¿Todavía en pleno siglo XXI existen prejuicios contra las personas ciegas o con disminución visual?, fue otra de las preguntas de El Litoral a Graciela Palombi, presidenta de la ONG Nueva Cultura, entidad que desde hace casi tres décadas asiste a personas con ceguera total o disminución visual. Las consideraciones son varias, pero hay una conclusión clara: aún persisten preconceptos sociales que hay que desterrar.
La referente dio un pantallazo: "Hay cierta compasión que no sirve. Eso de decir: 'Ésos son 'cieguitos', déjenlos pasar'. Algo distinto es preguntar a una persona con ceguera si necesita ayuda para cruzar una calle, por ejemplo. Y la violencia contra nosotros existe, lo vivimos en carne propia. Antes no nos robaban las cosas, pero esto hoy se quebró en gran parte", advierte.
Con los celulares hay dos problemas: que los buenos, son muy caros; y que una persona ciega no lo puede llevar consigo en la vía pública, "porque se lo roban con mucha facilidad. Muchas personas lo dejan en modo vibrador, como última alternativa. Es tremendo contarlo, pero es así", cuenta la directora.
Pero además hay una "discriminación tecnológica" hacia las personas ciegas: "Ninguna empresa de telefonía celular dejó en el mercado ni un solo celular con teclas. Y a los ciegos diabéticos, que se pinchan tres veces por día los dedos por la medicación, se les forman callos y pierden sensibilidad. Sin teclas, se les hace mucho más difícil utilizar un teléfono táctil. Peor aún para quienes tienen Parkinson", agrega. Y así, un montón de ejemplos más.
Tenés que leerLa lucha de los bastones blancos: una ONG de Santa Fe asiste a unas 60 personas ciegas"Creo que las personas ciegas nos equivocamos durante muchos años. ¿Por qué? Nosotros no tenemos que esperar que nos vengan a preguntar qué sabemos y qué necesitamos… Nosotros debemos salir a enseñar, a explicar qué es la ceguera total, la baja visión, cómo actuar ante una persona con este tipo de dificultad", explica Palombi.
"Pero para que nosotros podamos salir a enseñar y la sociedad a aprender, en el medio está faltando algo: la difusión. Un ejemplo sencillo: cuando a una persona ciega se le dice: 'A la derecha tenés el vaso con agua o la taza con café', se le está dando una indicación incorrecta. Alguien que ve en la mayoría de los casos indica su derecha, no la derecha de la persona ciega. Ahí es cuando un ciego se quema la mano, porque justamente no está bien hecha la indicación".
"Es muchísimo más lo que se puede que lo que no se puede. Tenemos una chica, la primera, que está estudiando Ingeniería en Sistemas, con sólo 19 años, en la UTN. Si lo logra, será la primera mujer ciega del país en recibirse de semejante título", cierra la directora de Nueva Cultura. La esperanza de un mundo más inclusivo nunca se acaba.