La veda pesquera total dispuesta en el territorio provincial apareja posiciones diversas. La medida, que busca proteger al recurso ictícola, generó las protestas de los pescadores que viven de esta actividad, quienes piden que se revea la decisión.
Pablo Scarabotti, investigador del Conicet, sostuvo que no es adecuado una clausura total de la pesca, sino reducir los cupos permitidos. La falta de monitoreo en la actividad es una de las grandes deudas por parte de las autoridades. La preocupación radica en que la población de sábalo tuvo una escasa reproducción entre 2019 y 2020 por la bajante del Paraná.
La veda pesquera total dispuesta en el territorio provincial apareja posiciones diversas. La medida, que busca proteger al recurso ictícola, generó las protestas de los pescadores que viven de esta actividad, quienes piden que se revea la decisión.
"No me parece adecuado que se tomen estas medidas drásticas de clausura total de la pesca por tres meses, porque las variaciones en el recurso se dan en el término de años. Además de la presión pesquera, uno también tiene que monitorear el ambiente y observar los pulsos de bajante y creciente del río. Si suponemos que en marzo el río empieza a crecer y tenemos un invierno con un nivel hidrométrico muy bueno, la situación en septiembre de este año va a ser la misma que tenemos hoy porque no va a haber reproducción hasta entonces, ya que por este año la estación reproductiva está prácticamente perdida", analizó el Dr. en Biología, Pablo Scarabotti, investigador del Conicet y especialista en ecología de peces, en una entrevista con El Litoral.
"Los cambios en el nivel de explotación deben ser graduales. Supongamos que hoy tenemos un 80 % del recurso, reduzcamos proporcionalmente la presión de pesca. Pero el problema es que no hay control, sólo sabemos que el nivel de explotación histórico (calculado entre 1930 y 1986) osciló entre 10 mil y 15 mil toneladas anuales y es la único valor de referencia con el que contamos", observó el investigador.
En este sentido, el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe elaboró una propuesta para habilitar la pesca comercial durante tres días por semana, ampliando así los días de prohibición a los ya establecidos por la Ley Nº 12.703, que en su artículo 9 prohíbe la pesca comercial los sábados, domingos y feriados, durante las 24 horas del día.
Situación a mejorar
Scarabotti hizo referencia a la situación que se presenta en una época con niveles hidrométricos muy bajos, y propuso una posible medida a adoptar: "Si por ejemplo este año reducimos la pesca a un 80% y el año que viene la situación se agrava debemos bajarla al 60%. El problema es que para saber que se pesque esa cantidad hay que hacer controles y la única medida que tenemos de la presión de pesca son las exportaciones", advirtió. Y lamentó que "muchas veces lo que ocurre es que cuando se imponen medidas restrictivas a las exportaciones el sábalo argentino contrabandea a países vecinos y se exporta desde allí, y esa es la consecuencia de no controlar, por eso es un tema difícil".
Esta falta de fiscalización en la actividad comercial de la pesca hace que las consecuencias sean cada vez más grandes sobre el recurso ictícola. "El monitoreo tiene que ser continuo, no solo con el sábalo sino con todas las especies. Se debe analizar qué composición de edades tiene cada población; cómo es la relación de la captura y el esfuerzo pesquero que hay; y esos datos hoy son muy escasos, la provincia de Santa Fe tiene solo dos personas dedicadas al monitoreo de desembarcos pesqueros en toda la provincia", resaltó el investigador del Conicet.
El único dato actual para medir la explotación pesquera a nivel nacional son las exportaciones. "En un 90 % están compuestas por sábalos y en un 10 % son tarariras, bogas, surubíes y dorados en menor medida. Estas especies que acompañan al sábalo, son en su mayoría comercializadas en el mercado interno y no tenemos información de la cantidad que se pesca. Si pones un cupo de 15 mil toneladas se puede decir que está saliendo esa cantidad del país, pero ¿cuánto se consume en el mercado interno?", dejó entrever el especialista en peces.
Impacto de la bajante
La bajante histórica que se atraviesa desde inicios del 2020, según Scarabotti traerá consecuencias a corto, mediano y largo plazo. "Cuando evaluemos la composición de edades de acá a cinco años, uno esperaría que los nacidos en 2019 y 2020 no estén representados en la población. Igualmente y de acuerdo a lo que se observó en años anteriores, los grupos nacidos en 2010 y 2016 van a ser importantes al menos por cuatro o cinco años más", opinó el especialista en peces.
Se calcula que los sábalos entre los dos y cuatro años pueden empezar a desovar. "Lo ideal es dejar que los peces tengan al menos dos temporadas reproductivas antes de comenzar a pescarlos, algo que se permite si se cumple con la tasa de captura definida en la provincia de Santa Fe, que es de 42 cm de longitud total".
Reproducción
"El sábalo tiene una estrategia reproductiva denominada "periódica", en la cual los peces coordinan su ciclo reproductivo con las fluctuaciones del ambiente, principalmente con los pulsos de bajantes y crecientes del río. El sábalo, que es la especie que más se ha estudiado en Argentina, desova aproximadamente un millón de huevos en ríos y arroyos de la llanura del Paraná", indicó el investigador. Y agregó que para que se dé una buena reproducción las crecientes deben ser importantes y prolongadas y deben estar en coincidencia con los períodos de temperaturas cálidas, "esto produce picos de productividad, y la supervivencia es mucho más alta que en otros años. Con que con que sólo uno de cada 10 mil individuos sobreviva, se produce un aumento de la población de 100 veces".
Los fenómenos de condiciones óptimas, en una región con situaciones climáticas diversas, no ocurren todos los años. "Generalmente ocurren cuando las crecientes son muy importantes y cuando se dan en verano. Cuando se evalúan las edades de la población de sábalos, en 2020 tuvimos muchos individuos de 10 y 4 años, y si nos remontamos hacia atrás justamente en los años 2010 y 2016 se dieron las condiciones que estimulan la reproducción", concluyó Scarabotti.
Medida cautelar
"La veda total no es razonable. Debe ser la última medida, pero no como medida principal", aseguró a El Litoral el fiscal de cámaras de los Tribunales Provinciales en Rosario, Guillermo Corbella, quien en la mañana de este jueves presentó un dictamen ante la Sala de Feria para el levantamiento de la veda total a la pesca en las costas del río Paraná de la provincia. "Lo que está proponiendo la fiscalía es darle un plazo a la Provincia de 45 días para que cumplimenta con una serie de demandas legislativas que están establecidas en la ley 12.212", afirmó a este medio. Los jueces que están a cargo de esta cuestión son los doctores Edgar Baracat, Angel Angelides y Avelino Rodil.
Hay una convocatoria a audiencia pública anual prevista en la 12.212 que tendría que haberse realizado en la primera quincena de diciembre. Con respecto a la prohibición a pescar, Corbella aseguró que sería parcial: "La idea es que en los mismos días en que Entre Ríos dispone su veda, nosotros, como Provincia de Santa Fe, coincidamos también y hagamos una veda simétrica. Determinados días se les permita pescar a los pescadores. Una veda parcial sería una de las medidas que se sugiere", remarcó.
Al ser algo que afecta a muchísimas personas, de ser posible por los jueces, mañana podría salir la resolución para el levantamiento de la veda total.
La prohibición a la pesca generó una protesta muy sentida del sector productivo ictícola. Desde las primeras horas del lunes pasado y por 12 horas, los pescadores que viven de este recurso cortaron sectores de la zona norte de la avenida circunvalación de Rosario. Los piquetes se hicieron extensivos a otros puntos del territorio santafesino, y algunos continuaron durante la jornada de este jueves.