir (en este recinto) cosas que nunca dijeron”, dijo, y González frunció el entrecejo, molesto.
Trajo a colación la reunión de Corral con autoridades de la Aabe. Y empeñó su palabra. “Acá hay reglas de juego claras y seguridad jurídica para el inversor que va a venir. No me importa qué inversores vienen, si son locales o de otros lugares del país. Pero seremos garantes de esas reglas claras y de la seguridad jurídica. Acá se corre el eje, se interpretan sobre cosas que no dijeron los vecinos”.
¡No voy a permitir que se hable de manipulación de los vecinos!, lo desdijo González. “Hay una enorme preocupación y poca información”, insistió. Luego habló de las Lebacs y el FMI, de las “tijeras de podar” del presidente Mauricio Macri para las provincias en el Presupuesto Nacional 2019. La pelota socialista, que critica a Cambiemos toda vez que puede, se fue a la tribuna. Giro en falso.
Cambalache
Le tocó al también oficialista Carlos Suárez (UCR-Cambiemos), que desacreditó los argumentos políticos de González por “medir” épocas históricas distintas. “De a ratos no se entiende lo que se quiere decir. Sí veo un esfuerzo extremo por plantear cuestiones objetivas desde una visión política, que no tiene anclaje. Se plantea asociar esto con los ‘90, el menemismo...”, le espetó a su par del Frente.
“Que (González) sea claro con lo que quiere, porque si no, es como juntar la Biblia con el calefón”, completó cartón Suárez. Quiso decir: el edil frentista mezcló las Sagradas Escrituras con un artefacto doméstico y mundano. Una cosa nada tenía que ver con la otra. Apareció una metáfora que usó “Discepolín” para intentar explicar el siglo XX. “Seamos claros -pidió Suárez-: estamos en medio de un proceso: la Aabe vendrá a dar las explicaciones que tenga que dar”, aseguró.
Descreimiento
Se metió en el entrevero Juan Cesoni (PJ). No descartó la posibilidad de que el Concejo pueda modificar el ROU. “Si hablan de seguridad jurídica, los primeros asegurados deben ser los santafesinos, además del inversor. El resto son todas expresiones de deseo”. Y si bien compartió con González el eje de la discusión (que a la ciudad le quede lo producido de ventas de los terrenos), dejó en claro su total descreimiento de que eso suceda.
“Me parece una zoncera esperar que el gobierno nacional mande un centavo de lo que va a recaudar con la venta de los terrenos. Si vende los terrenos es para pagar servicios de deuda pública. (El macrismo) está achicando y desguazando el Estado”, dijo Cesoni. “Están recortando las transferencias automáticas a municipios y comunas. Es una zoncera -repetía- creer que vendrán a la ciudad los fondos por la venta de esos terrenos”. Ahora fue la pelota kirchnerista la que se desvió hacia la tribuna.